“Vicentín es una empresa monopólica que se ha agrandado y fortalecido gracias a la teta del Estado, y cuando hablamos de propiedad privada, nos olvidamos que la propiedad de todos nosotros se enajena de esta manera, privando a los pequeños productores y a los pequeños propietarios”, estas son las palabras de Miryam Kurganoff de Gorban, catedrática, una voz importante en el debate sobre Vicentin y su posible expropiación. Es Licenciada en Nutrición, recibió el año pasado el Honoris causa de la Facultad de Medicina de la UBA. Fundadora de la Cátedra libre de soberanía alimentaria de ésta universidad. Desde muy temprano, se sumó a la idea de poner en agenda y avanzar sobre este postulado junto a la organización Vía Campesina. A sus 88 años, oriunda de Lomas de Zamora, lleva una pelea constante para que se sepa cómo nos alimentamos, con firmeza cuestiona al agronegocio, que expulsa a campesinos y a pequeños y pequeñas productoras de sus tierras. Hoy el debate de Vicentin la tiene con muchas charlas vía zoom y entrevistas varias. “Se debe lograr una redistribución equitativa de la riqueza y no concentrarla en pocas manos”.
Kita como la llaman a Gorban, tiene un pasado de fuerte lucha durante la dictadura, sufrió un secuestro en esa época oscura de la Argentina, a causa de sus actividades gremiales dentro del Sanatorio Güemes, donde ella ejercía la función de Jefa de Alimentación. Las tratativas de Favaloro la ayudaron a poder recuperar su libertad.
Hablamos con Miryam sobre el tema de mayor debate en la actualidad fuera del Covid-19, que es la probable expropiación de la empresa Vicentin. Sobre su intervención dijo: “Vicentin, es una empresa monopólica que se ha agrandado y fortalecido gracias a la teta del Estado, y cuando hablamos de propiedad privada, nos olvidamos que la propiedad de todos nosotros se enajena de esta manera, privando a los pequeños productores y a los pequeños propietarios, de los créditos a los que tendrían que tener acceso, sino, se concentra en muy pocas manos. Entonces pienso en una empresa que se debería reconvertir para que sea una verdadera empresa de alimentos sanos, seguros y soberanos. Pienso en una empresa con una conducción mixta, con la participación de las cooperativas, de los pequeños productores y trabajadores, pero que esté orientada y nos permita una trazabilidad para saber qué es lo que pasa en el comercio exterior. El estado, carece hoy de instrumentos para regular y para ver qué es lo que sucede con la riqueza del país que se fuga y que se evade a paraísos fiscales, o, a no sabemos dónde”.
Para hablar sobre lo que tenemos en cuanto al control del mercado exterior asegura que no hay un control en el país sobre este tema. No existe una regulación que pueda permitir evaluar la riqueza que produce el país. Esto es un déficit que Gorban, cree que se debe solucionar a corto plazo. Analiza que hay dos problemas serios en la alimentación de hoy: Por un lado, poder acceder a una alimentación sana y por otro, el flagelo de los precios altos. Vicentin y lo que se puede avizorar, “nos permitiría obtener un mejor control de los precios del mercado interno, es decir, de los productos de la canasta básica. En este momento uno de los problemas más graves que tenemos es, por un lado, el modelo productivo que produce venenos y, por el otro lado, su influencia en ser marcadores de precios. El tema de la inflación y de la calidad de lo que consumimos desde una empresa testigo, podríamos tener una mayor influencia o una herramienta para poder equilibrar la balanza del mercado” y destacó “Podríamos reconvertir o transformar el aceite de soja que nosotros no usamos pero que sí es la base de alimentación de los chinos, en aceite de girasol. Tenemos la estructura para hacerlo. Lo mismo que la molienda de la harina que podría ser de centeno, de cebada, o de trigo qué es la base de nuestra alimentación”.
Foto La Tinta
Cuando se habla de expropiación, surgen las mayores dudas en propios y ajenos del Gobierno Nacional. Algunos funcionarios hablan de recuperación y no de expropiar. Los pasos para que esto se concrete, tiene que tener un camino ligado a la soberanía alimentaria, esto requiere un cambio del modelo productivo. En este punto se frena y sostiene: “La verdad que este es un pasito más, porque para que haya soberanía alimentaria, deberíamos reconvertir todo el modelo productivo, transformarlo y ponerlo proa a la agroecología, producir sin veneno y, sobretodo, multiplicar las chacras y las quintas en manos de los pequeños productores agricultores familiares y campesinos. Todos deben tener acceso a la tierra, acceso a los créditos y acceso a la tecnología, desde ya. Yo vengo planteando hace mucho, que hay que sembrar el país con un millón de chacras, imagínese en lo que se convertiría este país y la riqueza que podríamos tener, y de qué manera podríamos estimular la producción de productos regionales de altísima calidad y que se dispute el mercado de los países más desarrollados. Nosotros producimos por la diversidad de nuestro clima, una diversidad de alimentos de alta calidad. Muchos no son de consumo familiar, sino que el mercado los considera exóticos, como de mangos, tunas, mamón, chirimoya, mora o higos. Todos ellos son productos carísimos en muchos mercados”.
