FESTIVAL CULTURAL POR DARIO Y MAXI: A 16 AÑOS DE LA MASACRE DE AVELLANEDA

Por Federico Paterno

El domingo, la estación Darío y Maxi fue el lugar de encuentro para recordar que son 16 años los que se cumplen de la masacre de Avellaneda. El festival cultural contó con paneles debate, puestas culturales, bandas en vivo, murales y radio abierta. Desde las 14 hs fueron llegando al lugar de manera solidaria todos aquellos que buscan justicia por Kosteki y Santillán, que dicen no al olvido y reclaman cárcel a los responsables políticos de esta masacre.

Pasadas las 15 hs ya estaba en movimiento un panel de género para poder poner debate el rol fundamental que hoy tiene la mujer en las luchas diarias, y aún más, en la despenalización del aborto para que se convierta en ley. Los pañuelos verdes protagonizaron la tarde, por donde se mire en esta actividad había alguno.

La hora del panel de Derechos Humanos llegó con la apertura de Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, joven desparecido y asesinado por la policía en enero del 2009. “La lucha se da en la calles y sin miedo, denunciando a quienes se llevaron la vida de nuestros hermanos y nuestros hijos. Estamos hablando de represión estatal, denunciando a todos los gobiernos constitucionales. Puede haber mayor gravedad en determinado momento histórico, pero cuando hablamos de represión decimos que cada uno de los gobiernos constitucionales aportó su cuota para que el problema represivo sea la forma rotunda de eliminación de los sectores populares. Nosotros salimos con mi mamá y compañeros a la lucha tras la desaparición de Luciano, y entendimos claramente que teníamos que salir a la calle. Que sería difícil visibilizar la causa de Luciano. Hubo amenazas y eso ameritaba respuestas rápidas. No pudimos hacer duelo porque estábamos buscando un desaparecido. Es una problemática muy compleja que afecta a un número muy grande jóvenes de los sectores pobres” manifestó la joven.
Además formaron parte de este panel María del Carmen Verdú de Correpi, Roque Azcurriare, fotógrafo de la revista villera La Garganta poderosa golpeado y torturado por prefectura hace pocas semanas, Javier Ramírez, hermano de Agustín Ramírez, secuestrado, torturado y asesinado por un grupo para policial de la bonaerense en junio de 1988 y Emilia Vasallo, Madre de Pablo paly Alcorta víctima de gatillo fácil e integrante de la marcha nacional contra el gatillo fácil.
Roque (Garganta poderosa) expresó “Cuando pasó lo de Darío y Maxi yo tenía mucho miedo y lloraba, no sabía qué hacer, tenía 14 años. Los compañeros mas grandes vinieron al puente Pueyrredón a bancar la parada. Esa misma Prefectura es la que me reprimió y tengo mucho miedo. Nos provocan todo el tiempo. Dentro del barrio hacen lo que quieren. Ellos mandan. Estamos hartos de que repriman a los vecinos de nuestros barrios. La invitamos a la ministra Bullrich para que venga a debatir con nosotros, ya que dice que nosotros mentimos. Por Darío, Maxi, Iván, Kevin y Ezequiel es que armamos el control popular de las fuerzas de seguridad”.
Javier Ramírez a su turno dijo “Hace 30 años pedimos justicia por Agustín, buscando testigos y luchando. La causa de Agustín está presentada en la CIDH y estamos a la espera de una respuesta. Agustín militaba en las comunidades eclesiales de base de Solano y desde ahí, junto al padre Raúl Berardo, se organizaban las tomas de tierras de muchos barrios. Veían las necesidades de las personas, había mucha pobreza. Agustín denunció la inmobiliaria de Martino que hacía negocio con tierras fiscales y esta inmobiliaria junto al poder político de turno y la policía mandan a matar a Agustín.”
Al tomar la palabra Emilia Vasallo manifestó “Estamos hoy acá en una jornada muy especial, cada aniversario de cada pibe lo revivimos todos. Los casos no tiene que quedar en la nada, de la justicia burguesa, no podemos esperar nada. Hay que seguir, no sólo se lucha por la sentencia sino por la conciencia. Mientras sigamos viviendo en una sociedad dividida en clases el gatillo fácil seguirá existiendo. Soy familiar organizadora de la marcha nacional contra el gatillo fácil que la hacemos cada año. Este año se suma Santiago del Estero, Mendoza, Bariloche y Neuquén. Esto quiere decir que el gatillo fácil, en realidad la represión, se extiende cada vez más”.
María del Carmen Verdú expresó “Nunca dejamos de estar acá. Hace 16 años venimos acá, es importante tener en cuenta porque estábamos en el puente Pueyrredón hace 16 años. Estamos en una etapa inédita de lo que veníamos viendo en materia de política represiva del estado. Desde Diciembre del 2015 hay que enfrentar iniciativas represivas de avance muy duro. A partir de la desaparición de Santiago Maldonado, se desarrolló un estado de excepción. Hay un mecanismo de investigación que se aplica en forma experimental: el ciberpatrullaje y la investigación de los perfiles en redes y contactos en común. Medidas que se frenaron de manera provisoria pero sin duda estarán en campaña de nuevo en breve”.

