Por Juan Alberto Pérez
Fotos Juliana Miceli
El miércoles 17 de abril era un día más para los trabajadores del Grupo Clarín. Hasta que llegaron a la puerta de la redacción y se encontraron con unas vallas que impedían el ingreso. Acercarse al cerco era como caminar hacia una ruleta rusa. Había 56 nombres que no pudieron volver a ingresar. La empresa decidió echarlos a pesar de que el multimedio es uno de los principales ganadores de los últimos cuatro años.
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El Grupo Clarín despidió este miércoles a 56 trabajadores de prensa entre redactores y fotógrafos que se desempeñaban en el periódico principal del grupo y el diario deportivo Olé. Este acto que dejó a trabajadores, algunos con más de 20 años de antigüedad, en la calle es una constante del grupo que en los últimos años al ritmo en que vio crecer sus beneficios achico considerablemente su plantel.
Fusión con telecomunicaciones, beneficios por desregulación del mercado del papel y pauta publicitaria exorbitante hace que Clarín sea uno de los grandes ganadores de la era de Macri.
Y al igual que muchas empresas activo una política de despidos que no empezó con estos últimos 56 trabajadores. Primero fue en la imprenta AGEA con más de 385 despedidos. Luego el cierre de la agencia de noticias DyN con 158 trabajadores.
Los últimos despidos se trataron de justificar en un pla de «reconversión» para asegurar «un modelo sustentable a futuro» debido a los cambios en el modo de consumo de información con los usos de las nuevas tecnologías. Mientras tanto la redacción se encuentra prácticamente paralizada por las medidas de fuerza para la reincorporación de los despedidos. Las puertas siguen valladas y los empresarios poco interesados en llevar adelante un medio de comunicación continúan pensando en llenarse los bolsillos a costa de los trabajadores.
