Por Juan Alberto Pérez
El hecho sucedió el viernes pasado en el barrio Los Cortaderos, al noroeste de la provincia. Según denuncian desde la organización La Poderosa, el policía Luis Carrizo violó a una niña de 15 años, integrante de la asamblea barrial.
El violador ingresó a la casa de la niña. Haciendo uso de la fuerza la sometió al silencio y abusó de la joven. El comunicado de La Poderosa que se difundió en las redes marca que el Carrizo fue sorprendido en pleno acto por una tía de la joven a la que también sometió por la fuerza. Acto seguido se atrincheró en su casa no sin antes amenazarlas a punta de pistola.
Los vecinos indignados por tal acto atacaron a piedrazos la casa del violador, pero en un acto de defensa corporativa llegó la Guardia de Infantería a reprimir a las víctimas, como sucede muy a menudo. Tampoco dejaron registrar los hechos, con amedrentamiento a periodistas y a vecinos.
La madre de la víctima manifestó a medios provinciales «¿Qué podemos hacer en estos casos? Es policía, lo van a llevar y lo van a soltar porque son así los policías». Por otra parte una vecina expresó que la represión inició cuando los vecinos quisieron denunciar en los medios el hecho.
Desde La Poderosa manifiestan que la joven sufría amenazas por parte de Carrizo desde hace meses. Amenazas que lamentablemente este ser detestable llevó a cabo este viernes. Los medios locales replicaron las versiones policiales sobre una supuesta batalla entre vecinos, ya que el violador era vecino de la víctima, sin poner el acento en lo sucedido y en remarcar que el culpable fue un uniformado.