Por Federico Paterno
En los últimos días se estrenó la película Si Callan, Gritarán las Piedras, que busca reflejar la historia de vida del Padre Orlando Virgilio Yorio, Jesuita, detenido-desaparecido, Doctor en Derecho Eclesiástico, que estuvo comprometido fuertemente con el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM); puntualmente con un trabajo territorial en la villa del Bajo Flores. Junto a su compañero, Francisco Jalícs, fueron secuestrados el 23 de Mayo de 1976 durante la última Dictadura Cívica Eclesiástica Militar. Ambos víctimas de secuestro, traición, torturas y vejaciones. Ésta película nos permite conocer en profundidad aspectos sobre la vida y la obra de este sacerdote comprometido con su pueblo y con los cambios que se presentaban inexcusables desde la acción concreta.
Eduardo Caram y Silvia Liaudat son les productores de la película, y gentilmente dialogaron con ANCAP para contar aspectos del trabajo que llevaron a cabo y analizar el contexto de la época en que transcurrieron los hechos allí relatados. “Con éste documental quisimos devolver la dignidad y la “fama” de este padre jesuita que junto con su compañero, Francisco Jalics, compartieron 5 meses de detención y desaparición, primero en la Esma y luego en una casa operativa de la Marina en Camacuá y Richieri (Don Torcuato). Este trabajo quiere ser un camino proactivo en la búsqueda de la Verdad, haciendo Memoria para llegar a la Justicia”. La tarea de investigación comenzó en el año 2017 con el seguimiento de los cineastas Luis Vía y Federico Laffitte. En el marco de este proyecto es que decidieron poner voz a quienes más cercanía tuvieron con Yorio, y poder dar testimonio de los hechos; por ejemplo entre quienes se pueden apreciar en el documental aparecen: Norma Gorriarán (ex-religiosa de las Hermanas de la Compañía de María) que estuvo presente en el momento del secuestro, Mercedes Mignone (hermana de Mónica Mignone, detenida desaparecida en la ESMA e hija de Emilio Fermín Mignone fundador del Centro de Estudios Sociales y Legales -CELS- y Angélica Paula Sosa), los sacerdotes Domingo Bresci, Enrique “Kiko” Lafforgue, Francisco Murray, Claudio Faivre Duboz; y Oscar Campana (Teólogo), Rubén Dri (Filósofo), Fortunato Mallimaci (Sociólogo).
La mayor cantidad de la entrevistas, decidieron desde la producción y la dirección de este film, hacerlas en la Iglesia de la Santa Cruz, en “El Salón de la Memoria”, lugar emblemático donde supieron reunirse Madres de Plaza de Mayo, familiares y amigos de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.
Un dato particular y novedoso que se observa, es el documento que aparece del Obispo Miguel Esteban Hesayne en directa referencia a Orlando Yorio en su trayectoria dentro de la diócesis de Viedma. El aporte del sacerdote Domingo Bresci es de gran valor, su tarea siempre estuvo alineada al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, su relato en un pasaje del documental advierte “la necesidad de una nueva imagen del sacerdote, de la iglesia y del mundo. Pero otros dicen, no, la Compañía de vanguardia es ir a la frontera de la Iglesia, lo que hoy Francisco llama las periferias geográficas y existenciales. Ellos lo practicaron, y Bergoglio en ese momento no estaba de acuerdo con eso”.
Hablar de la vida de Orlando Yorio o Francisco Jalics no puede obviar el abandono de las autoridades religiosas de aquella época, la campaña jesuita estaba bajo la dirección del actual Papa: Jorge Mario Bergoglio. Para entender esta complicidad de un sector de la iglesia con las desapariciones de los sacerdotes, es importante detenerse en las palabras expuestas por Rodolfo Yorio, hermano de Orlando, quien sostuvo “Los dos quedaron desprotegidos de la autoridad provincial, que era Bergoglio, antes de ser secuestrados durante cinco meses. A Orlando le aplicaron una inyección como droga de la verdad en el único interrogatorio que tuvo, y ahí le dijeron: ‘Hemos ido a su casa porque nos dijeron que había armas, material subversivo, mujeres y municiones. No encontramos nada, pero va a permanecer sin libertad algún tiempo’ También añadieron: ‘Usted tiene una desviación teológica porque cuando el Evangelio habla de los pobres, se refiere a los pobres de espíritu. Y usted se ocupa de los pobres materiales, y los organiza. Eso no es subversivo todavía, pero puede llegar a serlo”. Sobre lo que pudo haber hecho Bergoglio para cuidar a los sacerdotes, el hermano de Yorio sentenció “Por omisión. Dejó correr versiones e injurias sobre ellos. Los puso en situación de riesgo y no trató de evitarlo.” Este testimonio forma parte de una entrevista realizada a Rodolfo Yorio por el medio español Público.es.

Para que la película sea un hecho concreto, Caram y Liaudat explicaron “Este documental no tuvo ningún aporte económico de ninguna organización, fue una construcción colectiva y solidaria que contó con el apoyo y adhesión de organismos de DD.HH., sindicatos, organizaciones sociales y religiosas, y personalidades. Está subtitulada al español y al inglés, italiano, francés y portugués”. En referencia a las expectativas de este trabajo documental, reflexionó sobre este punto y subrayó “Nuestra expectativa es llegar a todes y que sea un motivo de reflexión y esperanza sobre nuestra historia, haciendo memoria, buscando la verdad y luchando por la justicia para recuperar la fama y la lucha de nuestro pueblo”.
