Por Redaccion Ancap
Fotos Luchi Cerna
Johana Ramallo fue desaparecido el 26 de julio de 2017 en la ciudad de La Plata. Desde ese momento familiares y amigos lucharon para encontrarla. En la marcha del pasado 26 de mayo que se realizó desde 1 y 63 a Casa de Gobierno, en la ciudad de La Plata se confirmó que el cuerpo que había aparecido en Palo Blanco, Berisso, era de Johana.
El pasado 26 de mayo, como todos los 26, familiares y amigos de Johana Ramallo marcharon a la Casa de Gobierno de La Plata exigiendo justicia por su desaparición. La diferencia que tuvo esta marcha con las anteriores fue que se supo que en la causa levantaron el secreto de sumario que la justicia había impuesto 21 días atrás y confirmaron que el ADN que encontraron en el cuerpo que encontraron en Palo Blanco, Berisso, coincidía con el de Johana. El 30 de abril desde el Juzgado Federal N° 1 llamaron a Marta, la madre de Johana, y le confirmaron que los restos que se habían encontraron eran de su hija. Bajo el secreto de sumario se hicieron rastrillajes en la zona que encontraron los restos, con la presencia de Marta, pero los resultados no aportaron mucho.
¿Será porque esto pasó casi dos años después de su desaparición? ¿Será porque hay gente implicada que está ligada a la policía bonaerense? Cuando Marta Ramallo fue a realizar la denuncia de la desaparición de su hija, en julio de 2017, la causa la caratularon como “averiguación de paradero”, lo que significa que la búsqueda no iba a ser intensiva y en estos casos el tiempo perdido de búsqueda puede ser letal.
Hoy en día no se sabe que hicieron con Johana, no hay imputados, no se sabe cuál es la hipótesis que sigue la justicia. Las redes de trata están fuertemente ligadas al poder, «hay gente que no quiere hablar porque tiene miedo» había sentenciado Marta Ramallo. Y el 31 de mayo de este año, luego que se supiera que los restos eran de su hija, Marta dijo: «Las palabras del juez fueron las que derrumbaron mi vida por segunda vez. Que los peritos habían dado positivo, que los restos encontrados en Palo Blanco el año pasado en Agosto son y pertenecen a Johanna. Solo quise salir, correr, gritar, que alguien me diga que no es Johanna. Solo le pedí que encuentren a los responsables porque Johanna no desapareció, a Johanna la desaparecieron».
