Por Juan Alberto Pérez
Advierten los profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires, que instalaron una carpa frente al Congreso para visibilizar la problemática. Salarios a la baja, falta de mantenimiento a los edificios, cierre de servicios y precarización laboral son la realidad diaria del área de salud de la Provincia.
La salud está en crisis. Eso lo sabemos desde hace tiempo. La mayoría de los lectores habrán tenido una circunstancia en la que tuvieron que ir a un hospital público y se encontraron con las instalaciones deterioradas, con que no había camas, equipos para estudios o elementos mínimos, como gasas y agua oxigenada. Es una constante la destrucción del sistema de salud público, en pos de, quién sabe, beneficiar a las empresas que lucran de manera privada.
En esta situación hay un actor en el medio que se encuentra con las necesidades de los pacientes que recurren a los nosocomios, y con las limitaciones presupuestarias que ofrece el estado. Se trata de los profesionales de la salud. Aquellos que trabajan en los hospitales en condiciones muy precarias. Realizan guardias interminables, atienden un sin fin de pacientes, no cuentan con los elementos necesarios y tienen salarios muy bajos para la tarea esencial que realizan en la sociedad.
Por esto, es que los profesionales de la salud han instalado una carpa sanitaria frente al Congreso de la nación. Esta acción se enmarca en la tercera medida de fuerza de los 13 mil profesionales de la salud pública bonaerense del gremio CICOP, que trabajan en los 80 hospitales de la provincia de Buenos Aires, hospitales municipales y centros de salud. No valieron los paros del 19 de junio y del 25 de junio, para que se de solución a su pedido. Aumento salaria por encima de lo que ofrece la gobernadora Maria Eugenia Vidal, un 15% en 3 cuotas, y el mantenimiento y aporte en infraestructura.
Es así, que este viernes se realizó un nuevo paro de 24 horas con la instalación de la “Carpa por el derecho a la Salud”. Sin embargo, y a pesar de haber tramitado el aviso correspondiente, no faltó el acto intimidatorio por parte de la Policía de la Ciudad, que ya funciona como un brazo armado de los poderes políticos, que quiso impedir la instalación. De todos modos, los médicos resistieron y plantaron la carpa detrás del monumento que hay en la plaza de los dos congresos y de cara al edificio parlamentario.
Hubo una única reunión por la paritaria de los profesionales de salud que fue rechazada en el mismo momento. Allí se ofreció un 15% en tres cuotas. Luego no hubo más contacto por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires en una maniobra de desgaste a la lucha de los trabajadores. “A pesar de que la crisis sanitaria de la Provincia se extiende y se profundiza a diario, la gobernadora María Eugenia Vidal insiste en mirar para otro lado, y el ministro Scarsi continúa sin responsabilizarse de lo que ocurre en los hospitales y centros de salud a su cargo”, expresaron desde la CICOP en un comunicado.
En varios centros de salud de la provincia se están cerrando servicios. El caso más emblemático es el cierre de neonatología del Hospital Fiorito, un servicio esencial para la atención de los niños recién nacidos de los barrios más humildes. Asimismo, los planteles médicos no son completados, hay tardanza en las designaciones por concurso y los becarios son interinos a perpetuidad prácticamente.
El mantenimiento edilicio es vital. Los edificios de los hospitales públicos se vienen abajo literalmente y el gobierno de la provincia no baja el presupuesto para la mantención. “En el Hospital San Roque de Gonnet se cayó un ascensor con pacientes y trabajadores” denunciaron desde CICOP.
Con la intención de visibilizar el conflicto es que se instaló la carpa frente al Congreso, ya que según los profesionales “La salud pública, universal, gratuita y accesible se encuentra en jaque y el derecho de la población en su conjunto a recibir la atención que les corresponde se encuentra lejos de estar garantizado”.