Violencia, una introspección crítica hacia el veganismo

De nada servirán las revoluciones sociales y económicas si no hay una revolución interior.

¿Quién era vegetariano, científico, socialista y decía “nada sería más beneficioso para la salud del hombre y para el planeta que una alimentación vegetariana”?: Albert Einsten. Por Noemí L

Soy de izquierda y vegana ¿Por qué?

Fui siendo conciente sobre a qué son sometidos todos los animales en el mundo. No quiero ese sometimiento para los humanos, y caí en la cuenta de que tampoco lo quiero para ningún ser. No tenemos derecho a darle una vida miserable, llena de sufrimiento y violencia a ningún ser, a ninguno, ni a los que llamamos humanos, ni a los que llamamos animales.

Te pregunto ¿por qué consideras que la vida de un cordero, de un delfín, de un ternero… vale más que la tuya? ¿Quién sos para que ellos tengan que morir por vos? ¿Quién te da derecho a que pienses así?

Y me di cuenta que el que te da derecho a que pienses así es el capital.

El capital y su sistema social, político y cultural, llamado capitalismo. El capitalismo es el gran engendrador de todos los males que nos aquejan.

Para el sistema capitalista los seres humanos somos un objeto. Para él -y lo termina siendo para todos nosotros también- todo es una mercancía, algo que se compra y se vende, algo que tiene un valor de uso y valor de cambio. Lo mismo sucede con vos, conmigo, todos tenemos un valor de uso; somos útiles para algo y tenemos un valor de cambio, un precio, igual ocurre con los animales, el sistema y la sociedad le confieren un uso y el mercado les imprime un precio.

Así como la trabajadora y el trabajador son cosas de las que el sistema económico se vale para obtener riqueza, lo mismo lo son los animales.

TAMBO CORDOBES
TAMBO CORDOBES

Matar todo animal que existe, explotarlo hasta que ese animal no pueda ya mantenerse en pie, si da riqueza así se hace. Se lo explota, se lo tortura y se lo mata para luego volver a explotarlo ya de muerto.

Y eso que se tortura, se explota y se mata -a nivel de millones al mes- para que dé riqueza debe ser consumido.

Primera parte de este ensayo, la leche

Después del parto las vacas son ordeñadas durante 10 meses. La mitad de ellas sufre mastitis y las ubres se inflaman hasta arrastrar sobre el suelo.
Después del parto las vacas son ordeñadas durante 10 meses. La mitad de ellas sufre mastitis y las ubres se inflaman hasta arrastrar sobre el suelo.

Para que el producto, en este caso, cadáver, sea consumido debe ser enunciado, debe ser publicitado y reproducido como costumbre. Para que sea consumido y deseado, el sistema debe promover el conocimiento sobre esa mercancía. Pero ojo, el capitalismo no promueve el conocimiento de la cadena de producción, es decir, no informa sobre cómo es producido ese producto. No sabemos cómo se hace un lavarropas, pero tampoco sabemos cómo se hizo esa salchicha que llevás a tu boca, o ese trocito de queso tan delicioso que degustas cada mañana, ni ese vaso de leche, supuestamente lleno de calcio sobre el cual el sistema te adoctrina de niño contándote con una sonrisa que te hace fuerte y sano.

La ideología de las clases dominadas es la ideología de las clases dominantes. Esto vale para toda la vida que realizamos, desde que nos levantamos y desayunamos hasta cuando nos acostamos. Nos enseñan que la leche es buena y lo creemos. Y no nos lo enseña un ganadero poniéndonos un arma en la cabeza, no, nos lo enseñan nuestros seres más queridos, nuestra mamá, nuestra abuela. Ellas quieren lo mejor para nosotros, ellas creen estar cuidándonos.

Pero preguntémosle a alguna de ellas ¿qué contiene la leche? ¿Qué dirán? Calcio.

Si les pedimos que enumeren qué verduras, frutas y frutos secos tienen calcio, no lo sabrán.

Y ¿por qué creen que la leche de animal es buena y  fundamental para aportarnos el calcio diario que necesitamos?

Porque así se lo enseñó el sistema. Y ¿cómo se lo enseña? En parte recurriendo a un imaginario social sobre qué es el campo. Cuando uno piensa en la leche, piensa en la vaquita que pasta libremente en el campo, y que es ordeñada felizmente por un peón del campo, sin quitarle su ternerito de al lado.

