Por Juan Alberto Pérez
Pasó un nuevo día del trabajador. Otro 1° de mayo que se celebra a lo largo y a lo ancho del mundo con las diferentes particularidades del caso. En algunos países con festejos y en otros con reclamos. En Argentina, a pesar de que el pueblo trabajador está pasando una de las etapas más difíciles del siglo XXI, se realizaron actividades por separado, demostrando la desunión de las dirigencias obreras, y dejando un sabor edulcorado de una fecha que debió ser de resistencia frente a un gobierno que en dos años y medio emprendió una política agresiva contra el pueblo trabajador.
La Ciudad de Buenos Aires se vió fragmentada, tanto como lo está la sociedad, entre tanta convocatoria de distintos sectores. La Avenida 9 de Julio para organizaciones sociales, la Plaza de Mayo para un espacio de la izquierda y el Congreso para otro espacio de la izquierda. Los dirigentes de las centrales obreras eligieron encerrarse en su propia codicia e interés y así evitar un choque con un gobierno, con el que parecen llevarse bastante bien, sin movilizar a sus bases en las calles.
La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) convocaron cerca de 150 mil desocupados y trabajadores de la economía popular que se movilizaron ayer para conmemorar el Día del Trabajador e instalaron ollas populares a lo largo de la Avenida 9 de Julio. Luego movilizaron hasta el Monumento al trabajo donde se dió el acto principal. Allí aprovecharon para anunciar acciones para los próximos días además de anoticiar sobre la fundación del Sindicato Único de Trabajadores de la Economía Popular.
Por otra parte, el Frente de Izquierda, que está integrado por el Partido Obrero(PO), el Partidos de los Trabajadores Socialista (PTS) e Izquierda Socialista movilizó a Plaza de Mayo. En una multitudinaria manifestación que se autodenominó “la única movilización opositora a las políticas del gobierno” y exigió la convocatoria a un paro general urgente. Asimismo, la otra porción del espacio de izquierda, la Izquierda al Frente, integrado por el MST y el Nuevo Más, convocaron a la plaza de Congreso, con reclamos idénticos que el espacio del FIT, lo que hace preguntarnos ¿Qué esperan para trabajar en conjunto una agenda que sea una opción de poder real para las próximas elecciones?
Las centrales de trabajadores de mayor convocatoria del país eligieron una postura de perfil bajo en la jornada del sector que dicen representar. En el ostracismo y escondidos dentro de la comodidad de un edificio, la CGT en la sede de la calle Azopardo realizó un acto que contó con la presencia de la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. En la misma mesa se sentaron personajes del calibre de los hermanos Daer, Eduardo Duhalde, Víctor Santamaría y Juan Manuel Abal Medina. Allí hubo algunas expresiones en contra a los tarifazos y la reforma laboral que plantea Macri, pero no se habló de medidas de acción concretas para hacer frente a la embestida del gobierno contra el bolsillo de los trabajadores.
Por su parte, Hugo Moyano y su grupo, entre los que están los líderes de las CTA, Micheli y Yasky, realizaron un acto el viernes en el estadio de Ferrocarril Oeste conmemorando un aniversario del paro nacional de 1979 encabezado por Saúl Ubaldini.
Por el lado del peronismo poco y nada. Aunque se autoproclama el “partido de los trabajadores” en medio de una confusión interna y sin decisión política de salir a las calles a enfrentar al modelo neoliberal del macrismo, el espacio fundado por Juan Perón no realizó ninguna convocatoria y varios de sus dirigentes se vieron disgregados en diferentes actividades, como la presentación de un libro sobre Lula, o el acto de la CGT.
Muy distinto fue el panorama en otros lugares del mundo. En Brasil se utilizó la fecha para movilizar masivamente en varias ciudades exigiendo la liberación de Lula. En Francia hubo represión y 200 detenidos por parte de los obreros que se manifestaron multitudinariamente en rechazo de las reformas laborales que plantea el gobierno. Y en Cuba, más de un millón de personas colmó la famosa Plaza de la Revolución de La Habana para hacer honores a Raúl Castro y al nuevo presidente Miguel Díaz Canel.

Los trabajadores en Argentina están sufriendo. Los sueldos fueron brutalmente castigados por las paritarias a la baja que han negociado dirigentes obreros y gobierno. La lista de desocupados es más grande todos los días. Las tarifas y el precio del alimento sube por ascensor mientras el salario va por escalera. Y además, se encuentra en el momento de mayor disregación de los últimos años. Así, enfrentar al gobierno de gerentes se hace cada vez más imposible.
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