En su presencia en el Juicio a las Juntas, Yorio, entre algunas de sus declaraciones afirmó “Le puedo aclarar exactamente, o sea, yo el día fui… la invasión en mi casa fue un día domingo, el lunes anterior Monseñor Serra me avisó que no podía hacer más actos religiosos en Buenos Aires. Yo entonces recurrí a mi superior, el provincial (Jorge Bergoglio), el provincial me dijo “bueno, éstas son cosas raras de Buenos Aires, pero vos en privado seguís celebrando”, yo no sé porque hizo eso. Entre tanto yo fui a consultar con un canonista, el canonista me dijo que había sido algo muy serio, que me iba a remitir a un obispo canonista. El obispo canonista contestó que tenía nuestro nombre, el nombre mío y el del padre Jalics, que tenía prohibición de recibirnos y mientras estaba en la averiguación, bueno… se pasó la semana”.
“Todos los indicios, no una precisión mayor de lo que di hasta ahora, todos los indicios… no había nada en contra de que pertenecían a la Escuela de Mecánica de la Armada, la manera de hablar de las conversaciones indicaban que manejaban términos de Marina pero nada más. Más no puedo decir porque ellos tenían prohibición de hablar con nosotros. Eso me consta, así que era muy limitado el trato. Yo todo lo que sé, lo sé porque hasta el lugar en donde yo estaba llegaban las voces de las conversaciones, pero nada más.”
¿Cómo analizan la responsabilidad de Bergoglio en la desaparición de Yorio y Jalics?
El 31-7-1973, Jorge Bergoglio fue nombrado nuevo provincial de la Compañía de Jesús. En esa fecha Orlando Yorio junto al padre Francisco Jalics y otros, estaban llevando adelante una experiencia muy bien considerada por el anterior provincial, de vida comunitaria inserta en la Villa del Bajo Flores. En los años 74, 75, y 76 hubo un hostigamiento creciente y difamaciones sobre este tipo de experiencias dentro de la iglesia católica.
El 11 de mayo de 1974 asesina la “Triple A” al Padre Carlos Múgica, generándose hechos de violencia que dificultaban la actividad social y pastoral en la Opción Preferencial por los Pobres en todo el país. Esto desemboca en la dictadura con toda su ferocidad y en el caso de Yorio y Jalics, el 21 de mayo de 1976, la Arquidiócesis de Buenos Aires, a través del Cardenal Aramburu, le quita las licencias eclesiásticas y el 23 de mayo son secuestrados Yorio, Jalics y 8 catequistas en el Bajo Flores mientras asistían a una misa oficiada por otro sacerdote. La mayoría de la jerarquía de la iglesia tuvo complicidad con la dictadura militar, salvo honrosas excepciones, muchas de las cuales fueron asesinadas (obispos como Angelelli, Ponce de León, entre otros), que fueron fieles al mensaje de Jesús y a los lineamientos de los documentos antes mencionados.
Federico Laffitte se sumó a este proyecto documental y de investigación histórica en el año 2017 con la responsabilidad de dirigir el trabajo, “Ya venían con una investigación de años y con las ideas muy claras de lo que querían contar, y esa información era como para hacer una serie o varios documentales. Los productores me convocan con nuestra productora Chuele Films, nacida en Choel Choel en Rio Negro, vamos participando de distintas instancias documentales siempre tratando de rescatar la memoria y con la idea de trabajar materiales que nos permitan reflexionar como sociedad. Por eso este trabajo de Yorio estaba bueno para ponerle el cuerpo y acompañar el proceso”. Sobre la expectativa que generó este trabajo y la importancia del rol de la iglesia en la dictadura, reflexionó el cineasta “Los trabajos que hacemos son muy a pulmón, trabajando cuerpo a cuerpo con los entrevistados. Este documental ya tiene más de 7 mil visitas, y es para reflexionar el rol que tuvo la iglesia en la dictadura y en los primeros años de la democracia cuando Yorio viene a Rio negro”.
Entre los documentales que tiene la productora de esta película documental “Chuele Films” también se pueden ver: “Camino al Tembrao”, “Cooperativa ganadera indígena”, “Kakan, la voz de la pachamama”, “La leyenda del Río Chico”, “Notas sueltas de un viaje al sol”, “La huerta” y “El verano del Camoati”.
Si Callan, Gritarán las Piedras se puede ver a través del portal web CINE.AR el día 5 y 6 de febrero, o bien a través de You Tobe donde ya se encuentra subido el documental.
Eduardo Caram y Silvia Liaudat dejaron en claro lo que significó la figura de alguien como Yorio y lo que esto significó para la teología de la liberación y los curas del tercer mundo: “El Padre Orlando Virgilio Yorio es un reflejo donde podemos vernos a nosotros mismos, la historia de nuestro pueblo y de los pueblos de América Latina en la década del 60-70, donde desde los ámbitos de la Iglesia se generaron movimientos a partir del Concilio Vaticano II y los documentos de Medellín, a nivel latinoamericano y San Miguel, en nuestro país, que dieron lineamientos de acción a sacerdotes, religiosas, laicas y laicos que se pueden sintetizar en un trabajo de acción desde los pobres”.
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