DOCENTE DETENIDO POR DEFENDER A ESTUDIANTES DEL ACOSO POLICIAL

Por Juan Alberto Perez

Fue en la puerta del colegio “Wilde” de San Martín. El docente quiso intervenir ante el abuso policial contra estudiantes. Lo detuvieron por intentar una requisa contra los jóvenes, por no poseer DNI en el momento y por filmar el hecho. Los efectivos se negaron a identificarse.

Este lunes 8 de mayo en el partido de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, se vivió un nuevo caso de abuso de las fuerzas de seguridad. En este caso la policía Bonaerense se llevó detenido a un docente de la puerta del colegio “Eduardo Wilde” luego de que este intervenga en una acción intimidatoria que los efectivos estaban realizando contra estudiantes del establecimiento. El docente llamado Juan Pablo Manente, quién es docente del colegio “EEUU” y también de un centro educativo del complejo penitenciario de José León Suárez, se dirigía en la tarde noche del lunes a “sacar fotocopias” en un establecimiento cercano a la Escuela Secundaria N° 12 «Eduardo Wilde» cuando se encontró la situación en la que efectivos de la Comisaría 1° de San Martín se encontraban realizando una requisa a estudiantes de la institución. “Venía caminando y me encontré a ellos (la policía) que estaban agarrando a unos estudiante” afirma Manente quién ante esta situación sacó su teléfono celular y comenzó a grabar la escena. Al ver esto los efectivos lo redujeron aplicando un uso desmedido de la fuerza para esposarlos. En este accionar el docente sufrió lesiones en el cuello y en su brazo. Durante toda la escena los efectivos policiales se negaron sistemáticamente a identificarse, lo que comprende toda una falta grave en su accionar como agentes públicos.

Colegio Eduardo Wilde de San Martín

Manentes fue trasladado a la Comisaria 1° de San Miguel, aunque primero debió recorrer varios centros de salud para dejar constancia de las lesiones sufridas por el abuso policial. En primer término, encontró un supuesto “médico” de la policía bonaerense para constatar su estado, quién tampoco quiso demostrar su matrícula. Luego recorrió los hospitales Carrillo, Güemes y el Cuerpo Médico Policial de Castelar. En ninguno de estos centros había especialistas, según la policía, que puedan atenderlo.

Pasadas las 19 hs decenas de docentes, estudiantes y representantes de organizaciones sociales de la zona se presentaron en la comisaría para exigir la liberación del docente, hecho que ocurrió pasada las 23 hs. En el momento de su liberación Manente se encargó de remarcar “Esta situación viven a diario los pibes. ¡basta de criminalizar a la juventud!”.

¿Se puede filmar a la policía?

Cabe destacar que el desencadenante de este hecho fue la falta de DNI por parte del docente y el uso del teléfono celular para grabar el accionar policial contra los estudiantes. Es por eso que surgen una serie de interrogantes acerca de la legalidad de la utilización de elementos para registrar la actuación de las fuerzas de seguridad y la utilización de documentos de identificación personal en la calle.

En primer término, hay que aclarar que según los derechos consagrados por la Constitución Nacional llevar el DNI en la vía pública no es una obligación, como así tampoco los efectivos pueden demorar a una persona por este hecho (Art 18 y 19 segunda parte). Por esto mismo, lo que sucedió en San Martín es un abuso de las fuerzas de seguridad que incumplen con su deber de funcionarios públicos, poder heredado del mandato popular ejercido por el pueblo soberano.

Por otro lado, el hecho de filmar los actos de la policía tampoco incurre en un delito. Como lo hemos dicho, los efectivos son funcionarios públicos, y como tales están sujetos al control ciudadano de sus actos. Filmar es una de las formas que tiene la ciudadanía de ejercer ese control. Son derechos propios de la libertad de expresión que reconocen y protegen la Constitución (Arts. 14, 32 y ss) y los tratados de derechos humanos (por ejemplo, Arts. 13 y 14 CADH). El impedir esto, o detener a quien lo realiza, es un acto de censura del derecho constitucional.

Ahora bien, las fuerzas de seguridad(?) están llevando adelante, de un tiempo a esta parte, un plan de persecución y represión contra jóvenes en todo el país. Ya sea en escuelas, comedores o en barrios populares, la juventud se encuentra en un estado de vulnerabilidad muy grande frente a un sistema político y económico que no aplica herramientas para incluirlos, y muy por el contrario, cada vez más estigmatiza y reprime.

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