Por Juan Meza
El gobierno de Mauricio Macri, quien dejó de ser el presidente de los argentinos el pasado 10 de diciembre, se llenó hablando la boca de “la pesada herencia” allá por el 2015 cuando había asumido. Hoy “la pesada herencia” que deja ese gobierno se hace carne, y la primera empresa que cierra post-Macri es Zanella.
Que la pobreza y la desocupación van creciendo de la mano no es noticia. Que cierre una fábrica en estos días, lamentablemente, es moneda corriente. La caída en los salarios se traduce a menos dinero que circula en la calle, y eso lo sabe bien Walter Steiner, dueño de la fábrica de motos Zanella, quien no solo no puede resistir a la crisis en la que nos dejó Mauricio Macri, sino que a los empleados despedidos quiere pagarles las indemnizaciones en 8 cuotas y la mitad de lo que les corresponde. Esta práctica, que intenta llevar a cabo el CEO de la fábrica Zanella, es ilegal y fue denunciado por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM)., El secretario adjunto de la seccional Tres de Febrero de la UOM, Ariel Torres, declaró que “a Zanella nunca le aprobaron el procedimiento preventivo de crisis, sin embargo, ofrece a los trabajadores pagarles el 50% de la indemnización en ocho cómodas cuotas, eso es ilegal. La gente está desesperada, fueron despedidos en octubre y aún no cobraron lo que les corresponde”.
La empresa primero cerró su sucursal de Mar Del Plata, luego despidió a más de 30 trabajadores en la fábrica de San Luis, y en Cruz del Eje, en Córdoba, también cerró la puerta. La fábrica que tenía abierta sus puertas aún en Caseros. Despidió a 75 personas.
La situación para los trabajadores es desesperante, no solo no le pagan el total de la indemnización, sino que lo quieren hacer en 8 cuotas. “como es ilegal que nos paguen la mitad, ahora nos están llamando para que firmemos en Ciudad Buenos Aires. Algunos tienen más de treinta años, hace cuatro meses que no recibimos ni el sueldo, ni las indemnizaciones, estamos endeudados y ni sabemos cómo pasaremos las fiestas”.
La Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) anticipó que debido al cierre de Zanella puede haber efecto derrame y deja miles de personas sin empleo que trabaja n en concesionarias, prestadores de servicios y proveedores.
La empresa, con Steiner a la cabeza, llamó a una Asamblea General Accionista donde intentará vender su marca, mientras vende y remata maquinarias y motos y ofrece el 50% de indemnizaciones en cuotas.
Zanella sobrevivió a la crisis del 2001. Ahora no logra sobrevivir la crisis en la que está inmersa la Argentina y su dueño, fiel al estilo en los tiempos que corren, juega con la desesperación de los trabajadores.

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