25 DE MAYO DE 1965. HACE 57 AÑOS NACÍA EL P.R.T.

Por Redacción ANCAP 

Producto de la fusión entre el Frente Revolucionario Indoamericano y Popular (organización fundada por los hermanos Santucho que intentaba canalizar las luchas de cañeros, obrajeros y peones rurales en el norte del país) y Palabra Obrera (grupo de orientación trotskista encabezado por Nahuel Moreno y Ángel Bengoechea  que planteaba el entrismo en las agrupaciones de obreros peronista para insuflarles aires revolucionarios), el 25 de Mayo de 1965 se funda en la otrora Capital Federal de la República Argentina el legendario Partido Revolucionario de los Trabajadores.

El llamado “Congreso de Unificación” de ambas organizaciones tuvo lugar en el Centro de Peinadores de la Ciudad de Buenos Aires y contó con la participación de algunas decenas militantes que, gracias a su ejemplar voluntad de acción y cambio, con el correr del tiempo constituyeron la vanguardia de una generación dispuesta al sacrificio en aras de lo que consideraban la segunda y definitiva independencia que nuestro pueblo debería afrontar para terminar con la explotación y construir la Patria Socialista.

Desde sus inicios el P.R.T. se abocó a la tarea de esclarecer a la clase obrera, formando cuadros revolucionarios en las más importantes fábricas e ingenios del país, a la par que desarrollaba una impotantísima labor cultural por medio de artistas que luego confluirían en usinas creativas como el “Grupo Cine de la Base”, dirigido por Raimundo Gleyzer y el F.A.T.R.A.C. (Frente Antiimperialista de Trabajadores de la Cultura), que nucleó a referentes de la talla de Haroldo Conti, Nicolás Casullo y Daniel Hopen.

La autoproclamada “Revolución Argentina”, Golpe de Estado encabezado por Juan Carlos Onganía (al que sucederán en el cargo de dictador los Generales Marcelo Levingston y Agustín Lanusse), se encargará, desde que se hiciera con el poder el 28 de junio de 1966, de intentar la desarticulación del incipiente Partido por medio de persecuciones, secuestros, torturas, encarcelamientos y asesinatos llevados a cabo contra sus dirigentes. Lejos de amedrentar, las políticas represivas templaban en el fuego de lucha revolucionaria las conciencias de miles de hombres y mujeres que buscaban unirse al P.R.T para ocupar sus puestos en el combate contra el ilegítimo gobierno.

La embestida militar, desatada para exterminar todo gesto de oposición al régimen, no hizo más que galvanizar el espíritu rebelde de simpatizantes y militantes que cerraron filas en torno de la organización y fundaron, tras la expulsión del ala “morenista” que se oponía a la lucha armada, el Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P), para pelear contra la dictadura y llevar al poder un gobierno obrero.

Desarrollando una intensa actividad, el P.R.T.-E.R.P. concretará durante la primera mitad de la década de 1970 gran cantidad de expropiaciones; repartos de mercaderías en barrios marginados; desarmes de elementos represivos; tomas de cuarteles; secuestros de empresarios ligados a grandes multinacionales; detenciones y juicios  revolucionarios a jerarcas del ejército opresor, entre otras acciones que atraían la simpatía de gran parte de la población y forzarían a la dictadura al repliegue que tendría como corolario la vuelta al país, después de dieciocho años de exilio, del viejo líder burgués: Juan Domingo Perón.

El fugaz retorno a la democracia, que tuvo lugar entre 1973 y 1976, generó al interior del Partido algunas divergencias que acarrearon profundas discusiones y dieron lugar a fracciones que debilitaron su organización interna, arrastrándolo a una fuga hacia adelante cuando se operaba un reflujo en el movimiento de masas. Estos hechos, sumados al accionar de la Triple A que se ensañara particularmente con los y las integrantes del P.R.T, fueron allanándole el camino a la dictadura de la desaparición de personas, la que al poco tiempo de asaltar el poder logró eliminar a gran parte de su dirigencia y a su histórico líder Roberto Mario Santucho, quien cayera combatiendo en Villa Martelli aquel fatídico 19 de julio de 1976.

Diezmada por la represión, la dirección del Partido se reagrupó en el exilio italiano, desde donde intervino en infinidad de acciones de denuncia de los crímenes de la dictadura a la par que gran cantidad de sus militantes resistían en las cárceles del país. Tras nuevas escisiones, un grupo de sobrevivientes migra hacia Nicaragua para ofrendar su sangre al proceso revolucionario que encarara  el F.S.L.N, quien paradógicamente alcanzara la victoria contra el dictador Anastasio Somoza el 19 de julio de 1979.

En las décadas posteriores, la historia del P.R.T fue ocultada sistemáticamente por los cancerberos del sistema. Sin embargo, el ejemplo de entrega de quienes formaron en sus filas ha marcado huellas profundas en la memoria popular y hoy contamos con valiosísimos documentos que ilustran, a quienes tienen interés por conocer el pasado reciente, sobre el accionar de miles de hombres y mujeres que con sus vidas han marcado los destinos de nuestros pueblos en lucha.

 

 

 

 

 

 

 

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