Una inesperada intervención municipal aparta de la gestión a los vecinos que han puesto su esfuerzo para que funcione como lo hace hasta hoy. Se utilizó la fuerza policial para apartar a la gente del espacio. El municipio se apropia de un lugar que ya está ganado por el barrio. Por Juan Alberto Perez.
Cuando se anunció la apertura del Cine Wilde en 2013 se generó una importante expectativa por la posibilidad de acercar un espacio cultural tan importante al barrio; y mucho más por ser este un emprendimiento vecinal, que los mismos vecinos eran los que encararon la aventura de establecer un punto cultural con amplio acceso. Y las expectativas se superaron con el correr del tiempo. El cine se convirtió en toda una referencia, ya que el título era un poco engañoso, porque en el predio ubicado en la calle Juan Cruz Varela al 6200, no sólo se proyectaban películas, sino que se dictaban diferentes cursos, las puertas estaban abiertas para las instituciones que la requería, hubo ferias de artesanos y emprendedores, peluqueros barriales, se dictaban el plan “FINES” y “Yo Si Puedo”. En fin, un sin número de actividades que llenaron de cultura y de acceso a un espacio vecinal a todos los habitantes de Wilde y alrededores.
Sin embargo, desde el 9 de agosto el espacio se cerró y la Municipalidad de Avellaneda anunció que pasa a manos municipales la gestión del espacio. Así se rompe con la gestión vecinal del cine y en su lugar estarán empleados del mismo municipio.
Es importante destacar que en estos días en los que se promueve cada vez más el “no te metas” o el “todo el que hace algo es porque se lleva un vuelto”, en el Cine Wilde los vecinos que formaban parte de la Comisión Directiva lo hacía ad honoren. Eran voluntarios que sacrificaban horas de trabajo o momentos familiares para poner su granito de arena en la construcción de este lugar referencial de la cultura en el conurbano bonaerense.
Lo que más duele a los integrantes de la Comisión Directiva fue que todo este esfuerzo no fue reconocido como se debió por parte del municipio de Avellaneda, ya que el 9 de agosto, mediante el uso de la fuerza policial, encadenaron la entrada del Cine Wilde e impidieron el ingreso de cualquier persona. No hubo un aviso previo y se enteraron por redes sociales que los representantes de la gestión Ferraresi se harían cargo del espacio.
Jorge Ferraresi (intendente de Avellaneda) les había dicho que el municipio intervendría en el espacio pero que la Comisión continuaría en la toma de decisiones. Posteriormente, el mismo intendente Ferraresi, en una reunión con los integrantes del colectivo que gestionaba el Cine, les informó de la municipalización del lugar, les presentó a la nueva directora y les ofreció “seguir colaborando si querían”.
Los vecinos entienden que esta apropiación del Cine Wilde es un retroceso en el empoderamiento de derechos de las clases populares. Y en este caso, el gobierno municipal pretende utilizar un espacio que viene funcionando a la perfección y que se encuentra con un gran prestigio ganado por el esfuerzo de los que trabajaron allí.
Se inició una campaña para manifestarse contra la nueva forma que adoptó el Cine. Por eso, los vecinos juntan firmas e intentan visibilizar los hechos sucedidos. Porque afirman con toda seguridad que el #CineWildeDeLosVecinos no será jamás de los funcionarios, porque ya le pertenece al barrio.