La ciudad de Monte Quemado, en la Provincia de Santiago del Estero, fue el escenario de un hecho que podría haber sido histórico. El 4 de Noviembre fue el día que dio comienzo al juicio por el asesinato de Cristian Ferreyra, integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-VIA CAMPESINA). Pero, una vez más, la justicia no llegó y hay un asesino suelto por las calles de Santiago. Por Federico Paterno
CRISTIAN FERREYRA
A los 10 años comenzó su vida de trabajo en el campo. Un padre con un brazo amputado a causa de un tumor generó que su madre fuese quien se encargara, junto con el pequeño, de cortar el quebracho en el monte.
Con el pasar de los años Cristian comenzó a ser conciente de cómo frecuentemente gente desconocida se acercaba al paraje San Antonio y alambraba la tierra como si fuesen “los dueños”. Eran los empleados de los empresarios sojeros, ya tenían en marcha el desmonte. Ante esta situación repetitiva, Cristian se negó a dejarlo así.
Las reuniones con el MOCASE-VC comenzaron a ser frecuentes y esto generó en él mayor inquietud ante lo que veía día a día. Las denuncias a la Policía no tuvieron ningún sentido, nunca hicieron lugar a lo que se planteaba. Las recorridas del paraje San Antonio hacia Monte Quemado ya eran algo habitual por parte de Ferreyra , para poder verificar si continuaban alambrando.
Su participación en el MOCASE se incrementó de tal manera que llegó a formar parte de la Secretaria de Producción del Movimiento. Ya con un hijo desde el 2009 y su mujer, Angela , la familia la tenía armada. Era un referente dentro de su comunidad indígena, Lule Vilela. Entre los logros obtenidos por Cristian estuvo el freno a las topadoras para evitar el desmonte de 200 hectáreas.
Tenía 23 años cuando fue asesinado, solo por el derecho a la tierra.
El 16 de Noviembre del 2011 Ferreyra, “Cacho” como lo llamaban en el MOCASE, participaba de una asamblea en Monte Quemado. En cierto momento se presentaron de manera autoritaria dos empleados al servicio de Jorge Ciccioli, empresario sojero y supuesto”dueño de las tierras”, sus nombres, Javier y Anton Juárez. Fueron en búsqueda del militante campesino. Una vez cumplido el objetivo de que se acercase a dialogar, la discusión enaltecía a cada segundo. Hasta que se oyó un disparo y el cuerpo de Cristian quedó sobre la tierra.
EL JUICIO Y LOS ACONTECIMIENTOS
Una de las irregularidades del juicio de Monte Quemado fue la declaración de tres niños en presencia de los acusados. Esto viola la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de la ONU en noviembre de 1989, que está en vigor en Argentina desde 1990. Dentro de las declaraciones se dejó sentado que los niños fueron amenazados por los Juárez.
Los procesados en este juicio fueron Francisco Javier Juárez, como autor material del asesinato y Jorge Ciccioli, como autor intelectual. En el juicio también fueron juzgados Carlos Abregú, Mario Abregú, Víctor Juárez y Walter Juárez, todos integrantes de la patota del empresario sojero.
La muerte de Ferreyra tuvo testigos que recibieron la intimidación de la gente de Ciccioli. Cuando asesinaban a Cristian, Darío Godoy, compañero de Ferreyra en el MOCASE, recibió un tiro en la pierna. El primo del militante asesinado, Sergio Ferreyra, intentó intervenir ante lo que había pasado y recibió como respuesta la agresión de la patota mafiosa.
La sentencia llegó el día 9 de Diciembre con la expectativa de que fuese un fallo histórico, como el de Rosario hace pocos días a los tres militantes del Frente Popular Darío Santillán, con una condena de más de 30 años para los asesinos. Pero no fue así. La condena fue de solo 10 años a Francisco Juárez como autor material y el pago de 900 mil pesos en concepto de indemnización por los daños causados. Los jueces que integraron el Tribunal fueron Élida Suarez de Bravo, María Angélica Peralta de Aguirre y Federico Lòpez Alsogaray absolvieron al empresario Jorge Ciccioli, acusado de ser el autor intelectual del asesinato. El sojero hoy está libre, camina por las calles de Santiago gozando del sol.