La jornada cultural y de memoria continúo. En el hall central de la estación como cada año se podía apreciar la radio abierta de la Red Nacional de Medios Alternativos con diferentes interlocutores. Nuevos murales se despegaron dentro de la estación Darío y Maxi. Los y las más pibes jugaban un rato a la pelota en el medio de la Avenida Hipólito Yrigoyen, más conocida como Pavón. Como cada año se plantaron los stands para la venta de libros populares, como es el caso de editorial Chirimbote y El Colectivo.

Posteriormente al emotivo relato de Alberto Santillán y compañeros de Darío Santillán desde el escenario central, ubicado en la Avenida Pavón, ANCAP dialogó con el padre de Darío, quién nos contó sus sensaciones a 16 años de la masacre de Avellaneda “Las sensaciones son de estar acompañado porque Darío está siempre presente no solo hoy. Tengo un amor profundo por Vicente Zito Lema que me acompaño en el escenario porque se dé su amor por la lucha de Darío. Yo quiero que los responsables políticos estén en la cárcel. Para mi es mucho más importante este día que el 26, que también tiene su valor, porque acá esta toda la militancia que pide justicia por Darío, no es por una bandera o un lugar en el palco estar acá. Es importante que la sociedad busque justicia por lo de Darío y Maxi. Tanto Duhalde, como Solá, tienen su castigo por parte de la sociedad, tienen su condena social. Aunque a veces ofendan con sus declaraciones como las de Duhalde diciendo que la muerte de Darío y de Maxi la sintió como la de sus propios hijos. Solá diciendo que a él lo habían puenteado en lo que ocurrió. Ellos vaciaron esos días el Hospital Fiorito y lo siguen negando”.

Los grupos musicales seguían girando en el escenario, y entre tanta muestra solidaria de apoyo en la jornada del domingo en la estación Darío y Maxi, de tantos y tantas jóvenes, militantes y gente de a pie, ANCAP pudo pedirle un concepto de memoria de ese día a Claudia Korol, referente de Pañuelos en Rebeldía, que estaba presente en el lugar “Estar acá es sentir mucho compromiso, pensando en Darío y en Maxi, y en todos los compañeros caídos en estos años. La necesidad de estar acá en el momento que estamos viviendo donde recrudece la represión y la criminalizaron de las luchas sociales. Este homenaje a Darío y Maxi es reafirmar nuestra presencia en cada una de las luchas contra la pobreza, contra este sistema capitalista y patriarcal y luchar siempre por todas las libertades”.

La tarde fue cayendo y la jornada continúo de la mejor manera. El traspié llego al fin de la jornada a partir de la negativa de la Policía Federal al pedido de Alberto Santillán y la militancia del Frente Popular Darío Santillán para subir, como hace 16 años, al puente Pueyrredón. La negativa fue rotunda, sólo quería la policía que subieran cuatro o cinco personas a lo que Alberto respondió que “subían todos o no sube nadie”. Nunca dejaron claro por qué no permitían el acceso al puente. Para evitar un mayor conflicto, que podía terminar en represión, desconcentraron. Sin ningún problema, hoy se pudo subir a puente, y hacer el acto como cada año. Cientos de militantes del campo popular se hicieron presentes. Para resaltar, el empuje de siempre del padre de Darío, haciendo referencia a pedido de cárcel a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda, dejando en claro que la lucha por la búsqueda de justicia nunca cesará.

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