LA FOTO DE LA SEMANA

Por Osiris Martí

La estatua de la Reina Isabel la Católica vestida de mujer andina. La Paz, Bolivia – 12/10/2020

El pasado 12 de octubre, activistas del Colectivo “Mujeres Creando” en la Capital del país hermano Bolivia, intervinieron la estatua de la reina Isabel I de Castilla, quien en 1492 financió la invasión, el saqueo y el genocidio en América.

La foto de esta semana es una reivindicación a las mujeres originarias, a su libertad y a la riqueza de su cultura. A las decenas de millones de personas que fueron asesinadas, ultrajadas y esclavizadas con la llegada de los invasores y genocidas europeos. También es una reclamación ante la desgracia que ocasionaron los invasores a toda esta tierra, cada día más saqueada y envenenada con el pasar de los siglos.

No fue descubrimiento, fue invasión, genocidio y conquista por la fuerza, de los cuerpos y los territorios.

A continuación, compartimos un fragmento de los más interesantes escritos del querido y recordado Eduardo Galeano sobre el “descubrimiento de América”:

“Cinco siglos de prohibición del arco iris en el cielo americano”

“El 12 de octubre de 1492, el Capitalismo descubrió América. Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova, trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su diario del Descubrimiento, el Almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor.

Él no podía cansar los ojos de ver tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de noviembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó. Colón creyó que Haití era Japón y que Cuba era China, y creyó que los habitantes de China y Japón eran indios de la India; pero en eso no se equivocó.

Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso.

Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible.

América, ciega de racismo, no las ve”.

*Foto: AFP

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