ENTRE LA SOTANA Y EL FUSIL

Ernesto Cardenal es un sacerdote y poeta revolucionario nicaragüense. Quien ya lo conoce, sumará un aporte más a lo largo de las próximas líneas, quien no lo conozca se podrá encontrar con un hombre que en 1954 luchó en la guerrilla contra la dictadura de Somoza; una persona que participó del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en los años 70 y ocupó el lugar de Ministro de Cultura.  Por Federico Paterno

EL COMIENZO

Nacido en Enero de 1925, Cardenal, característico por sus boinas y su barba, junto a Rubén Darío, son dos de los poetas de mayor reconocimiento en América Latina.  Su primera elección fue la de poeta y después llegó el tiempo del sacerdocio y la lucha por la liberación de su pueblo. La fusión de ambas y la decisión de participar en la guerrilla de Augusto César Sandino, marcó a fuego a Cardenal en su historia de vida.

Su participación en lo que fue denominado como La rebelión de Abril en 1954 no fue triunfante. Sufrió la pérdida de amigos y varios integrantes de esta acción armada contra la dictadura militar de Anastasio Somoza. En 1957 la decisión fue de integrarse en un monasterio de Estados Unidos y ahí dar comienzo a su carrera por la cruz y la revolución.

LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

Tuvo una fuerte identificación con la Teología de la Liberación que se basa en la realidad que vive el pobre. En 1965 el lugar de referencia fue Managua, capital de Nicaragua. La acción que desarrolla el poeta fue la de construcción de pensamiento desde la visión del trabajo como cooperativas en el archipiélago de Solentiname. La comunidad que fundó en este lugar tuvo la creación de una escuela de pintura primitiva. «La revolución significa la puesta en práctica del Evangelio. La iglesia verdadera es la que está con los pobres y mientras haya pobres, habrá Teología de la Liberación»

En octubre de 1977 un grupo de revolucionarios sandinistas integrantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional iniciaron una ofensiva al cuartel de San Carlos. Tras ese operativo fue destrozada, a manos de la guardia nacional, la comunidad de Solentiname, lugar donde Cardenal era principal referente. El sacerdote, a partir de esta acción armada, recibió como resultado la prisión por varios años. El FSLN era una organización político militar con la idea de hacer un cambio social en este país, con la herramienta fundamental de la reforma agraria.

 

MANAGUA POR ASALTO

En 1979 Ernesto Cardenal fue uno de los 9 comandantes que tomó Managua y derrocaron la dictadura Somocista. Fue nombrado Ministro de Cultura por Daniel Ortega (,) quien presidía la Junta de Gobierno del FSLN.

Como Ministro de Cultura tuvo una ardua tarea reflejada en la alfabetización y en el marxismo católico y pacifico. Fueron muy desencontradas las posturas políticas de Cardenal con el resto de la iglesia católica, ya que no era visto con buenos ojos su ideología representada desde la teología de la liberación.

EL VATICANO Y LA REVOLUCIÓN TRAICIONADA

En 1983 tras la visita de Juan Pablo II a Nicaragua levantó su puño en señal de victoria y de lucha y gritó para que se oiga VIVA LA REVOLUCIÓN, lo que produjo que el vaticano lo suspendiera en sus tareas sacerdotales al tiempo de lo sucedido.

Transcurrido los años de escritura y de participación en el Frente Sandinista hubo decisiones que el sacerdote guerrillero debió tomar. La hora justa fue en 1994, donde decide bajarse del proyecto sandinista. La revolución no es tal ya para el cura combatiente y decide no avalar la corrupción y el enriquecimiento que observó de sus integrantes. Para él la justicia es sinónimo de revolución social, pero a favor de los pobres.

Ernesto Cardenal
Ernesto Cardenal

LECTURA Y REVOLUCION

Algunos de sus libros dedicados a la revolución sandinista y la lucha desde la teología de la liberación fueron Canto Nacional en 1972 y Oráculo sobre Managua en 1973. En Cuba fue otro de sus libros del año 1972 donde el relato está construido desde la visita que experimentó en la isla y el acercamiento que tuvo con Fidel Castro.

Otro de los libros emblemáticos del poeta es La revolución perdida donde refiere a las luchas sociales haciendo una línea histórica entre el triunfo del FSLN en Julio de 1979, proceso que se dio a partir de esta y la traición de los principales dirigentes políticos.

El amor a dios no existe sino está el amor al pueblo (,) advirtió siempre el poeta. Un factor para resaltar es que continuamente integró la poesía a la realidad que el vivió y de la cual participó activamente.

IDEAS DE HOY

En la actualidad Cardenal visualiza en Venezuela, tras su visita,  un aporte importante desde la labor que se lleva adelante con la alfabetización y con el aporte de la medicina en poblaciones de bajos recursos. En el sub comandante Marcos en Chiapas, México, observa un fuerte avance tras la participación de los indígenas mexicanos dentro del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Hoy la idea de revolución de Cardenal está plasmada desde la lucha por la libertad de expresión y los movimientos anti-globalización.

POEMA DE ERNESTO CARDENAL «HORA 0»

«He is a bandido», decía Somoza, «a bandolero».
Y Sandino nunca tuvo propiedades.
Que traducido al español quiere decir:
Somoza le llamaba a Sandino bandolero.
Y Sandino nunca tuvo propiedades.
Y Moncada le llamaba bandido en los banquetes
y Sandino en las montañas no tenía sal
y sus hombres tiritando de frío en las montañas,
y la casa de su suegro la tenía hipotecada
para libertar a Nicaragua, mientras en la Casa Presidencial
Moncada tenía hipotecada a Nicaragua.
«Claro que no es» —dice el Ministro Americano
riendo— «pero le llamamos bandolero en sentido técnico». ¿Qué es aquella luz allá lejos? ¿Es una estrella?
Es la luz de Sandino en la montaña negra.
Allá están él y sus hombres junto a la fogata roja
con sus rifles al hombro y envueltos en sus colchas,
fumando o cantando canciones tristes del Norte,
los hombres sin moverse y moviéndose sus sombras.

Su cara era vaga como la de un espíritu,
lejana por las meditaciones y los pensamientos
y seria por las campañas y la intemperie.
Y Sandino no tenía cara de soldado,
sino de poeta convertido en soldado por necesidad,
y de un hombre nervioso dominado por la serenidad.
Había dos rostros superpuestos en su rostro:
una fisonomía sombría y a la vez iluminada:
triste como un atardecer en la montaña
y alegre como la mañana en la montaña.
En la luz su rostro se le rejuvenecía
y en la sombra se le llenaba de cansancio.
Y Sandino no era inteligente ni era culto
pero salió inteligente de la montaña.

 

 

 

2 comentarios

  1. HACE VARIOS AÑOS LE HICIMOS UNA ENTREVISTA Y LE DIJE QUE SUS CONVICCIONES HERAN UN EJEMPLO PARA AMERICA LATINA Y, CONTESTO: SE ESPARCIRAN COMO REGUERO DE POLVORA, SE CUMPLIO LA PROFECIA

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