«SI NO HAY MUERTOS ES PORQUE ESTUVIMOS BANCANDO TODO ESTO A PULMÓN»

Por Juan Alberto Pérez

La pandemia del COVID-19 está haciendo estragos en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires. El maratónico aumento de las cifras de contagiados pone en evidencia la deficiencia de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Con el Barrio 31 como epicentro del coronavirus, otros barrios de la Ciudad pelean a través de la organización de los vecinos para evitar el desastre.

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Según los datos oficiales de este jueves se tocó el récord de positivos en el país. 648 nuevos casos se sumaron en las últimas 24 horas y ya se registran 9931 positivos desde que inició el contagio. De los 648 casos 379 se detectaron en CABA. Así la ciudad ya porotea 4718 casos y 162 muertes.

Impulsado por los casos registrados en los barrios populares, ya suman 1877 casos, es el epicentro del virus en el país. El hacinamiento, la falta de agua, de cloacas y de servicios públicos, sumado a un desprecio manifiesto de los funcionarios gubernamentales, en diferentes barrios se viven situaciones que generan escalofrío de sólo pensarlas.

Los vecinos del barrio Villa 21-24 se encuentran denunciando la irresponsabilidad del gobierno de la Ciudad en la aplicación del plan Detectar para el testeo de posibles casos positivos, además, de denunciar que son arrojados en hospitales sin medidas, ni protocolos de aislamiento y distancia social. El barrio cuenta con 73 casos confirmados, y aunque no está cerca de los 1225 del Barrio 31, les vecines no quieren que las autoridades desatienden sus necesidades. ANCAP dialogó con Flavia Romero, referente de la Junta Vecinal de Villa 21-24 que informa sobre las denuncias y la situación del barrio.
Esta semana iniciaron los testeos masivos en Villa 21-24 en Barracas, y les vecines apuntaron contra los funcionarios de Larreta por el manejo de las personas. “Después de dos meses que venimos hablando con el gobierno de la Ciudad, que no nos dan respuestas, ni siquiera tienen un protocolo para los barrios populares” manifiesta Flavia y explica lo sucedido el lunes, en la primera jornada de testeos: “Los vecinos y vecinas una vez que se hacían el test tenían que esperar en una sala, enfrente del CEMAR, que sería en la Casa de la Cultura que hay acá en el barrio. Se hicieron los testeos al mediodía, y eran las 10 de la noche y seguían esperando el resultado en una silla, todos amontonados, con niños junto a casos positivos y estrechos. Después de las 10 de la noche los llevaron en un micro todos amontonados y los pasearon por todos los hospitales. Eran rebotados porque no había camas, y tampoco había un listado de quienes tenían que ser derivados. En consecuencia los terminaron llevando al Ramos Mejía” relata Flavia.

Desde las organizaciones difundieron un video en el que se ve a un grupo de mujeres reclamando por las condiciones en que eran atendidas dentro del Ramos Mejía. “Las vecinas denunciaron que hasta el otro día seguían estando en una situación deplorable. Hubo un abandono total del gobierno de la Ciudad hacia las vecinas del barrio. Lo que pasaron fue horrible. Volvieron a poner en el mismo lugar casos positivos con contactos estrechos. Había vecinos que estaba a la espera de saber si eran positivos o no, pero estaban con gente diagnosticada positiva» narra Flavia Romero.

Este calvario produjo que las organizaciones sociales que trabajan en el barrio se movilizarán para reclamar un trato adecuado para con la gente. “El día martes salimos a instalarnos en la sede de la Casa de la Cultura. Ahí también había otros 15 vecinos a la espera de que los empiecen a trasladar. Nos plantamos y les dijimos que de ahí no se iba a ir ningún vecino si no le aseguraban que irían a un lugar donde estén aislados, con sus hijos, y que estén en un espacio limpio, les den comida y todas las necesidades que un ser humano tiene. Pudimos lograr que a esos 15 vecinos los llevaran a un hotel en la calle Esmeralda al 527. Igualmente, para asegurarnos que los lleven al destino que prometieron algunos compañeros siguieron el micro con un auto hasta el hotel” explica la referente de la Junta Vecinal y reflexiona “Además de que estamos sufriendo con el virus tenemos que estar recibiendo este maltrato del gobierno de la Ciudad».

