A TRES AÑOS DE LA TRAGEDIA DE ONCE

La tragedia ocurrida en la terminal ferroviaria de Once hace 3 años deja al descubierto el descuido en el transporte público. Más de 50 muertos y centenares de heridos son el saldo de aquella mañana fatídica. La corrupción, la inoperancia y los negocios a costa del pueblo son las principales causas del hecho. Por Perez Juan Alberto.

Era miércoles aquel 22 de febrero de 2012. El primer día laboral luego del feriado largo por carnavales. Cuando la formación del tren Sarmiento despegó del andén de la estación de Moreno, en la provincia de Buenos Aires, el reloj marcaba más de las 7 AM. Era una mañana calurosa, de esas húmedas que tiene la ciudad en pleno verano, de esas que hacen del viajar un trauma complicado. Sin embargo, los pasajeros de aquella formación Chapa 16 no sabían que lo que haría más traumático ese viaje no era el calor, ni el hacinamiento por la marea de gente que utiliza el transporte público para ir a trabajar cada día. Lo que iba a modificar sus vidas, las de sus familiares y amigos, era lo que les esperaba en la última parada en la estación cabecera de Once. Hablamos de tragedia, dolor e impunidad.

La imágen de la formación colisionada.
La imágen de la formación colisionada.

Todo se desató cuando el tren Sarmiento, hasta entonces a cargo de la empresa TBA (Trenes de Buenos Aires), entró a mayor velocidad de lo permitido en el andén, no logró frenar y se incrustó en las vallas de contención. Esto provocó que los dos primeros coches colisionaran fuertemente. Los pasajeros que llevaba cargaron con el peso del impacto. Miles de heridos, decenas de muertos, corridas, ambulancias que iban y volvían fue la imagen de la mañana. Los hospitales de la Capital empezaron a saturarse, no daban abasto para tal magnitud de tragedia, que casualidad igual que 8 años antes cuando ocurrió Cromagnon, como siempre en estos casos, el servicio de Salud no alcanza a cubrir las necesidades. Si bien la peor parte se la llevaron los pasajeros del tren, no menos traumático fue el pesar de los familiares de las víctimas, debido a que pasó mucho tiempo para que pudieran dar con el paradero de sus parejas, hijos, hermanos, sobrinos y amigos. La peregrinación era de hospital en hospital, y en el peor de los casos de morgue en morgue. Más triste aún es que hubo familias que pasaron dos o tres días para saber qué fue lo que pasó con sus parientes.

Las causas son nebulosas aún hoy. Lo cierto es que esa formación había realizado cinco viajes anteriores en perfectas condiciones. En esa última ingreso al andén del Once a más de 20 Km por hora cuando el máximo es de 5 Km. Por el caso hoy se lleva adelante un juicio que involucra tanto a Marcos Córdoba, maquinista de la formación, culpado de no haber frenado como corresponde, como así también a los ex Ministros de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Además, está siendo juzgado Sergio Claudio Cirigiliano, titular de TBA, que es la empresa que tenía la concesión de los ferrocarriles y, por lo tanto son los apuntados por no darle el mantenimiento correspondiente a las formaciones. El Tribunal Oral Número 2 que lleva la causa se expedirá para mediados de 2015 sobre las culpabilidades de los acusados. Sin embargo, los familiares de las víctimas de la tragedia continúan exigiendo justicia y homenajeando a los muertos y heridos del incidente.

Los familiares exigiendo Justicia en el lugar del hecho.
Los familiares exigiendo Justicia en el lugar del hecho.

El saldo que dejó aquél trágico viaje del 22 de febrero es de 51 victimas fatales y centenares de heridos. Pero lo que dejó en evidencia más aún es la falta de consideración que se tiene para con los usuarios de los transportes públicos, generalmente los trabajadores y personas de menores recursos, que son víctimas de las pésimas administraciones, que se encuentran en constantes peligros por los malos servicios públicos que están en manos privadas, por negocios suculentos y un Estado ausente, o deja un vacío al provecho de los privados. No intercede para garantizar el bienestar de sus ciudadanos. La tragedia de Once pasó hace 3 años, pero un accidente de la misma dimensión puede ocurrir en cualquier momento. Porque nada cambió desde entonces en lo que respecta a las condiciones en que se viaja tanto en colectivos, trenes o subtes de Capital y Gran Buenos Aires.

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