Esa idea falsa de la realidad es la que se imprime durante décadas y siglos. Todos somos felices bebiendo la leche llena de calcio de la feliz vaquita, leche que nos regala su feliz ternero.

De ideas falsas vive el capitalismo, de generarlas vive y triunfa el capitalismo. Nosotros, los subordinados, tomamos esas ideas como propias. Las defendemos y las repetimos por donde vamos: las volvemos parte de nuestra cultura. Este es un punto esencial del triunfo del capitalismo como sistema aceptado y legitimado por los explotados y oprimidos del mundo: que los subordinados hagamos propias sus ideas y visiones sobre el mundo. Hagamos propia su ideología y practiquemos los hábitos que ellos nos indican son los “buenos” y los “correctos”.

Otra de las características del capitalismo es alejar al trabajador del producto. El consumidor no conoce cómo se hace el producto que adquiere en el mercado. No tiene idea.

De ahí la pregunta a una abuela sobre qué contiene la leche que felizmente le da a sus nietos, haciendo propia la falsa idea de que los vuelve sanos y fuertes.

Ahí la fuerza de la abuela, la fuerza de trabajo de esa mujer, que es ser abuela, garantiza el traspaso generacional de las ideas creadas por el sistema. Y su fuerza de trabajo así lo hace, gratuitamente y dando ganancia ya que sus nietos compraran leche y lácteos quizás toda su vida. El sistema aleja a los trabajadores y oprimidos de conocer la cadena de producción que se oculta tras ese vaso de líquido blanco.

Por ejemplo, ninguna publicidad mostrará el momento en que cada vaca es violada, no mostrará el momento en que cada vaca muge, grita y llora cuando le arrancan su ternero, ninguna publicidad ni programa de tv mostrará cuando la vaca muge dolorida porque las máquinas le extraen leche sin parar y lastiman, sin parar también, sus ubres, es decir, sus pechos. Toda mujer que amamantó a su bebé sabe lo doloroso que es cuando la criatura se amamanta estando lastimado el pezón. La publicidad que muestra a un niño felizmente bebiendo leche y comiendo queso con toda la familia reunida en una casa perfecta, con un padre perfecto, con una mamá ama de casa perfecta, no mostrará el momento en que el ternero es arrastrado hasta una jaula de madera de 2mts x 2mts, en la que permanecerá unas 16 semanas sin poder moverse y comiendo un sustituto de la leche que contiene hormonas, pero carece de hierro. Esto le produce al ternero una anemia que mantiene su carne tierna y de un color pálido, que lo debilita al grado de no poder ponerse de pie. Luego de aquellas 16 semanas se los sacrifica y por lo general ya están muy enfermos o lisiados para caminar -uno de cada 10 terneros muere en reclusión-. No mostrará esto la publicidad, no te bombardeará con imágenes que te muestren los días y las noches el sufrimiento del ternero, llorando, solo y con dolores estomacales continuos. No mostrará la publicidad de la Serenísma, que su queso Cremon, está lleno, no de calcio, sino de agua, de pus, de sangre, de antibióticos, de grasa y de químicos. “Leche” que pausterizan hasta 5 veces, sin aún poder matar la totalidad de las bacterias que en ella se encuentran.

La sangre y la pus pasan junto con la leche cuando las ubres son lastimadas por las máquinas (a las vacas no las ordeña con sus suaves manos un feliz peón), la vaca recibe cantidades enormes de antibióticos durante los años en que es explotada (4 a 5 años hasta que es vendida como vaca vieja, libremente podría vivir hasta 30 años, es vieja para el mercado por lo explotado que está su cuerpo, donde cada vez que le arrancan su hijo llora durante 15 días). Todos los antibióticos van al cuerpito de tu bebé, del nieto que la abuela quiere cuidar, generando que las bacterias se hagan resistentes a esos antibióticos, antibiótico que cuando sea dado al niño enfermo no tendrá  efecto, más miles de contraindicaciones que se generan en el cuerpo del niño al consumir esa leche.

