Por Verónica González
Ilustración Yasna Obreque Guirriman
Un día,
las ollas se llenaron de nombres
la sangre derramada fue sólo una,
de aquellos que volvieron
en los que somos ahora.
Un día,
las ollas aplacaron el hambre,
resistieron al terror
y murmuraron la revolución
en cada letra.
Para comentar debe estar registrado.