Por Barbar Bru
Fotos Barbar Bru
Las calles del centro porteño y la zona del Congreso se inundaron de mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries. La marea verde fue una verdadera multitud marchando y exigiendo “nos queremos vivas” y con la consigna “la deuda es con nosotres, no con el FMI ni las iglesias”, en el marco del para internacional de mujeres.
No se puede dejar de resaltar la masividad y unión que hubo ayer, es increíble la cantidad de mujeres que integramos esa marea, pero al ver esto también tengo que decir que faltaron muchas. Faltaron las que continuaron con sus actividades que no pudieron asistir por diversos motivos. También sabemos que a muchas trabajadoras no se les permitió realizar el paro en sus trabajos. ¿Qué podemos hacer para que el próximo año puedan estar? Amas de casa que no pudieron dejar sus tareas por falta de actores que cuiden a pequeños/grandes y realicen sus actividades cotidianas. Otras tantas ni siquiera conocen, comprenden o comparten la razón del paro ¿Cómo podemos hacer para que se sientan parte?
Vi también chicas durmiendo en las calles que miraban desde afuera y no se sentían incluidas de este espacio. Quiero un movimiento feminista que observe, escuche y pueda integrar a todas ellas, a muchas más, nos falta llegar a muchas más.
Por otro lado, la búsqueda de desaparecidas y el pedido de justicia por las que ya no están fue una exigencia que no cesó.
El miedo y la urgente necesidad de que podamos desterrar esta palabra de nuestra cotidianeidad fue otra constante replicada en miles de carteles y cuerpos.
Lo que pasa en nuestro país no son casos aislados y tampoco es algo autóctono, sino más bien, es una problemática mundial, donde el patriarcado es quien nos explota en nuestra condición de pobres y de mujeres y desde nuestros espacios, juntas y unidas pudimos levantarnos y hacernos ver y escuchar. El Estado opresor es un macho violador y la estructura de esta sociedad enferma la vamos a tirar.
Para comentar debe estar registrado.