Monte Maíz se ubica en la provincia de Córdoba y cuenta con 8 mil habitantes que dijeron basta a los agrotóxicos. La ordenanza que elaboró la Red de Prevención de Monte Maíz se terminó de aprobar el día 23 de julio por el Concejo deliberante de esta localidad. Llevó el acompañamiento de Darío Ávila (abogado), el Doctor Medardo Ávila Vázquez (coordinador del campamento sanitario de Monte Maíz y de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados) y Damián Marino (Coordinador del espacio interdisciplinario de interacción Ambiental, EMISA, de la Universidad de La Plata). A.N.C.A.P dialogo con los tres especialistas en contaminación ambiental. Por Federico Paterno
La ordenanza surge como medida para poner un freno a las fumigaciones desmedidas en la zona. Los vecinos comienzan a exigirle al Intendente, Luis Trotte, medidas urgentes para evitar que sigan apareciendo casos de cáncer, malformaciones y mortalidad de manera continua.
“Lo que se plantea en resumen es la creación de una zona de resguardo ambiental que va de un mínimo de 500 mts y un máximo de 800 mts, la misma estaría entre el casco urbano y los campos, en esa franja no se admite el uso de ningún agrotóxico. También se plantea la necesidad de retirar los depósitos de agroquímicos que están en la parte urbana. En el relevamiento realizado se detectaron 22 depósitos de agroquímicos en la parte urbana, se plantea el retiro de los aparatos mosquitos que son los que utilizan para llevar adelante las fumigaciones, estos los productores los guardan en la zona urbana. Por último plantea también la formación de una comisión multidisciplinaria para establecer un paso del retiro de los hilos contenedores de granos de cereales que también están en la parte urbana”, reveló Darío Ávila.
En la parte subterránea de Monte Maíz el agua no era como la que todos solemos tomar día tras día; en la ciudad cordobesa esta viene con un ingrediente extra: Arsénico. Así lo comprobó Damián Marino con EMISA, el equipo de investigación que coordina de la Universidad de La Plata.
ZONA DE RESGUARDO AMBIENTAL
Marino advierte sobre las distancias en las fumigaciones “No hay respuesta especifica de las distancias sino toda la que se pueda”, y luego además sostiene “Esto es un primer avance pero hay que seguir trabajando para extenderla, de no tener nada a tener algo es un avance. No me siento en condiciones de decirte que es suficiente la distancia. Habrá que encarar nuevos estudios pero el primer paso esta dado”.
APRIETE.COM
Poder concluir con este trabajo de investigación que culminó en la ordenanza no fue algo simple para el Doctor Medardo Ávila, las trabas fueron apareciendo desde diferentes lugares. El rector Conrero, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba fue uno de los principales interesados en frenar la investigación. Su vínculo con Monsanto marca el rechazo hacia el trabajo de Medardo Avila y la Red de Médicos de Pueblos Fumigados. “Es un defensor de Monsanto y está vinculado a ellos. Es empleado de la multinacional. El firma los estudios de impacto ambiental que hacemos nosotros. Ellos niegan que el glifosato pueda producir enfermedades a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro que es cancerígeno”, aseguró Medardo Ávila.

En una de las audiencias públicas que se concretaron en Monte Maíz, más precisamente en el concejo deliberante, se hizo presente el Secretario de Agricultura de la provincia de Córdoba, Juan Cruz Molina Hafford, se elaboró un documento con los miembros de la cadena del agronegocio en la cual sostienen que con 100 metros de distancia de las poblaciones urbanas y 200 metros para las fumigaciones aéreas no habría de que preocuparse por la contaminación ambiental. Es importante destacar que el material en el cual fundamentan esta teoría está basado en los textos elaborados por las mismas empresas de agroquímicos que fumigan la ciudad de Monte maíz.
Otra de las trabas que intentaron desde los dueños del agronegocio fue la “creación” de un grupo de productores e ingenieros agrónomos que se hicieron llamar Organización de Productores Sustentables de Monte Maíz, presentaron un documento similar al del secretario de Agricultura y fue desestimado por falta de recursos técnicos.
CAMPAMENTO SANITARIO
Es una experiencia que se hizo a través de la Universidad Nacional de Córdoba mediante un convenio firmado con el Intendente de Monte Maíz, Luis Trotte y el Rector de la UNC, Francisco Tamariz.
El campamento sanitario que se llevó adelante en el 2014 fue encabezado por el Dr Medardo Ávila “El pueblo de Monte Maíz estaba muy contaminado de agroquímicos y lo comprobamos con la tierra que recogíamos de la calle. En el interior del pueblo había más glifosato que en los campos. En el mismo pueblo hay más de 22 depósitos que acumulan casi 1 millón de litros de agrotóxicos que se usan para fumigar las 70 mil hectáreas que rodean al pueblo”, explicó Medardo Ávila.
Fueron cinco días de trabajo intenso, los datos del informe indican que la zona rural es de más de 65 mil hectáreas y recibe 630.000 litros de agroquímicos al año en carácter de fumigaciones. “El pueblo está muy contaminado y muy enfermo”, agregó el Doctor Avila Vázquez.
Con los resultados del informe que se estableció posterior al trabajo del campamento sanitario se llegó a la conclusión que se había triplicado el número de malformaciones y mortalidad. Las causas: los agroquímicoSe hizo casa por casa con encuestas. Se tomaron muestras del suelo y de agua, con el fin de analizar los contaminantes del lugar. Una vez obtenida la información dió como resultado el informe que hoy acompaña la ordenanza de Monte Maíz que frena el uso de los agroquímicos.
“La comunidad de Monte Maíz no se asombró. Esto vino a poner algunos números sobre las sospechas que ya tenían en concreto sobre lo que venía pasando”, afirmó Darío Avila.
SENASA CLASE 3 Y 4
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) es el organismo que se encarga de la clasificación de los agroquímicos en la Argentina. No solo se encarga de la regulación sino también de su aprobación.
El modo de clasificar es por el grado de toxicidad. Los productos tres y cuatro son los de menor toxicidad y en estos aparece el más utilizado en nuestro país: el Glifosato. Más de 200 millones de litros de este herbicida son arrojados al año en las fumigaciones.
En la provincia de Córdoba los productos de grado tres y cuatro (Glifosato) se pueden utilizar hasta en los patios de las casas.
“Nosotros hacemos una crítica a esta clasificación, el SENASA únicamente tiene en cuenta la dosis que mata en posición aguda, es decir cuando se finaliza la fumigación y las poblaciones que están cercanas a estas fumigaciones experimentan algún tipo de patología como dolor de cabeza, sequedad en la boca , problemas en la visión y dificultades respiratorias, esos son los efectos agudos , criticamos que este sistema de clasificación no contempla las patologías o los síntomas crónicos; que son lo que padecen a largo plazo dentro de una población que está sufriendo la fumigación de pequeñas dosis de agroquímicos. Esto justifica lo que nosotros denunciamos: el cáncer, la leucemia y los abortos espontáneos, son enfermedades que aparecen a largo plazo y esto es lo que no contempla la clasificación del Senasa”, advierte Avila.

