Por Redacción ANCAP
No fue una marcha más, fueron cientos de miles de personas con la necesidad de llegar a plaza de mayo y decir Nunca Más. Ante el discurso de dirigentes que siguen hablando del curro de los derechos humanos, con una postura negacionista, un amplio sector de la población cada 24 de marzo recuerda que hubo un genocidio y un plan de exterminio, pero también que el plan genocida sigue vigente a través de las políticas neoliberales que impusieron todos los gobiernos desde el retorno a la democracia. Las calles inundadas de banderas de diferentes sindicatos, organizaciones políticas y de Derechos Humanos listas para marchar hacia la Plaza de las Madres. Lxs obrerxs desaparecidxs de la fabrica Grafa estuvieron representados con una gran bandera que los recordó. Esta empresa de Villa Pueyrredón llevó a adelante una persecución política a la comisión interna de los obreros, de la que 13 de ellos fueron desparecidos. Con todo, allí estuvo el reclamo de familiares e hijes de las víctimas que señala una complicidad civil empresarial con la dictadura.
A la altura de Avenida de Mayo y Perú se podía observar la impactante bandera con los rostros de lxs 30.00 que retornaban a la lucha en el grito de “adonde vayan los iremos a buscar” coreado por la multitud. Muchas paredes de los alrededores evocaban la presencia de Hebe de Bonafini, madre de la plaza recientemente fallecida, que tuvo un merecido homenaje a traves de grafittis o grandes afiches. Eran cientos les niñes que venían marchando en los hombros de sus padres o madres con algún pañuelo blanco como emblema inconfundible de la lucha por los derechos humanos.
A metros del estudio móvil que montó Radio Nacional había también algo importante para observar: una intervención cultural con diferentes frases emblemáticas para una fecha como la recordada. Una de ellas, para señalar y destacar, rezaba “PARE, PIENSE, DESPIERTE”. Las gigantografias de las madres, siempre presentes. Los abrazos de quienes se encuentran en la cita donde no se puede faltar, porque la marcha del 24 no es solo un emblema de Memoria Verdad y Justicia; es también un espacio de reflexión entre quienes tienen la intención de seguir utilizando el ejercicio de la memoria, no olvidar, y tener claro que aun resta mucho por hacer.
De los medios de comunicación comerciales del país se destacan las tapas del día de hoy, por ejemplo La Nación resalta: “La interna oficialista marcó los actos del 24 de marzo”. Y Clarín manifiesta: “El kirchnerismo usó la marcha del 24 para pedir por Cristina candidata”. En ambos medios se observa una clara connotación sobre qué consideran lo mas importante de la jornada. No es raro en estos medios que fueran cómplices de la dictadura y hoy se muestran negacionistas de una historia que no quieren contar. La verdadera tapa tiene que ser la imagen de cientos de miles de personas que marcharon bajo una consigna que a estos medios les aborrece escribir, Nunca Más.
Sus mercenarios a sueldo nunca podrán escribir acerca de la emoción que genera sentirse parte de este maravilloso pueblo, que celebra en las calles el rencuentro místico de generaciones de luchadores que se transmiten experiencias y futuros. Sus panfletos no podrán jamás contener las sensaciones que se viven al ver a gente que sabe de la desaprición forzada de sus seres queridos, de torturas en carne propia y ajena, de destrucción de sueños y esperanzas, de grandes derrotas y pequeñas victorias, de luchas ancestrales y batallas nuevas, y que pese a todo, se congrega cada 24 de marzo para demostrarle al poder real, y a sus personeros mediáticos, que somos millones quienes sabemos que el sistema de muerte que ellos defienden tiene los días contados e irremisiblemente se los llevará con él.
