Por Lidia Baran
La pandemia del COVID-19 en Chile frenó, por el momento, las movilizaciones y las muestras de un pueblo que busca cambiar lo que Piñera sostiene dentro de la educación, la salud y la cultura Popular. El lema que inicio las protestas fue: Chile Despertó, hoy ese lema se sostiene y no se apaga a causa de un virus. Es por eso que traemos en ANCAP, el testimonio de quienes desde Chile, continúan con la idea y la resistencia más firme que nunca. Ese mar de fueguitos que supo señalar Galeano, trae desde Chile estás palabras para compartir. En esta entrega es el de Alejandra Perez
¡Comenzó así! En octubre el primer día del salto del torniquete, estaba en casa recuerdo mi felicidad fue gigantesca por primera vez sentía que esto no iba a parar, los secundarios comenzaron lo que muchas personas no nos atrevíamos pues está súper claro eso de la generación que creció con miedo, soy una de esas que pureaba en redes sociales contra nuestro sistema, pero no sabía cómo sacarlo al mundo.
El primer día pensé que llegaría las 12 de la noche y esto pasaría, pero no fue así esto continuo y en noviembre con mucho susto me atreví a salir a la calle a reclamar y a decir que éramos muchos que teníamos el descontento atrapado en nuestro ser. Llegué a Plaza de la Dignidad con temor y mucho respeto para quienes ahí estaban con el paso de los días fui una más calculada en un metro cuadrado. Yo sin polera mostrando mi pecho desnudo con cicatrices y sin senos por mi Cáncer, recibí abrazos de esos que te dejan sin respiración escuché relatos que carcomen el alma, pero cada uno de esos me hizo sentir que tenía que volver cuántas veces fuera necesario por qué necesitamos un país más equitativo con más empatía no podemos seguir aguantando robos que las platas quedan en unos pocos mientras nuestro pueblo tiene hambre una educación discriminadora y pensiones de vejez vergonzosas. Somos y tenemos el deber moral de hacer que esto cambie. Los ojos, las torturas violaciones y actos feroces hacía nuestros compañeros no pueden quedar ahí.
Hoy en día tenemos a un presidente que es en la realidad un Gerente que vela por los que tienen a nuestro país en sus bolsillos mientras el pueblo tiene que salir a trabajar en micros y metros no evitando así el contagio por qué si no trabajamos no hay para comer por qué el Estado no se preocupó de asegurar el sustento y necesidades básicas de nuestras familias y aún más les dio todo el apoyo a las Empresas para dejar de pagar sueldos.
¡Hasta cuándo nos dividen entre los que tienen y los que no!
Carabineros una Institución manchada con sangre perdió todo nuestro respeto y credibilidad siguen con sus pactos de silencio haciendo ver culpable a nuestro compañero Gustavo Gatica por tener una piedra en sus manos nos quieren hacer creer que una piedra es equivalente a disparar a los ojos y dejarte ciego. No me cansaré no nos cansaremos hasta conseguir un mejor país para nosotros. Estamos descansando protegiendo a nuestras familias no nos quedamos dormidos por qué costó tanto encontrarnos que esta vez no nos separaremos.