Es que lo que subyace en el reclamo son las diferencias en los tratos que tienen desde el gobierno para con personas que viven en los lugares acomodados de la ciudad, o aquellos que volvieron del exterior, con las personas que habitan los barrios populares. “Nosotros somos seres humanos. Nos merecemos los mismos derechos que las personas que viven en Recoleta, que los que tienen plata. A ellos si se los llevan en ambulancia, los llevan a un hotel y con todos los privilegios. Sabemos el odio que le tiene a los pobres el gobierno de la Ciudad. Por eso le decimos que se hagan cargo de la situación. Si hoy no hay muertos en la Villa 21-24 es porque las organizaciones estuvimos bancando todo esto a pulmón, porque si fuera por el gobierno no les importa nada lo que nos pasa a nosotros” manifestó Flavia.

Lo que vive el Barrio 31 desde que se detectó el primer caso de coronavirus es una catástrofe provocada por la inacción estatal. Con los últimos datos que hablan de 1225 casos es el centro de la pandemia en los barrios populares. Por eso les vecines de la 21 pelean para no sufrir el mismo destino. “Tuvimos que luchar para que se hagan los testeos masivos acá porque no querían hacerlos. No queríamos que pase lo que pasó en la 31” expresó Romero.
La cuestión de las necesidades básicas insatisfechas en los barrios es una constante que ningún gobierno resuelve. Actualmente el acceso al agua se hace indispensable para higienizarse y así combatir al virus, pero en la Villa 21-24 se registran faltante de agua en las viviendas de muchos vecines. “¿Cómo hacemos para combatir el virus si no tenemos agua en varias manzanas? Los vecinos tienen que salir a otros lugares a conseguir un balde de agua para higienizarse. La verdad que estamos padeciendo esta situación hace mucho tiempo. Ahora te hacen la propaganda desde el gobierno de la Ciudad, pero ¿Cómo lo combatimos al virus acá?” expresa Flavia Romero y continúa su explicación “Parecería que es a propósito. En varias manzanas no tenemos agua, y lo venimos sufriendo hace mucho tiempo este problema. Tanto eso como la luz, las cloacas. Por eso salimos a denunciar, por eso salimos a las calles a luchar, porque si no hacemos eso nos tienen re abandonados. La lucha es en la calle para que el gobierno vea que nosotros existimos. Porque para el gobierno no existimos. Por eso tenemos que salir a luchar”

Otra gran problemática que se vive en la Ciudad es el dengue. Los casos aumentan exponencialmente. Al 12 de mayo, último dato oficial, había 1578 casos en la Ciudad, con 438 el barrio 21-24 es el más afectado. Por eso cobra importancia la denuncia de les vecines del barrio ante la falta de fumigaciones. “Las fumigaciones en las calles las estamos haciendo nosotros a pulmón, no la está haciendo el gobierno. Tuvimos que salir a fumigar los pasillos y las calles. Hay muchos casos de dengue. Es una gran problemática que tenemos. El gobierno dejó de hacer fumigaciones y descacharreros poniendo de excusa la pandemia. Pero la realidad es que el dengue sigue avanzando acá en el barrio, no se terminó eso» marca Flavia Romero.

El reclamo es claro y preciso: “Que el gobierno se haga cargo de la realidad. Que baje los insumos, que trabaje como tiene que trabajar acá en el barrio. Nosotros somos los más necesitados, los más humildes y el gobierno se olvida de nosotros” cierra Flavia Romero de la Junta Vecinal de Villa 21-24.

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