En pleno centro porteño siete comunidades originarias del norte de Salta están reclamando por sus tierras, por la ejecución de la ley 26.160 y frenar el desalojo de tierras nativas de cada comunidad; sumado al reclamo por mejoras en salud y educación. ANCAP se acercó al lugar y conversó con Gabriel Espinoza oriundo de Tartagal, provincia de Salta, departamento de San Martin. Llevan más de un mes de acampe.
Por Federico Paterno
“Nos siguen desalojando, hace tres días me llamaron de Pocitos que también están echando a la gente de sus tierras. Queremos que se apruebe la ley 26.160 y que salga la titularidad de las tierras para los aborígenes”, explicó Gabriel.
Las siete comunidades del norte salteño son: Guaraní, Chané, Wichí, Qom, Tapiete , Chulupi y Chorote.
El petitorio que entregaron de 16 puntos señala: entrega de títulos de tierra y prorroga de la ley nacional 26 160, entrega de DNI, viviendas, letrinas para personas con movilidad reducida, agentes sanitarios indígenas, educación intercultural bilingüe, agua potable y enseñanza de la lengua indígena.
El acampe precario no va a levantarse hasta no obtener una respuesta clara para llevar a las comunidades del norte donde se espera por esa respuesta. La llegada a Buenos Aires es consecuencia de oídos sordos por parte del Gobierno de Salta y sus funcionarios.
“Nosotros tenemos el relevamiento de las tierras, pero no se está respetando, por eso queremos el título de la tierra comunitaria”, advirtió Espinoza.
Respecto a al apoyo y solidaridad que fueron recibiendo de organismos y otras comunidades aseveró “Félix Diaz se acercó y me dijo que recién se está formando todo esto del Consejo consultivo Indígena. Todavía no tienen posibilidad de llegar a los funcionarios. Nos ofrecieron darnos una mano con todo el tramiterio que tengamos que hacer, pero no en coordinar reuniones con ministros. Aun ellos no tiene ni oficina”.
Las repuestas dirigidas a los pueblos originarios que defienden sus tierras y su hábitat siempre es igualitaria: nula. Pasan los gobiernos de distintas características políticas y la realidad de los originarios no cambia. Son los olvidados de siempre.
“Parece que nosotros le estamos tocando algo a los terratenientes que se quieren adueñar de nuestras tierras. Queremos que nos dejen tranquilos porque somos ancestrales en nuestras tierras. Somos indios, y tiene que respetar eso. El Presidente Macri estuvo hace poco en el congreso y ni se acordó de los pueblos originarios. Nosotros no existimos para el Gobierno”, sentenció Gabriel.
El acampe continua, las respuestas no llegan y los pueblos indígenas de nuestro país son los que siempre deben esperar.