Por María del Monte
A Emma Goldman
“Como fuente de expresión
de lxs poetas,
de lxs luchadores,
de lxs amantes.
La palabra como sanación para sacar y
exteriorizar la mierda que nos pudre por dentro.
La palabra creadora de puentes, de conocimientos
para acercarnos,
juntarnos
y hacer más chiquitos los abismos.
La palabra amorosa que alienta y nutre a lxs niñxs.
La palabra que da ánimo al desoladx y le cierra la boca al tiranx.
La palabra bailarina.
Trashumante.
Soñadora.
Desobediente.
Tejedora de historias ancestrales.
De generación en generación.
De boca en boca.
La palabra brotada de las entrañas volando como luciérnagas.
Dando luz y esperanza.
La palabra atragantada de bronca y rabia como un puñal hiriente y maldito.
La palabra rebelde
que nos dignifica.
Nos re-evoluciona.
Nos desnuda.
La palabra para amarnos
o
des-amarnos.
Para construir lo bello
y destruir lo oscuro.
Para andar y desandar .
La palabra aguerrida.
Como bandera para la libertad.
Llena de saberes.
Para parir nuevxs humanxs.
Para soltar cadenas pesadas y viejas.
La palabra con el puño lleno de verdades.
La palabra, siempre la palabra como arma.
Para soltarte en la cara la verdad más pura.
Aunque duela.
Interpele.
Nos separe.
O nos una para siempre.
Foto: María del Monte
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