NO HAY LUGAR PARA “DAR VUELTA LA PÁGINA”

Por Juan Alberto Pérez
El viernes 22 de febrero, con motivo de despedir un contingente militar que partía rumbo a Chipre en una misión de paz, el presidente de la nación, Alberto Fernández, dio un discurso en el que llamó a “dar vuelta la página” en la relación de la sociedad con las FFAA, y marcó que por las “inconductas” de algunos oficiales no hay que culpar a las instituciones. En un intento de lavar la imagen de las fuerzas el presidente, ¿intencionalmente o por error?, se llevó puesto verdades establecidas como el genocidio, el plan sistemático de desaparición y exterminio, e incluso el continuo reclamo por la verdad que hasta el día de hoy sigue pendiente.


Si hay algo que no se puede negar es que el presidente, Alberto Fernández, es un tipo pragmático. A dónde va dice lo que los otros quieren escuchar, incluso sin ponerse colorado ante las contradicciones. Así pasó con la cuestión del aborto, dónde coincidió con el Papa Francisco en la “protección de las vidas”, y luego anunció el proyecto de ley que se envió al Congreso para legalizar la IVE; pasó con el FMI y la deuda, en dónde salió a apoyar el discurso de Cristina Fernández sobre la necesidad de “investigar” la deuda y promover una “quita”, pero también tuvo expresiones complacientes con la misión del fondo en el país y hay silencio de radio en cuanto a la investigación de la deuda; y así también sucedió con estas expresiones sobre las FFAA.
En un intento de generar una supuesta “reconciliación” entre sociedad y la institución que secuestro, torturo, despareció y robó bebés, el presidente cayó en una encerrona con sus propias palabras que por supuesto, generó mucho malestar y lo obligó a aclarar su posición. Y es que hablar de que hubo “inconductas” en los años más oscuros de la historia argentina es por lo menos desconocer que hubo un plan sistemático de exterminio de personas, que además se expandió en toda la región. Además, no hay posibilidad de “dar vuelta la página” como pidió el presidente, mientras todavía no se sepa el paradero de miles de desaparecidos e hijos e hijas robados. Si bien, es cierto que un oficial que no supere los 40 años no puede ser apuntado como partícipe del genocidio de la dictadura, no es menos cierto que las fuerzas que los forman son las mismas. Asimismo, las prácticas que en la actualidad persisten, rememoran a las prácticas de la dictadura. Cuando la Gendarmería persigue y participa en la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, cuando efectivos del aparato represivo del estado asesinan a Rafael Nahuel, cuando la Policía mata por la espalda a un pibe en algún barrio, cuando se reprime la protesta social, cuando se torturan a los presos en los centros de detención, se demuestra que las peores prácticas de la dictadura están vigentes. Ahí se hace difícil el “dar vuelta la página”.
Norita Cortiñas, ya todo un símbolo de la lucha popular, y ejemplo ético de nuestro país, sostuvo una postura muy crítica sobre las declaraciones de Alberto Fernández:“No tenía ninguna necesidad de decir una cosa semejante. Es un gesto negacionsta. De acá en más ya sabemos como tenemos que seguir, como lo hicimos siempre, en las calles reclamando Memoria, Verdad y Justicia. Nosotros no vamos a dar vuelta la página. Los dichos del presidente muestran que será un buen abogado pero nunca vinculado a la defensa de los ddhh”. Por supuesto que no todos los referentes de Ddhh tienen la misma postura al respecto, por su parte la Asociación Madres de Plaza de Mayo en comunicado, firmado por Hebe de Bonafini, expresó su apoyo a los dichos del presidente. Manifestó acordar en sus expresiones en cuanto la reivindicación de “nuevas fuerzas” que nada tienen que ver con la dictadura y que “están integradas por personas que nacieron hace 20, 30 o 35 años” y cerró con la afirmación que “Estamos de acuerdo con reconocer y reivindicar a esas nuevas FFAA porque sino nunca las vamos a tener de nuestro lado”.
Al ver el revuelo que se generó por sus declaraciones el presidente tuvo que salir a aclarar sus expresiones en un comunicado en la red social Twitter. “Hice alusión a que ahora la totalidad de la oficialidad de de nuestras FFAA habían surgido en democracia. En ese momento celebré ese dato. De aquí en más, no deberemos analizar si alguno de nuestros oficiales participó de las sistemáticas violaciones de derechos humanos que fueron parte del genocidio que padeció nuestra Patria entre 1976 y 1983. Por eso dije que podíamos “dar vuelta la pagina”. Entre nuestros oficiales ya no quedan partícipes activos o complacientes del terrorismo de Estado. Hablé también de las inconductas de muchos oficiales que en el pasado fueron parte de ese perverso accionar. Esas inconductas fueron delitos atroces que determinaron horribles e imperdonables padecimientos a miles de personas. He visto que mis palabras han herido la sensibilidad de las víctimas. Nunca quise causar en ellas el más mínimo dolor. Saben que en mi solo cuentan con alguien que siempre las va a acompañar en la búsqueda de la verdad y en la imposición de justicia sobre los culpables. Hago esta aclaración ante el reproche que algunas víctimas de la dictadura me han hecho por lo que dije. Veo que no use las palabras pertinentes. Disculpas por ello” manifestó el presidente al tiempo que cerró “Pero no quiero que nadie dude de mi compromiso en favor de la verdad y la justicia. No quiero pasar por distraído ante la queja justa. Que un error mío no nos divida. Que nadie dude en qué lugar estoy parado. Que nadie crea que niego el horror vivido. Como siempre debemos estar unidos para que el “nunca más” que pregonamos sea “nunca más” en la Argentina”.


En continuidad con esa actitud camaleónica que muestra el presidente, en su intento de mostrarse complaciente con la audiencia a la que se dirige, no termina de dejar en claro cuál es su verdadera postura, y no es definitivo en su aclaración. Cabe aclarar que estas expresiones llegan en un muy mal momento. Durante el macrismo creció mucho el discurso por fuerzas armadas, negacionistas del terrorismo de estado y deslegitimador de las víctimas del genocidio. Aún más, la justicia está otorgando prisiones domicilarias a genocidas condenados que prenden las alarmas de todes. Este 24 de marzo en las calles se hará escuchar toda la indignación por estas circunstancias.

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