ESTADO DE SITIO DISFRAZADO DE CUARENTENA

Por Juan Alberto Pérez

Si no entran con la razón, va a entrar con la fuerza” fue la frase del presidente Alberto Fernández respecto de los que no respetan la cuarentena por el coronavirus. Si bien hay un masivo acatamiento a la medida tomada como forma de prevención para la propagación del virus, los medios de comunicación hegemónicos están bombardeando con mensajes de alto nivel represivos sobre los pocos inconscientes que salen a la calle sin permiso ni necesidad. Lo cierto es que las calles están vacías, sin embargo, hay una obsesión por poner con placas rojas y escrachar a todo aquel que infringen el decreto. Esto genera una concepción en la opinión pública que empieza a moverse hacia discursos de alto nivel represión, algo que, como lo habíamos anticipado, es tomado como un cheque en blanco por parte de las fuerzas represivas del estado. Día a día se repiten los videos virales de las fuerzas hostigando, reprimiendo y torturando personas en las calles. Sobre todo en los barrios populares. Mientras tanto, el discurso del gobierno recrudece y se recuesta sobre preceptos manoduristas.

Hoy Argentina vive en un virtual estado de sitio. La cuarentena obligatoria es utilizada para sacar a las calles a todo el aparato represivo del estado, que tomándose de los discursos públicos de los principales dirigentes políticos, han salido a hacer de las suyas. En todo el país hasta el día de ayer había 43 mil personas detenidas, de las cuáles 41 mil fueron liberadas y más de 2 mil siguen detenidas, según datos del Ministerio de Seguridad, que dejó de actualizar en las últimas horas. Lo que preocupa son los métodos utilizados para llevar adelante dichas detenciones, en las cuáles se utilizan procedimientos verdaderamente inhumanos. En Palpalá, Jujuy, par evitar el hacinamiento en las comisarías se hacen unos corrales, como si fuesen animales, en donde se encierran a los detenidos al aire libre. En Corrientes utilizan un método similar.

Jaulas en Palpalá, Jujuy
Corrales en la provincia de Corrientes

Otro método de las fuerzas es el hostigamiento en los barrios. Ya recorren las redes varios videos donde se ven a uniformados corriendo a los pibes, o amenazando con alto parlantes y no sobran las verdegueadas. En la villa 1-11-14 del Bajo Flores es una seria demostración de este accionar, donde la Gendarmería, fuerza torturadora si las hay, llevó a dos chicos no mayores de 20 años, en cunclillas y con las manos en la nunca, hasta la puerta de las casas. También hubo videos de la misma policía jujeña desalojando un plaza a los tiros y la policía tucumana disparando desde arriba de los móviles mientras corrían a un grupo de personas. Es decir, se desató una feroz cacería a lo largo y ancho del país. Según informó Correpi, que sigue al día este tipo de casos, los efectivos que realizaron estas torturas fueron separados de las fuerzas, sin embargo, su delito es mayor y deberían responder por ellos.

Además, crece el hostigamiento en los barrios. Ayer se denunció que una referente del FOL encargada de merenderos en Tucumán, fue retenida por las fuerzas que no le permitían la circulación a pesar que su labor está dentro de las excepciones denominadas “actividades esenciales”. Si bien presentó el certificado para transitar, la retuvieron durante un largo tiempo y luego de amenazas con no dejarla transitar la terminaron dejando pasar.

Asimismo, se supo que el ministerio de seguridad está convocando a personal superior retirados de las fuerzas para que se incorporen a las tareas que prevé el DNU 297/2020. Entre estos efectivos puede utilizarse a oficiales con causas en trámites. Es decir que, acusados con condenas pendientes por causas de gatillo fácil podrán volver a las calles.

Argentina está pasando tiempos difíciles y las principales ciudades están verdaderamente militarizadas. Aunque el presidente se niegue a decir que es necesario un estado de sitio, esto sucede de facto. Los accesos entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires están sitiados, la imagen es casi bélica. Los controles son excesivos en la forma en la que se trata a las personas, y el escrache y escarnio público para los retenidos hace recordar páginas del libro 1984, de George Orwell.

Esta situación que parece extenderse en el tiempo cuenta con la legitimación del espectro político. El presidente de la nación, Alberto Fernández, manifestó que “caerán con toda la fuerza” a quién no se auto aísle. La ministra de seguridad de la nación, Sabina Frederic, manifestó que serán “inflexibles” con quién no cumplan la cuarentena.

Desde Correpi alertan sobre esta situación y expresaron que “En este contexto de excepción, la represión o medidas aún más extremas que algunos reclaman o pretenden implementar de hecho, como el toque de queda o estado de sitio, no sólo no frena la pandemia, sino que suman una carga más sobre las ya exhaustas espaldas del pueblo trabajador”.

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