“HAY UNA JUSTICIA COMPLICE DE GENOCIDAS”

El Tribunal Oral Federal de Tucumán resolvió el día viernes la absolución de Cesar Milani, ex jefe del Ejército del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, acusado de ser cómplice de la desaparición forzada del soldado Alberto Ledo en 1976 en la provincia de Tucumán, mientras cumplía el servicio militar. El capitán Sanguinetti, el otro acusado, fue sentenciado a 14 años de prisión, con arresto domiciliario. Al concluir la  audiencia Graciela Ledo, hermana del conscripto, señaló «Hicieron caso a los argumentos de la defensa de Milani y no a las víctimas de genocidio como somos nosotros. Hay una víctima más que ha quedado sin la memoria y la justicia que le corresponde».

Por Federico Paterno

Hubo dos querellas a lo largo del juicio compuestas por la Secretaría de Derechos Humanos a cargo de Pablo Gargiulo y Claudio Orosz, y la de la familia Ledo, representada por Viviana y María Elisa Reinoso y Adriana Mercado Luna. Graciela Ledo hermana del joven desaparecido dijo al terminar el  juicio » Estoy profundamente decepcionada de la justicia cómplice de los genocidas, esta sentencia es una vergüenza”.

El tribunal estuvo integrado por Gabriel Casas (presidente), Carlos Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal (subrogante). Cabe destacar que la familia Ledo pidió seis años de prisión para Milani y perpetua para Sanguinetti.

Alberto Ledo ingresó en febrero de 1976 al batallón de Ingenieros en La Rioja, en el mes de mayo en el marco del operativo Independencia lo trasladan a Tucumán. En la madrugada del 17 de junio de 1976 fue sacado del campamento de la Escuela de Comercio por orden de Sanguinettii, nunca regresó. La información que dio Sanguinetti fue que Ledo había desertado. El acta de deserción fue firmada por Cesar Milani, según afirma la querella.

La periodista Luciana Bertoia es quién siguió el caso Milani desde su inicio con mayor detención. Entre sus notas sobre este tema advirtió datos punzantes como por ejemplo: Milani se separó de lo que había dicho en entrevistas y declaraciones públicas anteriores:

– En 2013 le dijo al periodista Raúl Kollmann, de Página/12, que había firmado el expediente por la deserción de Ledo, que era una tarea que a los subtenientes les tocaba por azar.

– En 2014 le dijo al CELS que había confeccionado el acta por pedido de Sanguinetti y que se encontraba en Famaillá – a 30 kilómetros de Monteros, donde desapareció Ledo. También que había confeccionado el acta con la información que le había facilitado el sargento ayudante Roberto Lotero.Graciela Ledo

– En 2016, en una entrevista en Radio del Plata, fue más ambiguo, pero no negó haber hecho el acta. “El acta original no existe. El acta de deserción era un acta administrativa que hice a 40 kilómetros del lugar de los hechos, y pasados diez días. Yo no recuerdo haber intervenido en dicha acta, pero no descarto haberlo hecho”.

Bertoia en su nota explica un dato fundamental para entender la desaparición de Ledo : Los Ledo habían sido marcados por su participación en la pastoral Enrique Angelelli y eran tildados de marxistas. Graciela vio por última vez a su hermano Alberto en 1975 justo antes de exiliarse en Buenos Aires, donde desempeñó la docencia. En esa última charla, Alberto –cuatro años menor que ella– le dijo que él también quería enseñar. Estudiaba Historia en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y militaba en el centro de estudiantes. Integraba o simpatizaba con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Los fundamentos de la sentencia los darán a conocer el 5 de diciembre a las 18hs. La justicia para la familia Ledo es fraccionada y no cumple lo esperado, la impunidad ante la desaparición forzada no debe detenerse nunca mas. La violación de derechos humanos en dictadura continua siendo una deuda de la democracia. La familia Ledo es victima de esa justicia cansina que nunca llega.

 

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