Por Juan Alberto Pérez
Dos semanas de lluvia ponen en estado crítico la zona del Interfluvio Tuco-Bermejito donde 250 familias están aisladas por las inundaciones que afectan a 120 mil hectáreas. Se exige asistencia aérea y el uso de botes y lanchas para acercar comida, ropas y provisiones a los afectados. La situación podría empeorar por la crecida del Río Bermejo.
Las imágenes hablan por sí solas. Dan muestra del desastre que dejó la violenta embestida de la lluvia, pero también la impericia de la administración política, sobre una de las zonas más vulnerable del país. Dónde antes había un camino de tierra ahora hay un brazo de un río, dónde había un campo sembrado de algodón una laguna, donde pastaban los animales que poseen los campesinos para su subsistencia ahora hay un espejo de agua interminable. Eso sucede en la zona del Interfluvio Tuco-Bermejito en el norte del Chaco. En la tierra donde pisaban las patas desvencijadas de una cama ahora es un barrial, o peor, un estanque del agua acumulada por los 500 milimetros caídos de la lluvia y la crecida de los ríos.
Hubo catorce días de aguacero que dejó entre 450 y 500 milimetros de agua, 120 mil hectáreas afectadas por la inundación, ya sea porque los terrenos siguen bajo el agua o porque quedaron cerrados los pasos por la anegación, quedando aislados los pobladores.
Las áreas más castigadas son las que pertenecen a las localidades de Villa Río Bermejito y a El Espinillo. Allí doscientas cincuenta familias tienen el agua al cuello o están aisladas de cualquier ayuda que necesiten recibir. Los caminos están cortados por la crecida. Hay entre 25 y 30 parajes con alrededor de 600 familias campesina e indígenas que se ven directamente afectadas por las consecuencias de este desastre natural que azota a la zona. El problema principal que se genera es la falta de alimento y la imposibilidad de acceder porque están las rutas cortadas y no hay asistencia de los gobiernos provinciales y nacionales para acceder a la zona vía aérea o por intermedio de lanchas o botes. Además, desde el Frente Nacional Campesino (FNC) se denuncia que existe una maniobra de obstrucción para que lleguen las “ayudas” a los damnificados.
Los pobladores han perdido todo. Necesitan de la asistencia de alimentos, ropa, colchones, que es lo que destruyó la inundación. Además, en la zona rural se suma el estado crítico de los animales, que muchos han muerto por la anegación, y los pocos que fueron rescatados están situación crítica ya que carecen del alimento necesario, como forraje, maíz, alfalfa y alimento balanceado. “Sin eso no pueden mantener lo poco que salvaron de la inundación y no se sabe cuanto tiempo se puede sostener” declaró a este medio una fuente del FNC de la zona.
El agua caída superó ampliamente la media mensual de lluvias que registra la zona. Se espera que se termine la inestabilidad del clima y que salga el sol para empezar a escurrirse el agua. Sin embargo, otro problema se suma a este estado crítico. Se estima una crecida de 10 días del Río Bermejo, río arriba, en la zona lindera a Salta, lo cuál desembocará en los próximos días en el interfluvio Tuco-Bermejito aumentando la problemática de la zona.
IMAGENES: Fuente FNC
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