PA FRENCHI
Medardo Avila con su experiencia de años en los territorios de campos y pueblos fumigados en miras al futuro aclaró “Ahora con la ordenanza no van a poder fumigar y ya algunos dueños de los depósitos de agroquímicos los están mudando afuera, los mismos sojeros de monte maíz tiene tres veces más cáncer que el resto de los vecinos del pueblo”
Su coordinación de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados habla de un compromiso continuo con la problemática que se vive tanto en la provincia como a nivel nacional.
La Red se creó en el 2010 tras haberse realizado un congreso de médicos de pueblos fumigados. Hubo médicos de 12 provincias, se llego a la conclusión de que el poder político y económico del agronegocio están vinculados.
“Nuestro trabajo es difundir la información de las investigaciones que comprueban los casos de contaminación y efectos de los agroquímicos, y acompañar a los médicos para que estos a la vez acompañen a las comunidades que luchan por sus derechos a la salud”, comentó el Dr Vázquez.
DE LA SOTA 2015
Medardo Avila también tuvo tiempo de explicarle a A.N.C.A.P como es la situación actual en la provincia con el uso de los agroquímicos.
Uno de cada tres vecinos de Córdoba muere de cáncer, cuando en el resto del país se produce el deceso de uno cada cinco pobladores.
La lluvia a veces es deseada con el calor agobiante que puede acarrear las sierras, pero hay un pequeño problema para tener en cuenta: entre septiembre y febrero llueve con Glifosato. Esto demuestra como la contaminación de cada fumigación queda en el aire y al producirse la lluvia el agua de lluvia recoge el herbicida. Una contaminación incontrolable.
“El Gobierno de De la sota es pro sojero y cubre los datos de contaminación y de salud”, sentenció Medardo Vázquez.
SIN FRENOS
El Ingeniero Químico, Damián Marino explicó porque el Gobierno no va a promover un cambio en el modo de producción actual.

“Si algo cambia o se vuelve más interesante va a venir como ocurrió siempre , primero de los movimientos sociales después de los municipios y no mucho mas de ahí, hasta que no haya muchos municipio como el de Guamini donde la producción no es de una agricultura basada en química y los resultados son mucho más rentables, con la presión de los mismos productores para dejar la practica actual del uso masivo de plaguicidas y opten por prácticas alternativas , la decisión viene de ahí de arriba hacia abajo. No lo veo posible sino por los lobbies de semillas o plaguicidas de las multinacionales, tanto de semillas como plaguicidas, donde nos han convencido que la única manera de producción productiva es el uso de químicos de manera masiva, no hay hoy una salida, ni la intención de generar una agencia nacional desde el punto de vista ambiental que sería una salida al menos de diagnostico para ver donde estamos parados”.
En los últimos artículos aprobados en el Concejo Deliberante marca que cualquier vecino podrá ante cualquier transgresión de la ordenanza hacer la denuncia y se promueve la conformación de una comisión multidisciplinaria para dar solución y destino a los silos (almacenamiento) y las plantas de cereales que se ubican en la zona urbana.
Quedara prohibido el uso de plaguicidas, herbicidas, fungicidas, fertilizantes en los baldíos, plazas y parques.
Monte Maíz hoy logró gracias a la organización de sus vecinos que una ordenanza ponga fin al uso de agrotóxicos en su ciudad. Las multinacionales del agro a Monte Maíz ya no lo fumigan.
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