POEMA PARA ESQUIVAR DOMINGOS

Por Verónica Gonzalez 

Los domingos

cuando cae la tarde,

me devoran los monstruos

me sacude un poema

y se enrosca

la esperanza

lejos de mi espalda.

 

La soledad

es un disparo cierto

dentro de mis ojos

y cierran todas la plazas.

 

Si no me hamaco

no vuelo

ni me crecen las alas.

 

Los bailes

ya no ocurren

dentro de las casas

y los encuentros

sólo son el recuerdo

de alguna foto gastada.

 

Los domingos

se sienten los años

los agujeros negros

y el invierno

se dibuja

en algún vidrio mojado.

 

Quizás

si no fuera domingo

y no hiciera frío

para los olvidados.

 

Tal vez

si escuchara alguna canción

para despistar este corazón

que insiste en tener plumas

para volar

donde la esperanza

anda en cuclillas

esquivando tormentas.

 

 

A %d blogueros les gusta esto: