Por Federico Paterno
Foto de tapa La Tinta
El ajuste en el sector de discapacidad continúa vigente y sin solución. Hace más de 30 días que hay movilizaciones en diferentes provincias del país buscando que esto entre en la agenda mediática, a pesar del esfuerzo que muchos medios hacen para omitirlo. La responsabilidad el Gobierno Nacional es clara, debido a que el sistema de pago comienza con la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), luego al Ministerio de Economía de la Nación y por último a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), ésta es la que ejecuta el pago a las obras sociales. Pero nada de esto está ocurriendo. Y hay profesionales de la salud sin cobrar hace un año. Sumado a la demora en la entrega de medicamentos, turnos y el recorte en tratamientos de los pacientes.
Asociaciones de pacientes con discapacidad y sus familiares en las últimas semanas se movilizaron a Plaza de Mayo, con acampe incluido para que el tema logre ser oído. Desde el Gobierno Nacional anunciaron una mesa de trabajo junto a prestadores del sector de discapacidad, no obstante esto, la situación continúa en muy grave estado. Sin solución y con pagos ínfimos de los que se deberían hacer.
Julia, es Psicomotricista y trabaja en un centro educativo terapéutico en relación de dependencia y como acompañante terapéutica domiciliaria, en diálogo con ANCAP nos explicó cómo analiza la situación del sector en estos días “El ajuste empezó hace mucho, pero se exacerbó y se puso en evidencia en agosto de este año cuando se congelaron los fondos que van a las obras sociales y que regula La Superintendencia de Salud, esto es una puja de poder que se está dando entre la Superintendencia de Salud y las obras sociales que se pasan las responsabilidades, pero el ajuste viene desde antes, se viene cobrando en diferido. Y esto implica un ajuste en como percibe el salario el trabajador o la prestación que da, si una trabajadora labura y cobra a los cuatro o cinco meses o más, lo que facturó ya no le rinde”.
El recorte económico del sector no es un dato falso, hay un ajuste claro que responde al pago que el estado argentino debe hacerle al FMI, y esto trae como consecuencia, ajuste en diferentes sectores, uno de ellos es discapacidad. Por otro lado no se puede omitir el recorte de presupuesto que apareció en áreas como ProCrear y Conectar Igualdad o bien la apertura a la posibilidad de la ayuda social focalizada en los Potenciar Trabajo. No obstante esto, el dólar soja le dio al gobierno aire para respirar con la entrada de dólares y brindando aún más beneficios al sector del campo, como si no los tuvieran. Mientras tanto, en sectores de salud tan delicados como el que aborda esta nota continúa esperando respuestas.
Las consecuencias de lo que está ocurriendo Julia lo cuenta en varias aristas “Las consecuencias que esto tiene es de distinta índole, en principio implica que sus espacios de trabajo están muy limitados y sus derechos de acceso a la educación y a la salud no están siendo cumplidos, no pueden acceder a sus coberturas. Muchos de nosotros y nosotras no estamos recibiendo nuestro salario y tiene consecuencias en la vida diaria con el riesgo de perder nuestros trabajos, cuando luego de muchos meses no te abonan el sueldo corrés también el riesgo que se de la baja a esa prestación”. Y respecto a la poca información sobre el tema advirtió “Tiene que ver con algo medio histórico que está vinculado con la visibilización de ciertos actores de la sociedad, el lugar en el que están posicionadas las personas con discapacidad en esta sociedad y en el mundo, que necesitan cuidados especiales y en verdad corresponde a necesidades particulares como la de otras personas, para quienes trabajamos en discapacidad nos angustia mucho la situación, se nos ubica en un lugar de tareas en las instituciones públicas que están muy desfinanciadas. Esto que está pasando afecta en la salud pública y privada”.
En los últimos días en Campana y Zárate hubo movilizaciones de trabajadores y trabajadoras de la salud para rechazar este ajuste y poner en alerta a las familias que deben tener esas prestaciones. Las movilizaciones continúan en diferentes puntos del país, debido a que la solución aún no llega. Para cerrar, Julia aseveró que la situación es muy grave por el bajo nivel de información que tienen, y explicó “Lo más grave es que no sabemos exactamente que pasa, no tenemos acceso claro a la información, el Gobierno Nacional desmiente haber desviado los fondos, pero hay de todos modos una intención de redistribuir o dividir discapacidad en otros ministerios, pero esta información nos llega sin claridad, ningunos de los sectores de discapacidad están cobrando en fecha, muchas y muchos de mis compañeros son monotributistas y algunos hace un año que no cobran de las obras sociales. En ese momento no había recorte o congelamiento como en este caso, entonces el tema es complejo, se pasan la responsabilidad y no hay solución. A 15 de este mes aún no cobramos el salario, y los monotributistas cobraron por ejemplo un 29 el sueldo del mes anterior. Hay casos peores como los que no cobran por meses y aún así seguimos sosteniendo las tareas pero se esta volviendo insostenible”.
No llamar a esto ajuste es de una hipocresía supina. Es difícil para sectores que se identifican con el progresismo asimilar estas situaciones, pero la omisión y la tergiversación de esta situación no es el camino a tomar. Si el lema es de justicia social, aquí no se estaría cumpliendo.