El 21 de Abril fue una fecha histórica para las mujeres originarias de nuestro país. Se logró la primer marcha de Mujeres Indígenas con el lema del “Buen Vivir”. Irma Caupan es una de las organizadoras de la movilización y dialogó con ANCAP. Presentaron un ante proyecto de ley en el congreso donde se busca la conformación de un consejo de mujeres originarias integrado por las 36 naciones que encabezaron la marcha de Abril. Por Federico Paterno
Un bar de Palermo fue el lugar para el encuentro con Irma y Luisa para poder dar forma a la idea de Buen Vivir que aportaba la marcha del 21 de Abril. La satisfacción de haber logrado el objetivo de la marcha Indígena fue lo que ellas llevan como puntapié para ir por más.
Irma con un rostro que denota sus rasgos originarios, al igual que Luisa, no dudan de que el Gobierno no va a apoyar esta iniciativa.
El Frente para La Victoria nunca los recibió pese a los pedidos de reuniones.
“En el estado hay lugares con oficinas que no nos defienden, viajan al exterior y la pasan re bien , pero no se involucran con la realidad de los hermanos”, afirmó Irma Caupat sobre el compromiso que hay por parte del Estado hacia los pueblos originarios. El pasado 21 de Abril se hizo entrega del ante proyecto de ley con la exigencia de armar un consejo de mujeres originarias.
En referencia a la cobertura de la marcha y al apoyo que les brindaron diferentes organismos Caupat aseveró: “El INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) nunca nos escuchó hemos golpeado diversas puertas pidiendo apoyo. El Frente Para la Victoria nunca nos recibió. Fueron los medios alternativos los que difundieron todo la marcha. Solo canal 7 mostró algo”.
La efervescencia de Irma a la hora de explicar lo que lograron y el impulso que generó demuestra que las mujeres originarias van ocupando un lugar en la historia. Aunque muchos no lo vean, su lucha está vigente. El ante proyecto que se presentó en el congreso afirma que el Buen vivir tiene que ver con armonía y la reciprocidad entre los pueblos. Dentro de los principales fundamentos del ante proyecto se puede leer “De manera conjunta las mujeres de diferentes Pueblos Originarios planteamos los fundamentos y la propuesta de la presente Ley. Fuimos diagnosticando la realidad que nos envuelve: el colapso de nuestra madre tierra, la explotación sin límites del modelo extractivista, que saquea, depreda y contamina,. Estos diálogos y reflexiones nos llevan a articular de manera urgente una propuesta, que no solo nos aglutine a nosotras, las mujeres de las 36 naciones originarias, sino a todo el pueblo argentino que al igual que nuestros pueblos merece el Buen Vivir. “
A la hora de definir el “Buen Vivir” dentro de lo fundamentado por las Mujeres Originarias que iniciaron este camino, afirman “Los transgénicos nos enferman. Hay que hacer bancos de semillas orgánicas. La comida envasada no explica qué es lo que estamos comiendo. Una casa no se puede mantener armónica, limpia y ordenada si no se organiza el trabajo. Los proyectos comunitarios ayudan a hacer las cosas, pero los mega-emprendimientos desorganizan todo pues no cuidan ni de las personas ni de la biodiversidad. Hay que promover las construcciones naturales y priorizar y conservar diseños identitarios. Así pensado, el territorio es el espacio donde coexiste toda la vida. Hay que asegurar su sustentabilidad; saber que nuestros actos tienen consecuencias que se manifiestan hoy y en el tiempo futuro, y que tenemos que obrar con herramientas jurídicas, políticas y tecnológicas, pero sustentadas en nuestra espiritualidad”
Al momento de presentar el ante proyecto de ley estuvieron presentes entre otros a modo de “testigos” de lo que se entregaba, Claudio Lozano, Diputado de Unidad Popular y Pablo Bergel , Diputado del espacio Verde al Sur.

FEMINICIDIO
Las mujeres originarias ahora como paso posterior al objetivo cumplido de la movilización histórica en medio de los tres poderes, buscan el rumbo hacia el norte argentino, para poder volver a las comunidades Indígenas del lugar y dar respuestas a las denuncias constantes de feminicidio que reciben a diario.
Los puntos centrales de mayor complejidad son la provincia de Misiones, en el límite con la República del Paraguay y Catamarca. La tarea de hoy es buscar los fondos económicos para poder viajar a estos puntos centrales de peligrosidad a la hora del riesgo que corren mujeres sin reparo alguno.
POR QUÉ MARCHAMOS
La marcha fue integrada por 36 naciones originarias de nuestro país, algo muy difícil de lograr. Sin embargo con más de dos años de trabajo en sus espaldas y con sus valijas repletas de autogestión se logró.
“A la hora de hacer la convocatoria se fueron haciendo talleres y trabajos en diferentes lugares para poder conocer las realidades y trabajar sobre eso, El encuentro en Epuyen (Chubut) fue el más importante; 36 Naciones en un encuentro genera que cada comunidad tenga sus particularidades y sus culturas, pero todas coincidan en visibilizar los derechos de las comunidades: el territorio, el agua, la deforestación”, explicó Irma.
“No es una marcha feminista, el buen vivir, es para todos. Al sacarnos la tierra nos sacan la vida”, sentenció Caupat.
Moira Millan, incasable luchadora Mapuche por los derechos de los pueblos originarios. Fue ella quien impulsó que las mujeres en esta marcha debían estar dos pasos delante de los hombres. Aunque siempre definiendo que los derechos por los que se pelean son para todos por igual.

