TODO PARO ES POLÍTICO

La dirigencia sindical convocó a un paro de transportes para el último día de marzo de 2015. La ciudad vacía y la gente en sus casas víctimas de la falta de medios para llegar a sus trabajos. El impuesto a las ganancias ¿La causa real de esta medida? Es un año electoral y todos juegan sus cartas para acceder a cierto grado de poder. Por Juan Alberto Perez.

paroencuesta La ciudad de Buenos Aires tuvo un amanecer distinto este martes 31 de marzo. De la cotidiana afluencia de tráfico, de las muchedumbres urdidas por llegar a sus lugares de trabajo, escuelas o actividad diaria a la desolación de las calles vacías, el poco tráfico y el silencio. Lo cierto es que esta desolación, más típica de un feriado o un domingo, se debe a la convocatoria al paro nacional de los sindicatos de transportes públicos que reclaman por la disminución del impuesto a las ganancias (¿?).

A simple vista uno podría pensar que el acatamiento a la medida es altísimo, pero lo cierto es que la mayoría de los trabajadores que concurren diariamente a sus puestos se vieron afectados por la falta de medios para viajar. Por lo tanto, parece ser que se trató más bien de una imposición a quien tenía la necesidad de ir a trabajar (porque no se pueden dar el lujo de perder el presentismo o sencillamente porque la patronal los obliga a concurrir) que una medida de fuerza para exigir la eliminación impositiva.

¿Pero que afectación tiene el impuesto que se reclama eliminar? El impuesto a las ganancias (ítem central en la medida) es una tributación que tiene por objetivo la redistribución de la riqueza. En términos de concepto puro hablamos de que los que más tienen aporten para que los que menos también tengan. Pero es cierto que en un contexto de inflación, como el que se desarrolla en Argentina, al incrementar los sueldos en paritarias mayor número de gente entra en consideración para aportar dicho gravamen, y por tanto a este aumento se lo comen los impuestos. Sin embargo, es real y efectivo que de la totalidad de los trabajadores sólo el 10% pagan impuestos a las ganancias. Entonces en este contexto, ¿Qué motivaría a ir al paro al %90 restante?.

El impuesto a la ganancia existe en todo el mundo, no es algo exclusivo de la Argentina, y el número de afectados en otros países es mayor al de aquí. Por citar algunos casos en Brasil el 40% de los trabajadores paga ganancias, en Chile el 35% y en Europa el promedio es de entre 45 y 50% de la masa trabajadora. Pero es real que en nuestro país no están actualizados los montos con respecto al costo de vida. Un trabajador que cobra mensualmente $20000 termina pagando al año $24000 de impuestos a las ganancias, o sea, más de un sueldo.

De todas maneras, a decir por los números de afectados, y mas aún por los dirigentes que convocaron al paro, permítanme pensar que esta medida parece más una acción tendiente a generar un impacto, en este año electoral, que una reivindicación por los derechos de los trabajadores. Si así no fuese ¿por qué los Moyano, Barrionuevo o Roberto Fernández no convocan a medidas de fuerzas para que los más de cuatro millones de trabajadores en negro que hay en la República Argentina sean blanqueados? Y más aún, si no es una acción para agitar las aguas de una clase media que juega un rol preponderante en la imposición de la opinión pública ¿Por qué el candidato a Presidente Sergio Massa no habla de precarización laboral antes de anunciar una definitiva eliminación del gravamen impositivo? Además, ¿Qué rol juegan los partidos de izquierda en la Argentina? Es la pregunta que rondó en mi cabeza durante todo el día. Porque en este sentido, las agrupaciones del Partido Obrero, el MST y otras organizaciones del mismo posicionamiento político salieron fuertemente en esta jornada a realizar una serie de cortes de accesos a la ciudad. Es curioso que grupos tan activos en la defensa de los derechos más elementales de los trabajadores estén participando en una medida convocada por la clase dirigente sindical que ellos tanto combaten. Por eso, parece que la burocracia sindical es el enemigo, pero puede dejar de serlo en tanto exista coincidencia en un enemigo mayor. ¿Pero la pregunta es si el fin justifica los medios? ¿Si es necesario salir a la acción acompañando una medida convocada por tu supuesto “peor enemigo”?.

En fin, todo paro es político, ya sea elevando reclamos justos o simplemente buscando posicionarse electoralmente. Pero lo cierto es que el de este 31 de marzo deja como rehenes a una gran mayoría de trabajadores que no paga impuestos a las ganancias, porque no tiene la suerte de acceder a un ingreso que los haga entrar en esa categoría, pero se ve afectado porque no hay medios para poder llegar a sus puestos de trabajo por la falta de trenes, colectivos y subtes. Y además, son víctimas todos de una clase de dirigentes sindicales con una legitimidad en sus gremios ganadas a fuerzas de extorsiones y aprietes con grupos de choques, más que por el apoyo genuino de los obreros que creen en su gestión.

1 comentario

  1. No me parece correcto que se acuse a grupos de izquierda que se adhirieron al paro de apoyar a la burocracia sindical, ya que estos sacaron comunicados y levantaron banderas por la precarización laboral, la prohibición de despidos y suspensiones, etc. El problema es que los medios lo colocan a todo en la misma bolsa, me extraña que aquí no se lo mencione de esa manera

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