“SE CRIMINALIZA LA PROTESTA DE LOS POBRES”

Por Juan Meza

 El pasado 17 de agosto, no sólo fue el aniversario por la muerte del General José de San Martín, sino que fue también una jornada de movilización por una parte mínima del pueblo, representados políticamente por la oposición, salieron a reclamar por su libertad y otras premisas que se confunden entre pro vida, Bill Gates, 5G, Coronavirus y su vacuna. La policía no sólo no intimidó a nadie, sino que cuando apareció la ex Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, le hicieron la venia. La semana anterior, vecinos autoconvocados, junta vecinal, organizaciones sociales de la villa 21-24 y Zavaleta junto al Padre Toto de la parroquia Caacupé, realizaron una conferencia de prensa cortando la Avenida Iriarte. La policía llegó para intimidar y amenazar. Para entender las dos caras de una misma moneda, la protesta, conversamos con el Padre Toto, a quien la policía, intentó labrarle una contravención por cortar la calle.

La fuerza y el empuje de un sector de la sociedad, a la los medios masivos de comunicación, le ponen la cámara y el micrófono, para contraponer fuerzas a éste Gobierno, ya no tiene grises ni enconde la palabra, cuestionan la democracia abiertamente. Tienen la ventaja que el Gobierno, no sólo tiene que lidiar con el país prendido fuego que dejó Mauricio Macri sumado a la pandemia, sino que es su propio enemigo haciendo anuncios victoriosos y luego echándose para atrás, por presiones de los sectores de poder. El lunes salieron a la calle, en autos lujosos, para reclamar por una lista muy variadas de cosas que elles creen que van en contra de su libertad, desde “Vicentin”, pasando por “el virus es el marxismo” hasta “la vacuna las hacen con fetos de bebé”. El agite en redes sociales para que esto sucediera el lunes fue en gran medida por los actores políticos embanderados con los colores del Pro y Juntos por el Cambio. Desde Macri, en Francia, (hoy en Suiza), hasta Patricia Bullrich y el Beto Brandoni, quien supo, alguna vez, ponerse al frente del sindicato de actores y hacerle frente a la Junta Militar, en el último golpe de Estado. Aquella junta que representaba los intereses de una clase acomodada que operaba desde las sombras, a la que hoy justamente Brandoni defiende. La cita se dio en todo país, y la mayor concentración estuvo en el Obelisco, allí se vieron autos de alta gama, deudores natos de patentes, con banderas argentinas y pancartas varias. La policía hizo su trabajo, cuidar a la clase que más los aplaude. Incluso cuando llegó Patricia Bullrich, quien se manifestó desde un auto, se vio a un policía hacerle la venia, como añorando ciertos tiempos oscuros.

Esa misma policía, es la que hizo su trabajo pero en otra protesta 4 días antes. En esa protesta no había autos lujosos, tampoco carteles contra la cuarentena y menos con la “falta de libertad”. Allí en Av. Iriarte, al Sur de la Capital, donde están las villas 21-24 y la Zavaleta, dónde reclamaban por falta de agua y luz. En esa jornada las fuerzas de seguridad hicieron un trabajo totalmente opuesto al que ofrecieron el día de la movilización, amedrentando a los sectores más postergados de una sociedad injusta. El 13 de agosto, vecinos autoconvocados, la junta vecinal, el Padre Toto de la parroquia Caacupé y organizaciones sociales, se reunieron para llevar adelante una protesta. Allí las fuerzas de seguridad, amenazaron con labrar una contravención si cortaban la calle.

En diálogo con Ancap, el Padre Toto, nos contó cómo fueron los hechos “Nosotros venimos desde hace tiempo con la falta agua y luz en la villa 21-24 y Zavaleta y con el Comité de Emergencia, la Junta Vecinal, los vecinos autoconvocados, después de tanto reclamar y no encontrar suficientes respuestas hicimos una conferencia de prensa por Facebook, hemos dado la página de Facebook de la parroquia de Caacupé, de la Junta Vecinal, del Comité de Emergencia y algunas agrupaciones dieron sus direcciones de Facebook, para que la prensa o los vecinos al final escucharan el comunicado nuestro, pero claro, como hay tanta efervescencia con este tema, se juntó un grupo de gente. Y cuando yo llegué estábamos organizando todo, y ahí fue que  la policía de la ciudad le dijo a uno de la Junta Vecinal, que si cortábamos toda la Avenida Iriarte, iban a tener que labrarnos una contravención, y yo le dije que me la hagan a mí, que haga figurar que yo era responsable de todo eso. Les dije que ellos hagan lo que tengan que hacer, nosotros íbamos a hacer lo que teníamos que hacer. Se cortó la calle igual, se hizo la conferencia de prensa y finalmente no se labró el acta, porque si no hubiera sido desopilante”.

Puso la mirada sobre las voluntades políticas de cómo acompañan las protestas de los uno y de los otros “Es una muestra de lo que es la criminalización de la protesta y también una muestra más de como las fuerzas de seguridad tiene una mirada distinta según el caso, ¿porque es un hecho delictivo? porque es un barrio que está pidiendo agua y luz, algo tan elemental, mientras pasan muchas otras cosas, en este barrio y otros lados, que la policía ponga la energía en eso, demuestra para dónde mira la fuerza de seguridad y para donde mira el Gobierno de la Ciudad, en vez de mirar la solución de las cosas mira esto y a contraposición de otras protestas como lo que fue el 17 de agosto, al menos que yo sepa, no hubo ninguna observación por parte de las fuerzas de seguridad”.

Para cerrar el diálogo con Ancap sentenció que “se criminaliza la protesta de los pobres. La protesta que defiende los intereses particulares, con visión liberal y egoísta de gente acomodada, esa nunca se va a criminalizar, porque en el fondo lo que se criminaliza es a la pobreza”.

 

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