ARGENTINA, EL CHIQUERO DEL MUNDO

Por Camila Bustamante 

Argentina está tratando la posibilidad de instalar megafactorías chinas de cerdo en nuestro territorio para la producción masiva de doce mil chanchas madres, quienes estarían hacinadas en jaulas de su mismo tamaño o una al lado de la otra (método feedlot), las cuales se verían obligadas a tener muchas crías y luego serán llevadas a los mataderos.

Argentina le vendía granos a China para que alimenten a sus cerdos, como se hizo en los ’90 cuando Felipe Solá, ministro de agricultura, ganadería y pesca de Menem fue pieza clave en la autorización del uso del glifosato y la soja transgénica en 1986 y  después, comercializó con el gigante asiático y ahora, criaríamos a sus chanchos para que elles los consuman.

Ahora bien, ¿por qué un país tan desarrollado económica y tecnológicamente como China no quiere producir cerdos en sus granjas?. Durante las últimas décadas China mejoró su calidad de vida y comenzaron a consumir más carne. En el 2018 produjeron alrededor de 250 millones de cerdo en granjas y 250 millones en megafactorías pero ese año se complicaron las cosas y apareció una epidemia: la peste porcina africana, una enfermedad contagiosa entre cerdos con un gran potencial de transmisión para les humanes. A causa de esto sacrificaron  alrededor de 200 millones de cerdos quemándolos vivos, enterrándolos vivos en fosas y utilizando diferentes métodos de tortura. China bajó la producción quedando con un déficit cercano al 40% (necesitarían 20 millones de toneladas de carne para poder satisfacer al país) por lo tanto necesitan importar carne porcina, pero, aunque le compraran a los principales exportadores como lo son Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil, solo recaudarían 7 millones y necesitan de otro exportador que le brinde los 13 millones faltantes. El gobierno chino se contactó con Argentina, país que tiene el territorio y las capacidades climáticas para llevar adelante tal tarea pero más allá de eso, Argentina es un país que produce alimento para muchas personas pero el 10% de la población local no come.

Un dato bastante curioso es que los primeros en hablar de este acuerdo no fueron productores porcinos, ni la cancillería, sino un laboratorio: Biogénesis Bagó. Y… ¿Qué tendrá que ver una farmacéutica con todo esto? Bueno, es fácil; en donde hay cerdos habrá enfermedades y si hay enfermedades habrán vacunas y un gran negocio detrás de esto.

En el país pasaríamos de tener un cerdo cada siete habitantes a dos cerdos por cada argentine y así, con este incremento de producción, Argentina cubriría el porcentaje faltante de cerdos que necesita China y con esto nuestro país conseguiría los dólares que necesita y tanto desea.

Cuando la gente se enteró de todo esto (vale aclarar que se firmaría sin opinión pública) y salió a las calles a manifestarse, cancillería empezó a hablar de otros números más reducidos que en el anterior comunicado, ya que, supuestamente, tenía un error. De 9 millones de toneladas en realidad eran 900 mil toneladas, que la inversión no era de $27 millones sino de $3500 y que los puestos de trabajo no eran 100 mil sino, 10 mil. Serían alrededor de 25 granjas en suelo argentino, cerca de pueblos y ciudades que les brindarían una mano en lugares donde haya producción de maíz (alimento para los cerdos) y agua, mucha agua.

No hay información oficial, el memorándum no está disponible. El 30 de agosto el ministerio de relaciones exteriores subió un tweet diciendo que no se iba a firmar en ese mes sino que lo pasarían para noviembre ya que se había incorporado un artículo, el cual dice que se respetarían las leyes ambientales. Entonces, si lo pospusieron para tener en cuenta “leyes ambientales” es porque el memorándum principal debía permitir la cría indiscriminada de cerdos. Para lograr esas 900 mil toneladas de carne porcina se necesita llevar de 6 a 16 millones el stock actual de cerdos. Claro que esto llevaría consigo el costo humano, no solo por el trabajo que es, sinó también, por la precarización del mismo.

Está la opción de aceptar el acuerdo, le destinaríamos más de 2 millones de toneladas de maíz y 750 mil toneladas de soja a la alimentación de los chanchos. Se seguiría desmontando y monoculltivando (y en más cantidad). Demandaría  unos 12 mil millones de litros de agua a lo largo de la producción y de ser que todo sea así para el 2025 Argentina quedaría bajo stress hídrico entre la soja, maíz y chanchos, sumando también las crisis climáticas como el cambio climático e incendios. El agua dejaría de ser un recurso natural. Se produciría zoonosis y aparecerían brotes epidémicos permanentemente.

Todo aquello sumado a que, al ver que los cerdos comenzarán a enfermarse, Biogénesis Bagó empezaría a medicar a los chanchos. Para comprar la maquinaria empezaríamos con déficit comercial (esto lo pagaría el estado). Hay que tener en cuenta que la mejor carne será exportada a China y acá nos quedaríamos con la carne de peor calidad y llena de antibióticos.

Por esto le decimos que no al acuerdo porcino con China (ni con elles ni con nadie), ni en noviembre ni nunca.

Vos, ¿Estás de acuerdo con convertirnos en una fábrica de contaminación y muerte?

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