“LOS ASESINOS DE AYER NO PUEDEN SER LOS SALVADORES DE HOY»

Por Juan Alberto Pérez

El presidente electo, Alberto Fernández, se reunió con el ex presidente Eduardo Duhalde y ponderó su breve y represivo paso por la primera magistratura. Hablamos de un personaje de los más oscuros y maniqueos de la política nacional. Esto despertó el malestar del Frente Popular Darío Santillán por la sucesión de gestos de legitimación del futuro presidente a las figuras que han sido responsables políticos de la Masacre de Avellaneda en 2002. “Le exigimos al presidente electo que se comprometa con la demanda de justicia de los familiares y compañeres de Darío Santillán expresó el FPDS.

“Es con todos” manifestó en campaña el ahora presidente electo Alberto Fernández. Esta llamada a la unidad creíamos era una convocatoria a diversos sectores de la sociedad que aunque fueran antagónicos puedan llegar a una unidad táctica para pasar la crisis económica que vive la Argentina. Sin embargo, la aparición de algunas figuras alrededor del presidente electo generan cierta duda y repensar la idea instalada de “Volveremos para ser mejores».

Felipe Solá, posible Canciller de Alberto, responsable político de la Masacre de Avellaneda

Uno de los principales voceros de Alberto Fernández desde los primeros días es el ex gobernador bonaerense Felipe Solá. Este ha sido una figura controvertida dentro de la mirada de las organizaciones sociales ya que cumplía funciones aquel 26 de junio de 2002 cuando la policía a su cargo reprimió con ferocidad la movilización popular en Avellaneda y asesinó a Maximiliano Kostecki y Darío Santillán. Solá se ha reciclado durante todos estos años y hoy se presenta como futuro Canciller de la nación, por lo que será responsable de la diplomacia, aquella que no tuvo cuando decidió imponer a la fuerza la contención de la manifestación popular.

Fernández se reunió ayer con el ex presidente Eduardo Duhalde

Dentro de ese intento de mostrarse abierto y receptivo para con todo el arco político, y sobre todo, intentando crear capital político propio dentro del PJ, Alberto Fernández mantiene una serie de reuniones con distintos dirigentes políticos para lograr apoyos. En ese marco recibió ayer por la tarde a Eduardo Duhalde, el ex presidente hoy devenido en un cadáver político. Alberto expresó que Duhalde “sacó al país del infierno y allanó el camino para volver a crecer». Sin embargo, hay que decir que en ese intento por sacar de las “llamas” al país Duhalde quiso apagar el fuego con sangre. “Si se hace un monumento al bombero tendría la cara de Eduardo” expresó Fernández. Dicho bombero con la idea de poner “orden» y evitar así los piquetes, que se sucedían en aquellos días de 2002 porque los desocupados se contaban de a cientos de miles y la pobreza y el hambre era la realidad de las familias argentinas, dio órdenes estrictas de represión a los manifestantes. Así fue que su gobierno no pudo resistir tras el crimen de Kostecki y Santillán.

Desde hace ya 17 años que se busca justicia por Darío y Maxi. Los responsables políticos, quienes fueron partícipes necesarios para aquella masacre, aún no pagan por sus culpas. Al conocerse la noticia de la reunión Fernández-Duhalde el FPDS emitió un comunicado en el que le señala al próximo presidente remarcando la necesidad de justicia para los familiares y amigues. “La designación de Felipe Solá como Canciller y la reunión con Eduardo Duhalde nos enciende una luz de alerta» manifiesta el comunicado. “Alberto Fernández debe escuchar las voces de las organizaciones del pueblo, al mismo tiempo que arbitre los medios necesarios para viabilizar y encontrar la justicia en este caso tan emblemático en la historia reciente de nuestro país” continuó la manifestación pública del frente social que encara la lucha por justicia que cierra con una frase lapidaria “Los asesinos de ayer no pueden ser los salvadores de hoy»

Deja un comentario

Descubre más desde comunicación popular

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo