DANDO “LA PULSEADA” 15 AÑOS

Por Federico Paterno.

La revista “La Pulseada” es una publicación realizada en La Plata y trata de una experiencia de comunicación alternativa que surge al calor de la obra del padre Carlos Cajade, un cura tercermundista de la ciudad de las diagonales preocupado por la pobreza y la situación de riesgo de los pibes de la calle. Esta experiencia comunicacional está cumpliendo su decimoquinto aniversario. Tiene la particularidad de ser un espacio que cuenta con grandes plumas y una calidad periodística muy alta. Además, funciona como fuente de ingresos y una forma de inserción social para personas desocupadas que cumplen las veces de vendedores de la publicación.

Daniel Badenes, editor de La Pulseada

Entrevistamos a Daniel Badenes, que integra el staff de “La Pulseada” desde hace trece años, pero que tiene un vínculo con el proyecto aún mayor. Es editor y además docente de la Universidad Nacional de Quilmes. Hablamos sobre los objetivos de la publicación y sobre la obra del Padre Carlos Cajade.

¿Cómo es tu recorrido en “La Pulseada” y cómo arranca tu vínculo con el espacio?

Mi vínculo con la revista “La Pulseada” arranca en el número 1 como lector. La revista nace en el 2001. En ese momento, en alguna reunión de lo que fue el FRENAPO (Frente Nacional contra la Pobreza) escuché mencionar que estaba por salir una revista en La Plata en la que estaban participando una serie de periodistas comprometidos como Ana Cacopardo, Carlos Saez, Carlos Sanjur y algunos otros. Y en algún momento encontré el contacto y me suscribí y me llegó el primer número. A mí me gusta contar esta parte de la historia porque entre otras cosas destacables de “La Pulseada” es que siempre ha hecho un periodismo de mucha calidad, de mucho profesionalismo. Yo soy parte desde hace 13 años de la revista, pero sigue siendo una revista que me gusta como lector.

¿Cómo explicarías el proyecto de “La Pulseada?¿De qué se trata este espacio?

La revista siempre tuvo una expresión que hablaba de una doble pata, con un proyecto periodístico que se proponía como una alternativa a la de los grandes medios comerciales; y por otra parte como un proyecto social. En su momento esa pata social tuvo que ver sobre todo con algo que la emparentaba con el movimiento de las revistas de calle, como en su momento fue “La luciernaga” y después “Hecho en Buenos Aires”, y por esos años surgieron otras como “Barriletes” en Paraná, “La búsqueda” en Santa Fe y “Al margen” en Bariloche, que son revistas que en su circuito de distribución incluyen un modo muy valorado al sujeto vendedor, que en general es un desocupado que pasa a ser un vendedor porque trabaja de vender la revista, o un sin techo, o distintos actores sociales en situación de vulnerabilidad que encuentran un modo de inserción a través de la venta de la revistas que le dan la mitad del precio de tapa o más a esos vendedores.

Por ahí se definió en algún momento el proyecto de la pata social de “La Pulseada”, pero en realidad esa pata social es mucho más que eso, y en ese sentido, la historia de la revista no es la historia de los quince años que estamos festejando, sino que no se puede contar sin los más de treinta años de historia del “Hogar de la madre tres veces admirable”, es decir el hogar para pibes de la calle que fundó Carlos Cajade en la navidad de 1984 y que fue creciendo en tanto emprendimiento social, y también, político porque Cajade siempre entendió que esas situaciones en las que estaba tirando salvavidas, eran situaciones que devenían de una estructura social a la que había que discutir e intentar transformar. En ese camino en el que Cajade, por ejemplo, fue uno de los creadores del movimiento social “Los chicos del pueblo”, el mismo que en junio del 2001 ese movimiento empezó a denunciar que “el hambre es un crímen” con la primera marcha con “Los chicos del pueblo”, que encabezaron Cajade y Morlaquetti. En ese junio de 2001 a la vuelta de la marcha es que surge la idea de la revista que se le presenta a Cajade y le proponen esta idea que después se convierte en “La Pulseada”.

