Por Juan Alberto Pérez
La weichafe mapuche Moira Millán fue sobreseída de la causa por Coacción doblemente agravada que pesaba sobre sí, por la protesta que en septiembre de 2017 realizara al juez Guido Otranto por la violencia ejercida contra la comunidad de Vuelta del Rio en el marco de la desaparición de Santiago Maldondado.
El 18 de septiembre de 2017 la comunidad mapuche de Vuelta del Río realizó una ocupación pacífica del juzgado federal de la ciudad en protesta por la violencia con que la Gendarmería, por orden del juez Guido Otranto, realizó el allanamiento a la comunidad un día antes. Con denuncia de torturas, humillación sexual sobre ancianos y una violencia inusitada, colmaron el vaso de una comunidad que en aquél entonces era no sólo perseguida por el reclamo de sus tierras, sino también difamada por cadena nacional como pseudos “terroristas”. Por ello, se realizó la toma del juzgado que duró 9 horas aproximadamente.
Por esta acción la weichafe fue acusada por “Coacción doblemente agravada” y se la llevó al juicio oral que se desarrolló esta semana y que tuvo como resultado su absolución. En diálogo con Radio Sur, la dirigente indígena manifestó su sorpresa por el fallo judicial. “La verdad no esperaba la absolución” asimismo remarcó su deseo en este juicio “La única manera que expresaba que se hiciera justicia era que me dieran la absolución porque era una causa más política que jurídica”. Al mismo tiempo hizo una valoración de lo que significa el fallo que determino el juez Gustavo Lleral, el mismo que investiga la desaparición de Santiago Maldonado, “Es un fallo que marca precedentes en este presente tan oscuro, con tanta persecución politica. Porque lo que está diciendo el juez es que el pueblo tiene derecho a reclamar justicia y tiene derecho a interpelar a los administradores de justicia cuando estos están cometiendo abusos, como es el caso del juez Guido Otranto”.