La publicidad de la Serenísima no te alertará, como si lo tienen que hacer las empresas de cigarrillos, que la leche de vaca puede ser perjudicial para la salud:

-La Leche reduce el hierro en los niños pequeños. Es por esto que en 1993, la Academia Nacional de Pediatría de los Estados Unidos publicó un comunicado oficial expresando que en su opinión, ningún niño debería de beber leche animal antes de los 18 meses de edad. De igual manera, contribuye a la carencia de ácidos grasos esenciales y Vitamina E.

-La leche animal está llena de bacterias. Por lo tanto es un excelente medio para hacer que las bacterias crezcan en el cuerpo.

– La Caseína, es una proteína presente en la leche animal y es utilizada para manufacturar pegamento, produce en un gran número de niños que los tejidos blandos se hinchen. Estos tejidos blandos se encuentran comúnmente en la garganta, cavidades nasales y senos paranasales. Cuando estos se encuentran inflamados, se presentan dificultades para respirar.

-La leche ocupa un lugar alto en la lista de productos causantes de alergias y sensibilidad. Se ha demostrado que afecta el comportamiento, sueño, concentración e incluso enuresis.

– La leche es una de las sustancias que contienen más Dioxinas. Contrario a lo que se creía, las Dioxinas en la leche y los quesos son diez veces más propensas a producir cáncer.

-Hay médicos que se animan a hablar, uno de ellos es Jorge Díaz Walker, pediatra argentino, elegido como mejor médico en el año 2001, estas son sus palabras sobre la leche vacuna “hay que optar por la leche de soja. Y desde que cortamos los lácteos en las madres de Ñuñu (asociación de mamás pro leche materna) que amamantan nos olvidamos de las bronquitis y los nebulizadores para los pibes. La leche de vaca es alergénica y la mayor productora de moco. ”

-Beber leche y consumir productos lácteos está asociado con varias enfermedades como diabetes, esclerosis múltiple, cáncer de mama, cáncer de estómago, enfermedades del corazón, de Chron, síndrome del intestino irritable y hasta cataratas.

-Las leches animales y productos derivados contienen cantidades excesivas, aproximadamente 59 tipos diferentes de hormonas -pituitarias, esteroideas, adrenales, sexuales, etc.- Además, niveles elevados de esa hormona, unidos a otros tóxicos, se consideran hoy causa de la aparición de diversas enfermedades degenerativas.

-Cuando consumimos leche, estamos ingiriendo los minerales y químicos que las vacas necesitan en su sistema y como nuestras dietas son diferentes, estos químicos y minerales perturban nuestra digestión y afectan la absorción de los nutrientes presentes en nuestras dietas.

-La leche es asociada con el cáncer de próstata en los hombres. Los riesgos aumentan un 30% si se consumen de dos a tres porciones al día. Las mujeres que toman productos lácteos aumentan sus riesgos de contraer cáncer de ovario hasta en un 66%.

Y se puede seguir con la lista de problemas a la salud que beber leche de vaca y degustar lácteos crea en los seres humanos.

 

“Conocer os hará libres”

La falsa idea de que la leche animal es buena, vuelve ciegas a las sociedades. Y más ciegas son cuando el sistema no las informa, y no lo hará porque se termina el negocio. El negocio de la venta y de las enfermedades. Somos una sociedad cada vez más insana, donde, por ejemplo, contraer cáncer ya se ha vuelta tan natural como contraer una gripe. Y tampoco sabemos que son muchos los países en los que no se bebe leche, es algo cultural.

Unido al negocio de vender estos productos como sanos e infaltables en la dieta cotidiana, es decir, en la dieta de todos los días en millones de habitantes, se suma el negocio de las enfermedades y malestares que ese consumo diario conlleva.

El sistema capitalista a todo lo vuelve rentable. Y el sufrimiento genera mucho dinero. Vender la píldora de la felicidad cuando en realidad es la de la muerte es un negocio muy lucrativo, es un sistema económico y social al que sólo le interesa la rentabilidad. El ser humano no está en primer lugar, ese puesto lo ocupa el Dios dinero, y si el ser humano no está en primer lugar, menos aún lo están el resto de los animales y la naturaleza en general.

las hembras son las que más sufren, toda su vida será así.
las hembras son las que más sufren, toda su vida será así.

Asique no saber es fundamental para que la cadena productora de rentabilidad continúe funcionando.

