DÍA DE LA Y EL MIGRANTE

Por Verónica González

Foto Osiris Martí

En el año 1949 y por el decreto Nº 21.430, se establece el 4 de septiembre como el Día del Migrante.

En la resolución de Senadores del 2008 se establece: Desde el año 1949, el día 4 de septiembre se celebra, el “Día Nacional del Inmigrante”, establecido por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 21.430. Nuestro país creció de la mano de inmigrantes que dejaron su tierra, con una valija cargada de esperanza. Por esos motivos se festeja su día, con el fin de cultivar las tradiciones de las distintas colectividades que viven en nuestro suelo. En esta fecha se recuerda el 4 de Septiembre de 1812 cuando el primer Triunvirato firmó un decreto que decía “(…) el gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio (…)”. De esta forma la República Argentina abrió sus fronteras a los inmigrantes de cualquier parte del mundo que quisiesen vivir en este suelo. La Constitución de 1853 en su Prólogo, también hace referencia a “todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.

 Sucede que, en los últimos tiempos, la situación de las y los Migrantes y Refugiades en Argentina se ha visto recrudecida, denunciando el gran desamparo en el que se encuentran.

Trabajo precario, retraso en la entrega de DNI, vulneración de sus derechos, discriminación, desalojos. Lo cual se incrementa con el aislamiento preventivo y obligatorio, transformando a las y los habitantes del suelo argentino que vinieron a este país en busca de nuevas oportunidades, en un blanco fácil de desprecio y olvido.

Por este motivo, el pasado 4 de septiembre fue un día de lucha y de reclamo de los derechos que se otorgaron en el año 1949 y que resulta imprescindible recordar.

Compartimos el Pronunciamiento, el cual se leyó en el acto central por el Día de la y el Migrante, para pedir una cuarentena con derechos para todas y todos. Por una América libre, justa y soberana.

PRONUNCIAMIENTO POR EL 4S – DÍA DEL MIGRANTE EN ARGENTINA

 Hoy, 4 de septiembre, se conmemora en Argentina el día del migrante, una fecha establecida por decreto presidencial en 1949 para fomentar la inmigración. Pero nosotros y nosotras, hombres y mujeres trabajadores/as de la economía popular, migrantes y refugiados/as de distintas naciones que hacemos vida en Argentina, trabajando y aportando para esta nación y para nuestras familias en nuestros países de origen, sabemos bien las limitaciones que se nos presentan en tiempos de crisis como la coyuntura actual con la pandemia del coronavirus. Crecen las tensiones entre nacionales y extranjeros, culpabilizan a los migrantes de los problemas locales, aumenta el racismo y la xenofobia. 

 Hoy es un día de lucha. Ser reconocidos y respetados como sujetos de derecho lo estamos ganando en cada pulseada contra el Estado a través de los años. Lo que hemos ganado y falta por ganar es consecuencia de una lucha constante. 

Actualmente vemos con preocupación una cantidad considerable de trabajadores/as migrantes de la economía popular e informal en Argentina, y compañeros/as en condición de refugiados/as y peticionantes de refugio, como están quedando actualmente excluidos de los planes de contingencia y contención social por parte del Gobierno Nacional. Algunos/as no poseen documento de identidad argentino, solo cuentan con pasaporte o cédula de identidad del país de origen o precaria (documento previo a la entrega del DNI). Esto fue ocasionado por una política regresiva de derechos, aplicada por el gobierno anterior a través del Decreto de Necesidad y Urgencia – DNU 70/2017, que endureció los controles migratorios, modificó la Ley de migraciones y aceleró la expulsión de migrantes.

 Migrantes y refugiados/as viven sin tener documentación obligatoria y necesaria en la Argentina. Desde la implementación de la plataforma online de radicación a distancia (Radex), se han creado nuevos problemas al no mejorar los plazos de tramitación de documentos, no entregan una documentación de acreditación legal ante las autoridades y demoran la entrega del documento por más de 90 días hábiles. Este sistema termina de exponer a las personas migrantes, ya que, con una situación documentaria irregular, son víctimas de la informalidad laboral y, por lo tanto, puestos en la marginalidad social y económica. Nos convertimos, en muchos casos, en sujetos vulnerables y más en contextos como el actual, de emergencia sanitaria y económica.

Un ejemplo claro de nuestra vulnerabilidad la encontramos en tres casos particulares:


1.- Vivienda: para nadie es un secreto que en Argentina no están dadas las condiciones, ni para argentinos ni migrantes de la clase trabajadora, para acceder a una vivienda propia y digna. Por el contrario, el mercado inmobiliario tiene el control y pone una serie de requisitos que difícilmente puede conseguir un migrante, como la garantía propietaria. Las y los migrantes terminan consiguiendo un techo, a veces nada digno, en los hoteles, los cuales no están regulados, pero son una forma más fácil de acceder a un techo momentáneamente. Con la pandemia y la cuarentena muchas familias se han quedado sin empleo o han dejado de vender sus productos en la calle, se debaten entre comer y alimentar a los suyos o pagar un techo. El decreto de necesidad y urgencia DNU 320/20 prohíbe los desalojos por motivo de la pandemia, pero los dueños de los hoteles hacen caso omiso a ello, desalojando a las familias de los hoteles en medio de esta situación tan apremiante. Los dueños de los hoteles amenazan a los/as inquilinos/as o utilizan la violencia física para desalojarlos/as, amparados en muchas oportunidades por los cuerpos policiales. Ofrecen viviendas precarias y se resisten a cumplir el decreto del gobierno nacional. Abusan de las y los migrantes por su misma situación de vulnerabilidad.

2.- Empleo: en Argentina prolifera el mal llamado “trabajo en negro”, es decir, el trabajo ilegal, irregular, el trabajo tercerizado y precarizado. El migrante y refugiado al no tener documentación argentina a tiempo y con tantos retardos no puede acceder a un empleo legal ni a obra social, es un sujeto empujado a la ilegalidad laboral que tanto abunda en la Argentina. Con la pandemia han crecido los despidos, ningún empresario se hace cargo de las y los trabajadores los cuales son desechados. En cambio, ha tomado cada vez más espacio el trabajo precarizado del delivery como una salida económica para el migrante, aunque es objeto de explotación, en la cual el empleador no asume su relación laboral con el trabajador dejándolo solo ante problemas como robos de sus vehículos e implementos de trabajo, accidentes, y abuso policial. Nadie les garantiza nada. Por otro lado, los trabajadores que ofertan sus productos en la calle, llamados manteleros, son atropellados constantemente por la violencia policial, sus mercancías son decomisadas o robadas por los efectivos policiales y son a su vez maltratados y golpeados por el solo hecho de tratar de ganarse algo para sobrevivir al no tener empleos legales por un mismo problema de documentación y de oferta de empleo digna y legal para ellos/as. Vemos por ejemplo como la comunidad senegalesa es violentada cada vez más y peor por la represión del gobierno de la ciudad, que es el gobierno de unos pocos que sí pueden acceder a pasar una cuarentena encerrados sin que nada les afecte. 

3.- Acceso al IFE: el gobierno argentino creó el llamado Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) mediante el decreto 310/2020, que establece que será otorgada una ayuda económica a las personas que se encuentren desocupadas; se desempeñen en la economía informal; sean monotributistas inscritos en las categorías “A” y “B”; monotributistas sociales y trabajadores y trabajadoras de casas particulares, siempre que cumplan con los siguientes requisitos”. Y entre ellos, se menciona: “Ser argentino o argentina nativo/a o naturalizado/a y residente con una residencia legal en el país no inferior a DOS (2) años”. 

Nos preguntamos ¿cómo accede a esa ayuda un migrante que lo agarró la cuarentena y no tiene los 2 años acá? ¿Cómo accede a esa ayuda un migrante que tiene los 2 años o más viviendo en Argentina pero que no le ha llegado el DNI permanente por negligencia de la Dirección Nacional de Migraciones? Lamentablemente, la respuesta es que no accede a este tipo de políticas públicas de emergencia. Queda excluido. El ser un migrante o refugiado/a no debe ser impedimento para gozar de protección y derechos en igualdad de condiciones que los nacionales.

Hacemos de este pronunciamiento una exigencia al gobierno nacional:

  • Que la Dirección Nacional de Migraciones atienda de manera urgente las demandas de la población migrante radicada en Argentina, regularizando y agilizando la entrega del Documento Nacional de Identidad a las y los migrantes. De esta manera, podremos acceder a los derechos fundamentales de ayuda humanitaria en el marco de la pandemia mundial del Coronavirus. ¡¡¡Regularización migratoria YA!!!
  • Es apremiante que se regularicen los hoteles y se extienda hasta marzo del 2021 el decreto 320/20 que prohíbe los desalojos. ¡¡¡Basta de desalojos!!!
  • Hacemos un llamado a la Cancillería Argentina para que active sus herramientas o mecanismos diplomáticos con los países a los cuales su población necesita regresar, tenemos casos de ciudadanos paraguayos, colombianos y venezolanos, entre muchos otros, a los que sus gobiernos no han asumido la responsabilidad de repatriarlos. ¡¡¡Retorno seguro YA!!!
  • Es necesario que se creen fuentes de empleo legales y acceso a la vivienda en Argentina con un plan de construcción de viviendas y de créditos asequibles para la población. 

Las y los migrantes y refugiados/as en Argentina aportamos al país con nuestro trabajo, desde lo económico, lo social y lo cultural. Pedimos la posibilidad de acceder a nuestros derechos básicos: vivienda, trabajo, salud y educación digna y de calidad. Queremos que los Estados del mundo nos reciban sin racismo, xenofobia y aporofobia.  

Finalmente hacemos una llamada a la unidad entre nosotros/as los/as trabajadores/as. No caigamos en enemistades entre nuestras comunidades en la ciudad, en las villas y en los barrios populares. Todos y todas, trabajamos por los mismos derechos. Pedimos una cuarentena con derechos para todos/as, no para unos pocos. 

4 de septiembre, día del y la migrante, día de lucha, mes de lucha por una america libre, unida y soberana.

Somos migrantes y refugiados, refugiadas construyendo Patria Grande.

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