Líder y cacique tehuelche-patagónico, Modesto Inacayal fue uno de los últimos referentes de los pueblos originarios. Su resistencia a la campaña del desierto fue escrita en varios libros de historia. Torturado y humillado en la Isla Martin García a manos de las tropas de Julio Argentino Roca. Logró salvar su vida y la de su familia gracias a Francisco “Perito” Moreno quien lo llevara prisionero al Museo Nacional de La Plata, el cual dirigía. Ahí murió en 1887 estando cautivo con su mujer y su hija.
Por Federico Paterno
Hijo del cacique Huincahual, fue partícipe de los parlamentos organizados por el cacique Valentin Sayhueque. La solidaridad de Moreno para con Inacayal y su familia no fue tal. Su finalidad siempre fue la de exhibir al cacique en su museo, como también lo hizo con la esposa y sobrina del líder indígena.
Sobre el perito Moreno el historiador Osvaldo Bayer deja clara su opinión:“la prisión “científica” que sufrieron tantos representantes de los pueblos originarios y los escritos altamente racistas del famoso Perito Moreno y de los denominados “científicos” de la época que igualaban a los indios con los judíos, en cuanto a sus rasgos fisonómicos”.
Inacayal fue detenido el 18 de octubre de 1884 por las tropas del Coronel Lasciar con el fin de enviarlo a Buenos Aires viviendo un año y medio en el Tigre. El cacique tehuelche siempre fue vinculado a los referentes indígenas de aquél entonces: Sayhueque y Foyel. Supo tener 900 hombres a su mando.
PERITO
Transcurría el año 1890 y Pascasio Moreno decía cosas como “tenemos ya en el Museo representantes vivos de las razas más inferiores”. Una época donde se compraban los indios para servidumbre y los hijos se extirpaban de sus padres; de esa manera poder exhibirlos en el Mueso platense como si fuese un zoológico.
Un dato no menor es la forma en la que Moreno optó para “mostrar” sus representantes de razas inferiores como él las llamo, durante el transcurso del día quedaban expuestos en las vidrieras del museo y por las noches los enviaban a dormir al sótano del mismo. Al poco tiempo fueron muriendo y la mejor opción que pareció a Moreno fue descarnar los cuerpos, poner los cerebros en formol y extirparles los cueros cabelludos. Así de esta manera podían “exhibir” en el museo a los indios como decía el “perito” de razas inferiores.

Las tareas que Moreno distribuyó para sus prisioneros fueron variadas. Las mujeres tenían el encargo de limpiar el museo, lavar toda la ropa del personal del lugar y el armado de telares para que puedan venderse. En el caso de los hombres debían limpiar las cloacas, hacer pozos y tareas de construcción.
Roca fue uno de los principales genocidas de indígenas del sur argentino. Entre 1875 y 1885 fue el tiempo que duró su “conquista” esclavizando indios pampeanos y patagónicos. Aquel que no “colaboraba” era asesinado.
LA REESTITUCION
A fines del 2014 se logró con gran impulso del Colectivo Guías de La Plata, de la Secretaría de Cultura, la Dirección Provincial de Asuntos Indígenas y la Subsecretaría de Derechos Humanos de Chubut, la restitución de los restos de Inacayal.
El 20 de abril de 1994 se habían restituido los restos óseos de Inacayal a las comunidades indígenas de Chubut. Se hizo la devolución total en el 2014 junto a los restos de su sobrina, Margarita Foyel y los de su esposa.
“Yo jefe, hijo de esta tierra, blancos ladrones, mataron a mis hijos, mataron a mis hermanos, robaron mis caballos y la tierra que me vio nacer. Yo, prisionero”, Inacayal.
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