Las empresas lácteas deberían estar obligadas a informar sobre los efectos colaterales del consumo de sus productos. El Ministerio de Salud de cada país debería generar campañas publicitarias y de concientización con el fin de que sus habitantes conozcan las consecuencias de lo qué consumen. Pero estas autoridades trabajan para que aumenten el consumo de fármacos, no hacen campañas de comer mejor, hacen campañas de vacunación.

La ceguera y la falta de formación y de información es inigualable en el capitalismo.

Las ganancias que producen la ganadería y la empresa láctea no se pueden poner en peligro. Y las ganancias de la industria farmacéutica tampoco.

No verás publicidades que te informen sobre el calcio, el hierro, los aminoácidos esenciales, etc, etc, que puedes encontrar en las verduras y frutas y en los cereales. Haz el esfuerzo y piensa si me equivoco. Todo lo que se te ofrece es industrial. Por tanto, procesado, con derivados, tanto de origen animal como de laboratorio. El sistema genera hábitos de consumo insanos, hábitos de consumo que mantienen a las personas enfermas desde que nacen.

Caigo en la cuenta de que el capitalismo no es sólo un problema de plusvalía. Es un sistema íntegro de destrucción.

Conseguir ganancias a través de la destrucción. Destrucción que conlleva la creación de necesidades, la defensa irrestricta de la propiedad privada, la división de clases, la legitimación de un sistema democrático que es la dictadura de la clase social dominante hoy: la burguesía, que es la creadora de todo este andamiaje violento al servicio del lucro.

No es sólo el problema de la explotación del hombre por el hombre en “la fábrica”. La explotación que ejerce el sistema capitalista se da en todos los niveles de la vida de los trabajadores. Donde hoy decirnos qué debemos comer es el secreto mejor guardado para tenernos enfermos.

Decirnos qué debemos considerar como la buena vida es el mejor secreto para tenerlos quietitos en nuestras casas viendo la tv. Desde la cual, entre otras cosas más ideológicas, nos dirán qué hacer: comprar.

Como siempre no se nos instruirá en la defensa de nuestros derechos y de que debemos luchar como clase para hacerlos valer y crear un mundo socialista o comunista o como quieran llamarlo, pero tampoco se nos dirá que todo lo que comemos está lleno de violencia y sufrimiento, de la misma violencia y sufrimiento que nosotros  vivimos.

Los explotados y oprimidos no somos sólo nosotros, sino también los miles de millones de seres vivientes animales que son torturados y mutilados cada día.

Lo invisible

Somos informados sobre el calentamiento global, que está destruyendo el planeta. Pero, del gas metano ¿se habla?

La ganadería es el mayor contaminante de la tierra, no sólo por el tratamiento del cuero (es decir, de la piel de la vaca) en las curtiembres que vierten millones de litros de químicos en las aguas y por qué no decirlo, en las venas y pulmones de los explotados que trabajan esa piel.

Las vacas, las ovejas y otros rumiantes emiten gas metano, el gas más contaminante.

Sus exhalaciones, flatulencias, eructos y estiércol emiten metano que, como gas de efecto invernadero es unas veinticinco veces más potente que el dióxido de carbono emitido por los automóviles. La ganadería es responsable aproximadamente de un 50 por ciento más de gas de efecto invernadero que todo el sector de los transportes.Y eso ocurre porque se los cría industrialmente. Son demasiados, su producción a escala altera el equilibrio del medio ambiente.

 

Contaminación sí, fármacos también…mmm que sabroso es el capitalismo

Para todo el capital produce un fármaco. No se dice que la solución al efecto invernadero que crea el metano es bajar el consumo y la producción de carne y sus derivados, no, se crea una píldora. Una píldora que los ganaderos deberán comprar: se está investigando la creación de una pastilla reductora de metano. Tendrá el tamaño del puño de un hombre y se disolverá en las entrañas de la vaca a lo largo de varios meses.

¿Qué nuevas consecuencias al ser humanos acarreará esa pastilla? Interesante… más antibióticos serán vendidos.

Igual hay soluciones capitalistas a problemas que sólo afectan a la vaca. Un ejemplo es la vaca llamada “de corral”, es la vaca que está rodeada por cerco de alambre. A ella le introdujeron, sin anestesia claro, un imán en la entrada de sus estómagos. ¿Por qué? porque este tipo de vaca había contraído la llamada “enfermedad del alambre”: provocada por los restos de alambre, grapas y clavos que tragan las vacas cuando comen (no se pensó organicémonos mejor para que esos materiales no lleguen al interior del animal). Para tratarlas se les administra un imán. El imán se sitúa en la primera parte del estómago y permanece ahí toda la vida de la vaca.

