CON LA MISMA MONEDA

Seguramente, entre quienes han elegido en las últimas elecciones presidenciales votar por la propuesta que terminó por ser ganadora, no habrá de faltar aquellos que, de alguna o de otra forma, hayan puesto  su grito de insatisfacción contra el uso sostenido de las cadenas nacionales, con las cuales se interrumpían las transmisiones regulares de los canales de aire de la televisión argentina a manos del Gobierno Nacional (kirchnerista). Para algunos, la política en todos lados termina por ser motivo de discordia puertas adentro, incluso en el ámbito periodístico se ha dejado instalada la idea de una grieta como consecuencia de un gobierno que, con sus consecutivas apariciones, no ha hecho más que separar familias y amistades, acentuando climas tensos como producto de las disidencias políticas encrudecidas. Lo que se pretenderá mostrar a través de este informe es que: dicha idea no solo es falaz, sino que, de forma implícita ha sido trabajada también por los actuales gobernantes.

Por Federico Firpo

No es lo mismo, por caso, aparecer de repente en horas de la tarde cortando telenovelas, series como los Simpson o los noticieros que hacerlo, por ejemplo, como invitado de un determinado programa. Otro de los formatos que pareciera haber irritado a un sector de la población, así como a un grupo determinado de periodistas, es el del uso incesante de la propaganda gubernamental en los entretiempos de los partidos televisados por el “Fútbol Para Todos”. Son estas, muestras evidentes y, por lo tanto, explícitas de trabajar los términos ideológicos. Más allá de poder estar de acuerdo o no con este formato de hacer política, lo que nos interesa aquí pasará por quitar el antifaz a quienes, tras hacerse eco de las molestias que esos recurrentes mensajes podían generar, lejos de suprimir el derrame propagandístico no han hecho más que reubicarlo perversamente, por no decir de forma subliminal.

No podemos negar que hay siempre un trabajo por detrás de las formas. Lo que sí podemos es advertir cuando los movimientos pretenden en su acción desligarse de su verdadera esencia. En ese sentido, podemos afirmar que se han abierto decididamente una serie de canales alternos por los cuales de forma indirecta se ha llegado y se sigue llegando, constantemente a los hogares. Es en el corazón de las familias que se ha trabajado, en el seno de la maternidad. Por eso, no debe de sorprendernos a esta altura que el Presidente de los argentinos tenga un fotógrafo metido en su propia casa en vísperas navideñas, en lo que significa una hermosa foto con su pequeña hija armando el árbol de navidad. O en otro momento, con la misma pequeña en su regazo, generando un ameno escenario de trabajo. Ni hablar de la cantidad de declaraciones que desde “Canal 13”, famosos como Mirtha Legrand, han hecho acerca de una presidente autoritaria, en referencia a la anterior mandataria, como contracara de quien ante las primeras críticas recibidas por la diva se ha inclinado por invitarla a almorzar a la Casa de Gobierno, en clara muestra de diálogo ante la adversidad, seguido todo por expectantes periodistas a las afueras del lugar. Generar el impacto como contrapartida, poniendo al individuo como cara visible.13327430_726931370743990_8191334542048234268_n

Lo brillante de este método se encuentra en la llegada directa al sentido común. Cuando uno se encuentra con canales como “América 2” o “El Trece”, que han sabido calar en lo más profundo de la sensibilidad, transformando programaciones enteras de panelistas chimenteros situándolos a la cabeza de análisis políticos de actualidad, pareciera no quedar más que simplemente arrodillarse ante el avance de lo mediocre. De qué otra forma podríamos imaginarnos a Mariana Fabiani indignada con cuestiones como el pago de ganancias o Santiago del Moro diciendo que nadie piensa en la educación de los niños al ofenderse por el paro de los docentes estatales. No es para menos, se ha impulsado un motor a imagen y semejanza de las enseñanzas que el PRO nos ha dejado. Cuando uno ve que en un programa como Intratables, que solía ser de actualidad mediática, se lleva como invitada a una señora X, que ha tenido el honor de recibir en su casa al primer mandatario, para almorzar con él, no se hace más que dejar en evidencia que se está trabajando en clara sintonía con el formato ideal vigente, el individualismo.

A pocos días de haber asumido y en una muestra clara de cómo habrían de desenvolverse las fuerzas de seguridad en determinados contextos, Gendarmería entró arremetiendo a los balazos, en medio de una villa en la que un grupo de niños se encontraba ensayando pasos de baile para el carnaval, los niños fueron de hecho baleados, pero eso no fue una noticia importante, mucho menos tapa de los multimedios de renombre, pero si lo fue dos días después el supuestamente improvisado suceso en el cual Macri, rodeado de cámaras profesionales, se encontró lleno de niños que visitaban la Casa Rosada. Base del relato de campaña fue una señora, de un pueblo, invitando al “inminentemente” carismático candidato a tomar unos mates. La familia que tiene una empresa que hace cunas para unos trillizos. La empanada que Rodolfo va a comer. En definitiva, todas historias anecdóticas que, con el atrevimiento de retomar a Karl Marx, separan lo real de lo ideal, la estructura de la superestructura, el cielo de la tierra. Cuando lo improductivo se pone por encima de lo productivo que no les extrañe escuchar a gobernantes hablando de alegría, de confianza o de ilusión, sin más, lo abstracto por excelencia.

Han llegado, se han presentado y han ganado, pero no lo han hecho solos. A su vez, han sabido ocultar la falta de un verdadero proyecto y es por esto que los mismos que se jactaban de proponer que es hora de terminar con el curro de los Derechos Humanos, los mismos que pedían que se deje de hablar tanto del pasado, hoy solo gritan frases vacías de contenido tales como: Pesada Herencia. Y es entonces que, de no mediar proyecto alguno, se termina por caer en lo más básico, en el sentido común, en el peso del individuo al cual solo a través del mero impacto se puede llegar. Este apartado, se ha fundamentado sobre la base de demostrar que: la esencia de este Gobierno es puramente ideológica, más allá de lo que contrariamente sus formatos y discursos pretendan imponer o demostrar.

 

 

 

 

 

 

A %d blogueros les gusta esto: