Por Redacción ANCAP
Murió impune el cura Eduardo Lorenzo, el sacerdote estaba acusado de corrupción de menores y abuso sexual de al menos cinco adolescentes entre 1990 y el 2008.
Una vez más la complicidad de la iglesia católica y un Estado impune que no interviene.
Se quitó la vida antes de su detención. Lorenzo fue ex capellán del Servicio Penitenciario bonaerense. Puso fin a su vida de un disparo en la tarde del lunes.
Estuvo hasta sus últimas horas de impunidad en una sede de Cáritas, ese lugar donde se ofrece ayuda a miles de niños y niñas.
La jueza Marcela Garmendia, de La Plata, había ordenado su detención ayer por la tarde. No paso un solo día en la cárcel, una victoria de la impunidad, y un amparo que no claudica por parte de un poder tan grande como lo es la iglesia católica, que ampara y protege a curas abusadores. La solución nunca es un traslado hacia otros lugares, cambiar de ciudad o provincia, la solución es la cárcel común y efectiva