Mientras el Dictador Fulgencio Batista se acomoda, luego de intempestiva huida, en la patria de sus empleadores, millares de cubanos y cubanas se lanzan a las calles de la ciudad capital de aquella isla caribeña para vitorear a la revolución triunfante, abrazándola en las personas de los guerrilleros y las guerrilleras que la encarnan.
El mundo entero posa la mirada sobre ese suelo nuestroamericano cuya población, por medio de la lucha armada, ha roto a un tiempo el yugo imperialista y se levanta orgulloso frente al (y muy cerca del) gendarme del mundo, para enrostrarle su coraje y su dignidad. Comienza allí un proceso de construcción socialista que, con todos sus avatares, lleva ya sesenta y dos años, durante los cuales la población cubana ha sido ejemplo de creatividad, sacrificio, solidaridad y resistencia para toda la humanidad, pese al inhumano bloqueo económico-tecnológico al que está siendo sometida desde entonces con la anuencia de la casi totalidad de líderes mundiales.
La generación que nos antecede fue alumbrada por la aurora emancipadora de aquel memorable comienzo de año que diera inicio a la emblemática década de los ́60 y alumbrara radiantemente las aguerridas luchas de los ́70. Tiempos en los cuales las juventudes de todos los continentes protagonizaron la contienda social, levantando las banderas de la utopía en pos de un mundo mejor.
ANCAP rememora hoy la gesta heroica de la nación hermana y ensaya este humilde homenaje recordando a las inigualables Vilma Espín y Celia Sánchez, así como también a los irremplazables Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y Ernesto Guevara, haciendo extensiva nuestra admiración y respeto a ese Pueblo que con sudor y sangre abona los campos de la conciencia, para que en ellos florezca un porvenir digno de ser vivido.