Por Juan Meza
El gobierno nacional, presidido por Mauricio Macri, hoy mediante un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) limitó la potestad que tenían los gremios docentes de discutir la paritaria a nivel nacional.
Según expertos en biología y naturaleza el ser humano es un animal de costumbre, y cuántas más veces repite su accionar más asimilado lo va a tener en su cotidianidad. Este sistema de repeticiones es lo que viene ejecutando el gobierno de Mauricio Macri desde que asumió en diciembre de 2015 con los DNU. Ante cualquier modificación o derogación que quieren imponer firman un decreto y así, de manera unilateral, imponen sus condiciones, evitando el parlamento, que es el sitio donde se dictan y sancionan las leyes.
Este martes, 16 de enero de 2018, se publicó en el Boletín Oficial de la República Argentina (BORA) el decreto Número 52/2018 que modifica y deroga artículos del decreto 457/2007 de la ley 26.075, conocidos como el decreto de la paritaria docente.
En este nuevo DNU el punto elemental es la limitación que impone de manera unilateral y poco democrática el gobierno nacional al fijar las discusiones salariales a cada jurisdicción provincial, evitando que se puedan discutir a nivel nacional y así generar desigualdad entre los docentes de las distintas provincias. La modificación del artículo 7 establece que en la mesa de discusión solo se toquen temas como «jornadas de trabajo», «condiciones de ingreso a la carrera docente», «régimen de vacantes», entre otros temas, desplazando la discusión por el salario docente.
Otra de las modificaciones que se implementan a través de este nuevo decretazo es la forma de representación gremial. Ahora sólo van a poder asistir a la mesa de negociación solo un miembro de cada sindicato que tenga personería en cada jurisdicción, lo que hace perder peso a CTERA, gremio con mayor cantidad de afiliados entre los docentes, y quien se mostraba como el más combativo, ya qué se plantea como opositor del gobierno.
De esta manera, con está decisión antidemocrática, no sólo se pretende seguir amedrentando al pueblo trabajador y hambrearlo, sino que, nos obliga a seguir estando en las calles reclamando por nuestros derechos con una proclama uniforme: «¡UNIDAD DE LOS TRABAJADORES Y AL QUE NO LE GUSTA SE JODE!»