Por Juan Alberto Pérez
Desde el 1 de agosto Santiago Maldonado está desaparecido. La historia de un joven que inició un viaje hace un año y medio, y que lo encontró aquél día solidariamente apoyando la causa mapuche en El Bolsón.
Armó el bolso en el que puso un pantalón, una remera, alguna foto de los viejos y un puñado de ilusiones y convicciones que a sus 28 años están más afirmadas que de costumbre. Lleva su aspecto perfectamente desaliñado por las rastas y la barba frondosa que denotan su búsqueda de libertad. Había planeado tanto este viaje, que sería el de su vida, y trazó en un mapa su ruta que iniciaba en su pueblo, 25 de mayo en la provincia de Buenos Aires, y que transitaría por la República Oriental del Uruguay y cruzaría los andes para llegar el país trasandino de Chile. Llegó a la localidad de El Bolsón, cerca de Bariloche, como quién está buscando su lugar en el mundo, hace más de un mes y medio. Se afincó en la pieza de la biblioteca local. Allí le saca punta a sus ideales, apoya cuanta manifestación se realiza y defiende cuanta causa justa cree necesaria defender. La solidaridad para con los otros le pudo más el 31 de julio cuando decidió acompañar a la comunidad mapuche de Lof en resistencia Cushamen por la liberación de Facundo Jonas Huala, un activista en defensa de las tierras de donde los latifundistas extranjeros pretenden despojar a la comunidad.
El sol castigaba a los manifestantes que cortaban la ruta 40, extrañamente para estos días de invierno. La Gendarmería Nacional llega a las inmediaciones con la orden de abrir el paso de la manera que sea necesaria. Al ver que no sería tan sencillo despojar de su lugar de resistencia a los miembros de la comunidad los uniformados, bajo las órdenes del Ministerio de Seguridad dirigido por Patricia Bullrich, comienza con la represión con balas de plomo y goma. Allí los manifestantes deciden correr en dirección al predio en sentido del Río Chubut. Los miembros de la comunidad que conocen bien la geografía pudieron escaparse por entre los arbustos y a nado por las márgenes del río que tiene poca profundidad. Pero aquél muchacho, flaco, alto y de pelo enmarañado no logra despistar la persecución de los uniformados y es atrapado en las cercanías de un árbol. Allí es rodeado por los gendarmes, algunos testigos cuentan que lo golpearon y lo subieron a una de las camionetas verdes con inscripciones blancas. Desde ese día, en ese instante, a Santiago Maldonado no se lo vio más.
“Esto delito es desaparición forzada de persona” explica en el programa radial La Voz de la Tierra la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia.“Esta figura tiene tres elementos. Por un lado, es la privación de la libertad” afirma la Dra Heredia y continúa “Esta privación de libertad se realiza por personas del estado, o con ayuda de personal del estado, por acción u omisión” y agrega “El tercer elemento es la negación de las autoridades de reconocer esta desaparición forzada, y que nieguen dar información al respecto”. Todas esos elementos aparecen en los hechos que se desarrollaron desde el día 1 de agosto hasta acá. Personal de las fuerzas de seguridad arrestaron a Santiago Maldonado, según lo que marcan los testigos del hechos. Y además, las autoridades niegan dicho arresto e inclusive niegan la participación de Santiago en la manifestación. La ministra de seguridad de la nación en el Senado declaró “No sabemos a ciencia cierta si Maldonado estaba en el lugar, lo sabemos por dichos de algunas de las personas de la comunidad“.
“La única forma de desvirtuar esta hipótesis (desaparición forzada) es teniéndolo a Santiago, que nos explique que pasó y que se investiguen las circunstancias por las que todo este tiempo estuvo desaparecido” afirma la Dr Heredia que representa a la familia de Maldonado. Hasta el momento es imposible no decir que el estado es cómplice de que Santiago no esté con su familia o trabajando en la feria artesanal donde se gana la vida. Ya que, a lo dicho por la ministra Bullrich se le suma lo dicho por el juez Guido Otranto, responsable de que la Gendarmería haya reprimido en la ruta 40, y a cargo de la búsqueda de Santiago, “no hay elementos para sostener que fue detenido por Gendarmería”.
Otro hecho llamativo es que en el momento en que se realizó el rastrillaje en la zona, el juez Otranto ordenó no permitir a los medios tomar imágenes. Además, bloquearon el acceso a periodistas a la comunidad Lof, a la vez que intimidaron a los periodistas enviados de Revista Cítrica.
Los funcionarios tienen mucho por responder en estos momentos. Al hecho de establecer el paradero de Santiago, deben aclarar ¿Por qué la Gendarmería persiguió a los integrantes de la comunidad dentro del territorio mapuche cuando la orden era habilitar la ruta únicamente?. También, resta esclarecer ¿Qué rol cumplió Pablo Nocetti, jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad Nacional, quien estuvo presente en la represión de ese día? Además, en plena sospecha sobre la actuación de los gendarmes ¿Cómo la ministra Bullrich puede declarar que no van a separar a los gendarmes?. Porque de continuar sin respuestas estaremos afirmando las declaraciones de la Dra Heredia en el programa La Voz de la Tierra: “En Argentina están las condiciones dadas para que continúen las desapariciones forzadas. Porque no se cumplió con una sentencia de la CIDH de 2011 que planteaba desarticular las fuerzas de seguridad que permitan una nueva desaparición”
¿Qué le hicieron a Santiago Maldonado?
¿Qué le hicieron a Santiago además de desaparecerlo, como dicen todas las evidencias?