Y CUBA VA

Por Redacción ANCAP

«(…)Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir

la caravana en harapos de todos los pobres.

Desde un mantel importado y un vino añejado

se lucha muy bien. Desde una casa gigante

Y un auto elegante se sufre también.

En un amable festín se suele ver combatir.

Si fácil es abusar, mas fácil es condenar

Y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar.

Que fácil es escribir

algo que invita a la acción

contra tiranos, contra asesinos,

contra la luz o el poder divino,

siempre al alcance

de la vidriera y el comedor(…)»

«Canción en harapos», Silvio Rodríguez.

 

El poder concentrado global se cierne desesperadamente sobre el mas irreductible bastión revolucionario de Nuestramérica: el Pueblo Cubano.

Objeto de la más abyecta saña imperialista durante décadas, la población cubana ha resistido estóicamente los embates de los gobiernos más poderosos del mundo por más de 62 años y lo sigue haciendo. Hoy atraviesa uno de los momentos mas difíciles desde 1959 y, hace unos días, un sector de su sociedad ha salido a las calles para demostrar descontento con las últimas políticas económicas impulsadas por el gobierno del Presidente Díaz-Canel. Por supuesto este suceso atrajo la atención de la prensa mundial, la cual se llenó la boca, a favor y en contra del proceso cubano y revolvió el río dando carne a los buitres y lanzando todo tipo de perogrulladas sobre el porvenir de la isla.

Diatribas de todo tipo se han lanzado y reproducido desde el inicio de las manifestaciones y se han refrito los clichés decadentes de siempre: que si en Cuba hay o no hay democracia; que si la gente quiere irse o quedarse; que intervención norteamericana sí, que intervención norteamericana no; que si las manifestaciones fueron, o no, organizadas por saboteadores de la Revolución; que si el pueblo cubano tiene o no tiene libertades civiles; que si tambalea el «régimen» o se fortalece; y demases.

Todo esto se debe a que el pueblo de Cuba, país que debe importar el 70% de sus alimentos enfrentando el mas despiadado sitio que la humanidad recuerde, sólo como está, atravesando la peor reconstrucción del capitalismo al que está ligado en disconformidad por el simple hecho de que habita el planeta tierra, es un ejemplo de sociedad culta, saludable, desprejuiciada y solidaria, pese a todas las dificultades que ha atravesado en su derrotero hacia la autodeterminación, muy difícil de comprender para les que no vivimos en su territorio y muy peligroso para quienes tienen intereses creados sobre el destino geopolítico de la zona del Caribe.

Ese pueblo que ha sabido sobreponerse a la destrucción de su flota aerocomercial; de sus cultivos; al sabotaje de sus medios de comunicación; a cientos de intentos de asesinatos de sus líderes; a campañas de difamación mediáticas; a la segregación de sus representantes en organismos internacionales; a invasiones mercenarias; a la imposibilidad de comerciar con el resto del mundo; a atentados contra sus medios de producción y a una lista interminable de injusticias como castigo a la osadía de intentar regir su propio destino, es nuevamente objeto de examen por parte de convidados de piedra que antes de hablar deberían preocuparse en tomar parte activa en sus sociedades de origen.

El pueblo cubano no necesita opinólogos, ni adláteres, ni detractores. Sus índices en Salud, Educación, Cultura, Deportes y Seguridad hablan por sí solos de la capacidad de esa sociedad para atender a sus cuestiones básicas pese al bloqueo y a la hostilidad de las potencias económicas.

El pueblo cubano necesita de la solidaridad activa y militante de todes les que vemos en el capitalismo un sistema de opresión y de muerte que se empecina  en no dejar llegar jeringas a la isla, en un nuevo gesto de perversión, en medio de la pandemia.

 

 

 

 

 

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