Millan afirmó en una entrevista a Radio Futura de la Plata “Nosotros recogemos el andamiaje de lucha y resistencia que otros sectores sociales han realizado y lo ponemos en diálogo con la perspectiva milenaria del buen vivir, con propuestas para el transporte, para la salud, para la educación, para las cárceles, para cada una de las instancias que lamentablemente atraviesan nuestra vida” y agregó “La ley del buen vivir no es solamente una ley elitista que va a garantizar derechos específicos para las mujeres originarias, sino que es una ley que nos trasciende. Es una ley que propone una nueva relación y un nuevo pacto co-habitacional entre el pueblo argentino y las 36 naciones indígenas que siempre hemos estado aquí”.
En una reflexión acerca de lo que generó internamente poder concretar la marcha de mujeres indígenas en pleno centro porteño de Buenos Aires, irma Caupat reflexionó “Fue muy emocionante lo de la marcha, cuando lo empezamos a soñar nos parecía muy difícil lograrlo. Cuando estábamos terminando el ante proyecto en Epuyen decíamos: si no nos reciben el ante proyecto nos encadenamos al congreso. Ya estábamos dispuestas a todo y poder entrar al congreso, que nos dieran un salón y que nos escucharan fue emocionante. Ahí nos dimos cuenta que se podía y que se puede mucho mas. Hay que ir por mucho más”.
SIN COBERTURA
Los medios llamados (tradicionales) de comunicación estuvieron ausentes en la marcha del 21 de abril. No era noticia que mujeres indígenas de 36 naciones de nuestro país se convoquen con dos años de trabajo en su andar, para marchar por los derechos de cada originario del territorio argentino.
“Hace juego con lo que dice nuestra Presidenta de que todos somos inmigrantes, hay una parte que nos quiere seguir invisivilizando. Es coherente con eso”, disparó Caupat sobre el tema.
En el último discurso de la Presidenta Cristina Fernández se refirió al tema de Derechos Humanos y dijo: “Estamos ante la inmensa responsabilidad de saber que los 40 millones de argentinos tienen que garantizar el respeto de los derechos humanos, la memoria, la verdad y la Justicia”. Dentro de los 40 millones están los pueblos originarios.
Irma al referirse sobre el concepto de la Presidenta sobre la explicación que somos descendientes de inmigrantes y no de originarios, explicó a ANCAP que hay un trabajo de investigación en marcha donde se clarifica que más del 60 % de nuestra población deviene de raíces indígenas.
“La presidenta dice esto cuando hay hermanos originarios acampando en la 9 de Julio. Es un genocidio silencioso que sigue, por debajo, pero sigue. El 24 de marzo con la lucha por los derechos humanos estaban matando a palos a integrantes de la comunidad Wichi en Formosa”, sentenció.
A la hora de hablar de la lay 26 160 que es la que debería defender a las comunidades indígenas de desalojos de sus tierras, como así también de generar los relevamientos territoriales para la entrega de los títulos comunitarios de estas. “Se hizo con una gran cantidad de errores. Algunos de los relevamientos que se hicieron estuvieron mal hechos y no sirven como tal. Es totalmente contradictorio, se hace la ley pero se hace todo mal para llegar al objetivo”, comentó.
Luisa en un momento toma la palabra en la entrevista y nos brinda su definición sobre lo que fue para ella como organizadora también de la movilización ese momento histórico “vengo trabajando con las mujeres de manera autogestiva, con aportes de plata miserables. Pensamos que tendríamos más apoyo económico, pero no pasó. La presencia de la gente fue muy importante, no pensé que iba a ver tanta gente. La participación de la gente fue espontánea” y agregó su explicación sobre el “buen vivir” que llevaba la marcha como estandarte “Para mí es una relación donde realmente tengamos voz y voto de nuestros derechos sino estamos mudos y no sirve de nada. Cada ciudadano que tenga un respeto por los derechos. Que los territorios no sean invadidos y que las costumbre ancestrales se respeten”.

MIRANDO PARA ADELANTE
De ahora en mas cada 15 días las mujeres que llevaron adelante la organización del 21 de Abril pondrán en acción eventos para poder tener un sostén económico y de esa manera viabilizar los proyectos pendientes que tienen, como así también para escuchar los ecos que dejó la marcha.
36 naciones se organizaron para marchar por los derechos indígenas que aú no se cumplen. El silencio político es peligroso para estas comunidades de nuestro país. La reflexión es para todos por igual, los derechos humanos también son para todos por igual.
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