También fueron absueltos los hermanos Carlos y Mario Abregú, Víctor Juárez y Walter Juárez, acusados por amenazas, intimidaciones constantes y agresiones. Este juicio se convirtió en una nueva fantasía de la Justicia argentina; donde el pobre y el campesino no tienen derechos y el empresario sí.
En las puertas del lugar se concentraron gran cantidad de militantes del MOCASE –Vía campesina y de diversas organizaciones del derecho por la tierra, quienes repudiaron el fallo.
El pedido de la querella era de 25 años para Juárez, “la justicia” dijo 10. El 2 de Febrero de 2015 tendrá lugar la fundamentación del fallo, será en la capital Santiagueña.
La violencia contra los verdaderos dueños de la tierra parece no tener fin, el agronegocio triunfa y eso genera no poder creer en el Poder Judicial. No existe justicia ni derechos para los campesinos que se organizan, trabajan la tierra, deciden en asambleas, construyen escuelas campesinas, frenan los desmontes, hacen frente al terrateniente, al negocio inmobiliario y sojero.
EL MOCASE
Su forma de organización es comunitaria y las bases principales recaen en el trabajo en comisiones, en algunos casos con Presidenta o Presidente. Funciona a través de delegados, quienes son enviados a los municipios, llamados Centrales Campesinas. Posteriormente estas centrales se convierten en posibles Sedes, Cooperativas o Asociaciones. Las decisiones son en su totalidad producto de lo que se debate en asambleas y plenarios.

Las Centrales Campesinas están integradas por Secretarías de trabajo, de mujer, de salud, de educación, de tierra y jóvenes. Una particularidad del MOCASE es que tiene su propia Escuela Agroecológica, donde los jóvenes son los principales trabajadores de la misma.
El crecimiento de este movimiento campesino argentino es notable a nivel de trabajo y de construcción comunitaria y lo hacen sin perder su esencia: ser un movimiento campesino que reivindica los derechos sobre la tierra y a los pueblos originarios. Las fabricas que hoy están en funcionamiento gracias al MOCASE son de dulces, queso de cabra y de envasados de escabeche. Además poseen cuatro carnicerías, las cuales funcionan también como almacenes.
Algo muy importante también es que el MOCASE logró un convenio con la Universidad de Periodismo y Comunicación de La Plata para dar vida a una nueva escuela de comunicación.
Para el último párrafo de esta nota dejo una exigencia que exclama el pueblo campesino de Santiago, ¡Ni un muerto más por el derecho a la tierra, Cristian Ferreyra Presente! ¡Somos Tierra para Alimentar a los Pueblos!
señores a mi padre lo ascenaros por defender su propieda por tratar de evitar que unos ladrones ususurpadores y ascesino hijos de puta comandados po un “abogado” malandra miembro del grupo APENOC de apellido RAMiRO ES UNA VERGÜEZA QUE GENTE NEFASTA COMO ESTE SEÑOR SI ES Q SE LO PUEDE LLAMAR ASÍ SE DEDEIQUE A JODERLE LA VIDA A GENTE QUE SOLO DEFIENDE Y VIVIE DE LO SUYO POR LO QUE TRABAJÓ TODA SU VIDA, PARA QUEVENGA UN MALNACIDO COMANDADO POR UN HIJO DE PUTA Y LE ARREBATE LA VIDA???? ESO ES JUSTO??? ESO ES YUDA SOCIAL??? NOOOOOO SEÑORES SON MALANDRAS UNA MAFIA ENCARGADA DE CAGAR Y ARRETARLE A LA GENTE TRABAJADORA LO QUE CON EL ESFUERZO DE UNA VIDA LOGRÓ. MAFIOSOS HIJOS DE PUTA!