Por Juan Alberto Perez
juanperez.ancap@gmail.com
El 26 de septiembre un grupo de 43 estudiantes que pertenecen a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en la localidad de Iguala del estado de Guerrero en México, fueron secuestrados por un grupo de Policías. Durante doce días no se supo nada de su paradero, aunque se sospechaba la participación de narcos en el secuestro. Finalmente el 8 de noviembre dos detenidos atestiguaron que los habían asesinado y luego incinerados y arrojados a un río. Los familiares de las víctimas descreen de las versiones legitimadas por las autoridades mexicanas y continúan exigiendo la búsqueda de los jóvenes.
El secuestro de 43 estudiantes “normalistas”- así se los conoce popularmente a los integrantes de la Normal Rural- en Guerrero, a 275 Km al sur del Distrito Federal en México, sucede luego que estos fueran atacados por policías de Iguala por orden del alcalde local, José Luis Abarca, que temía que boicotearan un acto político de su esposa, María de los Ángeles Pineda (hermana de narcotraficantes). En el ataque murieron seis personas. El resto, se presume que las fuerzas policiales, en connivencia con el narcotráfico, fueron entregados a “Guerreros Unidos” el cártel narco de la zona.
Al pasar más de diez días del hecho se anunció el asesinato de los alumnos. Aparentemente incinerados en hornos de panadería y luego arrojados al río. El día sábado 8 de noviembre la fiscalía General de México lo confirmó a través del testimonio de detenidos pertenecientes al cártel. Sin embargo, los familiares de las víctimas descreen de la versión: “Es un teatro formado por el gobierno, por todos ellos, para hacernos desistir» dice Felipe de la Cruz, vocero del grupo de familiares a la agencia Prensa Libre. Y usted se preguntará ¿Por qué este descrédito a la investigación?. En primer término, porque, según dicen los padres, estuvo mal orientada. En principio, un grupo de policías detenidos dijeron que los cuerpos estaban en fosas clandestinas en los alrededores de Iguala. Pero forenses argentinos que trabajan a pedido de los familiares ya determinaron que los primeros 24 cadáveres analizados de los 39 extraídos de esos sitios no son de los estudiantes. Por otro lado, la búsqueda siempre fue de cadáveres. Nunca se realizó rastrillajes en busca de lugares clandestinos de detención donde estuviesen secuestrados los jóvenes. Siempre se buscó muertos, no desaparecidos. Finalmente, el rol de la policía en el caso es crucial. No es la primera vez que la fuerza atenta contra protestas de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Ya en 2011 hubo una represión que tiño de sangre las calles. Por eso, es que la investigación que termina con policías detenidos, el mismísimo alcalde y su esposa en penales de máxima seguridad; no da el resultado esperado por los familiares, quienes denuncian que el gobierno nacional, encabezado por Enrique Peña Nieto, también es cómplice de esta situación.
La droga como base económica
El Estado de Guerrero del sudoeste mexicano se caracteriza por basar su actividad económica en la producción agrícola. El maíz es el principal producto de la zona. Muchas familias viven de su cultivo ya sea para el comercio como para el autoconsumo. Sin embargo, en el último tiempo ha perdido peso en la economía de Guerrero, debido al impacto del narcotráfico y el cultivo de amapola y marihuana. El estado se ha convertido en uno de los principales productores de estos. Según cifras de la Secretaría de Defensa Nacional en los 63.621 Km. de extensión se produce el 60% de la Amapola del país. Por este motivo, Guerrero se ha convertido en un lugar preciado para los cárteles y peligroso para sus habitantes.
El conflicto de Ayotzinapa
No es la primera vez que la policía de Guerrero reprime a los
estudiantes. El 12 de diciembre de 2011 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa realizaron una manifestación, como cada año, solicitando mejores condiciones educativas, reparación de establecimientos, aumento de recursos y garantías de plazas en el sector público de la educación para el 100% de sus egresados. Esta manifestación acabó con una represión policial que se cobró la vida de dos estudiantes. Y por ello hay tres policías detenidos. En un hecho que marca un anticipo histórico a lo Septiembre de 2014.
Los «Guerreros Unidos», el crimen organizado.
El cártel de narcotráfico conocido como Guerreros Unidos surge en 2011 como un desprendimiento del Cártel de los Beltrán Leyva, otrora integrante del tristemente célebre cártel de Sinaloa. Cleotilde “el tilde” Toribio Rentería es el fundador de este grupo que opera en la zona de Guerrero, y que tomó notoriedad por el secuestro de los 43 estudiantes normalistas. Pero cuenta con vínculos políticos a partir de el parentesco de la esposa del Alcalde local, José Luis Abarca, con uno de los altos mandos del cártel.
México invadida por narcos y asesinatos.
No es nueva esta situación en México. Los cárteles de la droga han tomado fuertes represalias contra todo aquel que se ponga en su camino. Y en este sentido, los periodistas fueron un blanco muy atacado. Un informe de “Reporteros sin fronteras” habla de en la última década 80 periodistas asesinados y 17 desaparecidos por narcos y por corrupción de autoridades. El miedo llega al punto del exilio de un gran número de periodistas y la deserción o el miedo a inscribirse en carreras vinculadas al periodismo.
En México hoy hay una escalada de violencia encabezada por el narcotráfico, avalada por los gobiernos de turno y una justicia que mira para otro lado. En el medio queda una sociedad que exige mejores condiciones de vida y ahora un grupo de familiares que exigen que vivos se los llevaron, vivos deben volver.