Después vienen estos 15 años de construcción de un proyecto periodístico que fue creciendo en distintos sentidos. Que fue articulando en algunos momentos con otras experiencias. En algún momento cuando uno lleva adelante estos proyectos muchos te dicen que estas loco, y muchas veces uno piensa que estás solo, y en ese tiempo descubrimos que no estábamos solos, sino que había muchas otras experiencias de comunicación autogestiva y en particular de revistas. Nosotros hace bastante tiempo formamos parte de la Asociación de Revistas Culturales que se formó hace seis años y eso también es parte de lo que contribuyó al crecimiento de la revista. También desde hace años no es sólo una revista, es un programa de radio, es un portal web, pero siempre fue como esa pata cultural, comunicacional de una obra social más grande que siempre tuvo muchísima articulación con el trabajo territorial de las organizaciones de distintos sectores de La Plata y el gran La Plata.

¿Qué artículos o notas son las que marcaron más tu camino en la revista y el rumbo de la revista en general?

Pensá que son casi 150 números. Hay notas que en lo personal uno tiene mucho vínculo. Hay notas que en lo político tienen impacto, que construyeron en serie, es decir que nos ocupamos particularmente de ciertos temas. La revista tuvo una particular sensibilidad a todo lo que son los derechos de la niñez y la adolescencia. Si vos agarrás toda la historia de la revista encontrás todo el debate que llevó a la fiscalización del sistema de patronatos, y llevó a la promoción de un sistema de protección de los derechos de la niñez, con todas sus falencias y sus cuentas pendientes. Como tema recurrente, que seguí yo particularmente, creo que es muy significativo todo el debate que tuvo que ver con la restitución de restos humanos que todavía guarda como trofeo de guerra el museo de La Plata. Cuando nosotros publicamos por primera vez el tema en agosto de 2006 el museo todavía tenía restos humanos de pueblos originarios en exhibición. Y se abrió un debate que sigue hasta nuestros días y que seguimos muy concienzudamente apoyando restituciones. Ahora si vos me decís que trabajo me gustaría destacar, sería un trabajo del cual fui partícipe pero que fue un trabajo colectivo, y que me parece que marca un hito en la historia de la revista en términos periodísticos, y es toda la cobertura vinculada a la gran inundación del 2 de abril de 2013 en La Plata. La revista ahí tuvo un protagonismo inmediato y siguió el tema durante muchísimo tiempo. Pensá que el 2 de abril de 2013 y el 2 de abril de 2014 publicamos más de cien notas, algunas en la edición impresa y algunas en la web, que tomó muchísima entidad ahí. Y fue la revista, incluso antes de la investigación del juez Arias, la que empezó a desarmar la mentira de las 51 muertes que intentó instalar el gobierno provincial con el gobierno municipal. Recordemos que en algún momento hubo una conferencia de prensa de Scioli con Casal, cuando la ciudad todavía estaba mojada, diciendo que esa era la lista de muertos y no había más que eso, y hoy tenemos una lista reconocida por el Estado de más de 89 muertos. En eso hubo una investigación muy trabajosa de un grupo de periodistas de la revista que de hecho se plasmó en libro de investigación periodística que salió un año después que es “2A”, que para mí es uno de los mejores libros de investigación periodística que se han publicado en los últimos años y en particular en La Plata. Es un trabajo de Josefina Lopez Mac Kenzie y Martín Soler.

¿Cómo ves al sistema de medios actual y a los medios alternativos y populares en particular?

Me parece que desde diciembre de 2015 particularmente lo que se ve es un escenario que mirado desde el lugar de las políticas está muy signado por la incomprensión en buena medida y por el desprecio en otra medida de la Alianza Cambiemos respecto de todo aquello que no tenga fines de lucro. Esta de manifiesto el retroceso en materia de derechos en muchísimos sectores, y en el campo de la comunicación, y en particular, en el campo de la comunicación audiovisual en la no ejecución en los fondos de fomento que corresponden por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en un aspecto que ellos no derogaron, hay fondos que no están pagando, están “bicicleteando” las nuevas convocatorias. Y también, en esta situación que empiezan a sufrir medios comunitarios del interior del país, y también de la zona metropolitana, de sufrir amenazas, de tener aprietes de distintos ámbitos del estado, algo que ha sido bien denunciado por las organizaciones de sector. Me parece que lo que está pasando con esas radios y lo que sucede con las televisoras, y también con las revistas que hace tiempo venían demandando una legislación que las proteja y todavía no la tienen, es un muy sintomático del momento político que vive el país.

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