Respecto a los que puede venir con una vicentin en manos públicas, Gorban se refirió a esto, con buenas perspectivas de lo que puede llegar a ocurrir: “Tiramos alimentos que después no están en nuestra mesa de forma suficiente. Tenemos que escarmentar, con valor agregado, lo transformamos en subproductos, en mermeladas, en dulce. Me imagino la hermosa canasta de dulces criollos como nos ofrecen en el NEA o en el NOA. Toda esta producción queda limitada a la feria artesanal y a un mercado muy limitado que, al mismo tiempo, no son productos muy competitivos en nuestra canasta habitual. Entonces mucho mejor porque esto ayudaría y a la vez estimularía la producción regional. El caso de Tucumán que exporta limones y arándanos, el caso de Santa Cruz que exporta cerezas, toda la riqueza vitivinícola que nosotros tenemos que no utilizamos. Mar del Plata es un centro pesquero en donde no se consume pescado. Nosotros tenemos un litoral con pescados de agua dulce que tampoco consumimos. Esto se trata de cómo por un lado tenemos la diversidad y la variedad de nuestra propia mesa para tener acceso a alimentos que sean de calidad y que sean accesibles en cuanto a precio. Y al mismo tiempo que tenga la diversidad que pueda generar los saldos exportables y el ingreso de divisas de la misma manera en que lo provee la soja y bajar la bandera de la república sojera. Tenemos que ser una república que produce realmente alimentos sanos para toda la humanidad”.
El paso que debe darse de la expropiación se viene dilatando, su proyecto en el congreso sigue en lista de espera, la primer cerealera de nuestro país que tiene al menos 25 empresas dentro del mismo grupo. En este punto clave analiza:“Tenemos que tener el resguardo de recuperar el dinero que el Estado le ha prestado a la empresa, y es necesario que los productores cobren lo que han vendido y lo que no se les ha pagado. Hay 7000 puestos de trabajo y deben pagar los sueldos atrasados. Es necesario que vayamos poniendo rumbo, “proa a los sueños” diría Tejada Gómez. Hace falta una gestión transparente y coparticipativa, compuesta por los agricultores y por sobre todo a las cooperativas agrarias que las hay muchas. Podría pensarse en la participación como en en algunos pueblos de la juntas vecinales… ¿por qué no?. Se debe lograr una redistribución equitativa de la riqueza y no concentrarla en pocas manos”.
Desde el Foro Agrario Soberano y Popular conformado en mayo del 2019 e integrado entre otras organizaciones por Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), el Frente Nacional Campesino (FNC), la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), Acción por la Biodiversidad y el Movimiento Productivo Agroalimentario, plantearon una posición donde reclaman que Vicentin, sea una empresa pública. “debe bregar por un modo de producción diferente, con soberanía alimentaria, sustentable e inclusivo, que cuide las divisas que tanto cuestan al país, y que mejore la inserción de pymes, agricultores familiares, campesinos y comunidades indígenas en el comercio exterior. Es importante la participación de las cooperativas y de las organizaciones en la gestión de la empresa, para transformarla en un instrumento de regulación de precios y apuntar al desarrollo con impacto local, con agregado de valor en origen que necesitan los productores familiares”. Hay que destacar que fueron entregados 21 puntos a tratarse para un programa agrario diferente, fue entregado al Presidente Alberto fernández y a los Ministros de Agricultura y Ciencia y Tecnología, Luis Basterra y Roberto Salvarezza.
Advierten que es necesaria la estatización de Vicentin para poner fin al sector concentrado y poner una regulación justa de los precios. “Sostenemos que la decisión del Estado Nacional de intervenir Vicentín debe tener entre otros objetivos, el de evitar una mayor concentración de un mercado fuertemente dominado por empresas Transnacionales (Cargill; Cofco; Bunge Ceval; Louis Dreyfus; Glencore; etc). De esta manera, controlar y evitar el incremento de la deuda de la compañía y al mismo tiempo ingresar en un sector que incrementó la especulación financiera”, afirmaron desde el Foro.
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