Por Juan Alberto Pérez
Denuncian que patotas de Horacio Rodríguez Larreta usurpan viviendas y golpean a vecinos de Villa 31. El hecho ocurrió el miércoles 30 de enero pasado. Una patota tomó por la fuerza una casa de la manzana 102, en el sector Bajoautopista. Sus propietarios, Maura Sarmiento y Nicolás Alza resultaron atacados. Otras dos vecinas que intercedieron también fueron atacadas. A Martha Mamani, una de las vecinas, le propinaron varios cortes en el rostro mientras los agresores le recriminaban un escrache al jefe de gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, el 28 de diciembre pasado. “¿Así que te gusta escuchar a Larreta? Vas a ser boleta» dicen que expresó una de las agresoras.
Ellos son integrantes de la Mesa de Urbanización Participativa del barrio. Y se manifiestan en oposición al proyecto de urbanización que plantea el gobierno de la Ciudad, mediante un proyecto de ley presentada en diciembre de 2018. Un proyecto que enmascarado en mejoras para el barrio pretende meter los terrenos de Villa 31 y el Barrio Carlos Mugica al mercado inmobiliario.
El proyecto de ley presentado el 18 de septiembre por Horacio Rodríguez Larreta a la legislatura porteña tiene entre sus fundamentos urbanizar el barrio e integrarlo al entramado de la ciudad. Propone la llegada de los servicios públicos básicos, como la red de agua potable, el gas y la electricidad. Al mismo tiempo se propone que los terrenos dejen de ser fiscales y se subdivida en parcelas para que puedan escriturar las viviendas de los vecinos y vecinas del barrio. Para ello se aplica un plan de pago por la vivienda.
Sin embargo, esta situación expone el riesgo de la expulsión de los vecinos del barrio y así abrir la puerta para el negocio inmobiliario en una zona de las más deseadas. En primer lugar, el proyecto prevee que los que cuenten con sus viviendas bajo la autopista deban ser corridos de allí ya que en ese lugar se haría espacios públicos. He aquí que los vecinos sufrirán el impacto de ser echados de su asentamiento y de la zona de influencia tanto para acceder a sus trabajos, como a las escuelas y a centros de salud. Por otra parte, la rezonificación lleva a qué pasen de ser terrenos fiscales a terrenos dedicados a viviendas sociales. Por estas viviendas los vecinos entran en una hipoteca para poder comprarlas definitivamente. Sin embargo, y debido a la situación económica del país, y teniendo en cuenta que en el barrio el 70% de la población vive en una situación de pobreza extrema, se hace imposible el pago de dicha hipoteca. Aquí es donde hace agua el proyecto ya que en su artículo 53 estipula que se pueden vender las viviendas si el nuevo comprador abona el valor de la hipoteca multiplicado por tres. Es decir, deja el lugar para que el poder económico de los especuladores inmobiliarios presionen a los vecinos y vecinas que se encuentran en situaciones complicadas para que les vendan los terrenos y así sean expulsados del barrio. Es decir, los terrenos que hoy son propiedad del Estado, mediante esta maniobra en el mediano plazo pasarán a engordar el bolsillo del mercado inmobiliario.
Esto lo están denunciando los vecinos que fueron atacados en las últimas horas. La usurpación de la vivienda y la agresión es un mecanismo utilizado por el gobierno de Larreta que cuenta con el accionar de patotas dentro del barrio. Aida Campos, una de las personas que figuran en la denuncia que se radicó en la Comisaría 15 de la Policía de la Ciudad, es consejera del barrio y es responsable de la Cooperativa de Limpieza que depende del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. También fue denunciada Anahí Espada Villarreal que también forma parte de dicha cooperativa.