Y de yapa, si el cerco está electrificado, entonces las vacas recuerdan perfectamente que intentar atravesar esa zona produce un fuerte dolor es sus pancitas.

Porque sí, no sólo los seres humanos queremos ser libres, deseamos salir de donde estamos, las vacas, esos animales que desde que nacemos nos lo muestran como tonto, también quiere escapar de donde la tienen, también quiere ser libre.

 

No conocemos nada

Un ex Beatle dijo una vez “si los mataderos tuviesen paredes de cristal el mundo sería vegetariano”

Conocer nos hace libres. Conocer nos permite elegir. En el capital uno no elige. Al menos no a per sé, elegís si te esforzás por conocer y por tener espíritu crítico, si te esforzás por no creer en lo inmediato, si tenés la voluntad de dudar podrás elegir. Y elegir conlleva ser coherente, una vez que conoces ahí sí elegís. Yo elegí no participar más del sufrimiento animal, soy coherente en no desear sufrimiento a ningún ser vivo. Soy más coherente que nunca en desear la liberación, la abolición del capitalismo en su totalidad: no explotación del hombre por el hombre y no explotación de los hombres hacia los animales. Este sistema es nada más y nada menos que sufrimiento y violencia. Sufrimiento y violencia todos los días, cada segundo, cada minuto, con el sólo fin del enriquecimiento.

Conocer para elegir

El capitalismo no te va a ofrecer en bandeja el conocimiento de la cadena de producción de los alimentos ni de los animales (por ejemplo cómo gritan y lloran las vacas lecheras cuando las máquinas succionadoras hieren sus ubres una y otra vez, como tampoco te muestra y denuncia cómo tortura la policía a un pibe chorro o a algún joven que no quiere robar para ellos) el capitalismo no te va a mostrar por tv diariamente, por ejemplo, en TN o en 678, cómo prepara el jamón cocido (preguntate por qué es cocido) que devoras tan feliz en tu sillón, no te muestra cómo le corta la cola al cerdito bebé sin anestesia, no te muestra cada minuto de vida de la cerda, que no conoce lo que es el pasto, la tierra, vive en una jaula de cemento y metal, no te muestra cómo le inyecta antibióticos, como le inyecta hormonas de crecimiento, como le da de comer alimento que no es sano, ni para ella ni para vos cuando comas una de sus costillas, no te va a mostrar cómo creó la gripe porcina con la que tanto dinero hizo al venderte y meterte la vacuna. No te va a mostrar cómo se creó la llamada “vaca loca”, enfermedad mortal para esos animales y para los llamados seres humanos, enfermedad que se creó en el organismo de esos pobres animales porque los alimentaban con carne, con los restos de cerdos y pollos, convertidos en alimento balanceado. O sea el capital le daba de comer carne a un animal herbívoro: baja costos y el animal crece más rápido. Enriquecimiento, la gran fórmula del capital, y luego no hay problema, toda enfermedad es bienvenida porque después se crea la solución: la vacuna que dejará millones de dólares de ganancia cada año.

Cada lágrima derramada, lágrima humana o animal deja millones de dólares de ganancia.

Y el capitalismo no te lo va a mostrar, si querés enterarte hoy podés hacerlo a través de internet, será por eso quizás que cada vez crece más el veganismo, porque ahora es muy fácil conocer por medios no formales.

El sistema político y económico capitalista engendra el valor de que los seres somos cosas y esa cultura se introyecta en todo lo que hacemos y sentimos desde que nacemos.

Ya que somos cosas podemos utilizar ese concepto para estudiarnos, poner distancia de nosotros mismos y analizar qué somos y qué estamos haciendo cotidianamente con nuestra salud y qué pensamos del capital.

Noemil.acnap@gmail.com

Links que te pueden interesar: https://www.youtube.com/watch?v=nffAv_HFURs&list=UUJvjPMfpF4zdR1ZLn4qJhjA

https://www.youtube.com/watch?v=GhiduLErrak  https://www.youtube.com/watch?v=ZzvK5uLu7F0

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