Un nuevo aniversario del asesinato del Che en Bolivia se asoma y en ANCAP lo recordamos bajo la pluma de Diego Ferraro
Pensaban que al desaparecerte físicamente aquel 9 de octubre de 1967 iban a borrar tu huella, que podían tacharte de asesino, terrorista o ladrón.
Cada vez que te dicen asesino, les cuento que tu fusil nunca se posó sobre un trabajador, un campesino, un desposeído o un humilde. Que siempre defendió a la revolución de los traidores que defienden papeles pintados, opresión y esclavitud.
Cada vez que te dicen terrorista, les cuento que el terror se posó sobre aquellos que viven del sudor ajeno, que llenan su mesa del trabajo de otros y el único pago para el ciudadano era la tierra bajo las uñas.
Cada vez que te dicen ladrón, les cuento que expropiaron junto con los revolucionarios a aquellos explotadores que se creían dueños del patrimonio público, de la tierra, de restringir el acceso al trabajo, la salud y la educación, los que comercian con las vidas humanas.
Se atreve a hablar de vos gente sin alma ni empatía, que no ve más allá de su propio ombligo, y vos peleando contra toda insensatez desde que entendiste cuales eran las necesidades latinoamericanas temprano en los ‘ 50 en Perú, y poniendo el pecho y el corazón revolucionario en Guatemala, en el Congo, en Bolivia, en Cuba, tu hermosa Cuba, la que me di el gusto imborrable de conocer. De ver que tienen por vos un amor sin límites.
No hay cubano que hable de vos sin sonreír y con brillo en la mirada.
No hay acción en la sociedad cubana que no esté dotada del valor de tus ideales.
No hay instante en la isla que la calidez de cada habitante no haga recordar tu inmensa humanidad.
Siempre luchando por la liberación de los pueblos oprimidos, con el internacionalismo socialista, con las convicciones claras. Y la mano tendida para aquel que lo necesitara y la sonrisa firme sosteniendo cada ideal.
Te admiro mucho, Ernesto.
Te quiero mucho, Che.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE !! ✊✊✊