Por Redacción ANCAP
Fotos Gabriela Manzo
En horas de la mañana del día de ayer organizaciones sociales se movilizaron al Ministerio de desarrollo con el reclamo de políticas de estado para dar respuesta a la emergencia alimentaria que ya es una necesidad que no puede seguir esperando. El hambre no se controla con un reloj electoral. El acampe se levantó hoy en horas de la mañana. Con la certeza de ajustar el plan de lucha para los próximos días. Miles eran los que ocupaban las columnas de los movimientos sociales. ANCAP charló con los y las integrantes de los movimientos sociales, la respuesta siempre fue la misma: “Tenemos hambre”.
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El partido de fútbol se armó entre las columnas de manifestantes, los jóvenes mataron la espera con un picado con la calle como cancha. El frío con el pasar de las horas se fue intensificando pero no pudo apagar el fuego de casi 10 mil almas que se apostaron en la 9 de Julio a las puertas del ministerio de Desarrollo Social. Las carpas para acampar todo el tiempo que fuera necesario allí hasta obtener respuesta estaban tan firmes como la postura de no aceptar las migajas del gobierno también. La olla popular símbolo de lucha hoy se resignifca por las necesidades del pueblo. “Ya no es la olla como gesto político de denuncia. Hoy se vienen a las marchas para poder morfar” manifestó Leandro de la Federación de las Organizaciones de Base regional Buenos Aires.
Es que la realidad en los barrios pobres del país no se puede esperar a los debates presidenciales y no tienen tiempo para aguantar que las próximas elecciones proclamen un nuevo gobierno. Mucho menos pueden esperar gestos un gobierno en retirada que durante los últimos 4 años postergó a los más vulnerables de las mesas de decisiones. Por eso la proclama era clara en la movilización, “Ley de Emergencia Alimentaria ya”.
El panorama en los barrios es desolador. Marcela, referente de la Cuba MTR, expresó a este medio que “En todos los lugares que tenemos copa de leche y comedores se acrecentó la concurrencia, donde teníamos 30 o 40 chicos ahora tenés 60 y tenés que darle el alimento para que se lleven a la casa para que hasta los padres tengan que comer”. Y es algo que se repite en todas las organizaciones que trabajan en los barrios más vulnerables del país. María Aguilar de Izquierda Latinoamericana Socialista manifestó “Cada vez hay más gente que se acerca a las organizaciones y no tenemos que ofrecerles. Le pedimos al gobierno y nos dicen que no tienen más nada”. Damaris Rolón del FOL, fue quien más claro detalló la situación “Con el correr de los años se ha triplicado la cantidad de personas que vienen a pedir comida. Al fin y al cabo somos las organizaciones las que terminamos conteniendo la crisis y a las personas más necesitadas”.
Además del reclamo por la emergencia alimentaria también se reclamó por mayores puestos de trabajo y aumento de los salarios de las cooperativas de trabajo. “Estamos pidiendo que coloquen nuevos puestos de trabajo para la gente que está sin trabajo, que cada vez es más” expresó María Aguilar. “Necesitamos más puestos de trabajo. Tenemos un montón de compañeros desocupados y cada día se acercan más. Necesitamos una respuesta para poder llevarles el alimento a sus casas” dijo Cintia del MTD Aníbal Verón.
El salario también es una preocupación. Los cooperativistas cobran $7500 mientras la canasta básica es de $ 31000. El reclamo de un aumento se llevó a la movilización pero la oferta del gobierno fue $500 ahora y $500 más en noviembre. Lo que se puede llamar una miseria. “Sentimos que es un insulto” dijo la referente del FOL por dicha oferta.
La situación es crítica por más que se haya levantado el acampe frente al ministerio. “Hay mucha hambre en todos lados, necesitamos ayuda. El reclamo es porque nos estamos cagando de hambre” dijo Claudia Lamena del Polo Obrero. La semana que viene se planea seguir la lucha si no hay respuestas y hasta se especula con la posibilidad de ir a pedir mercadería a los supermercados. Y aunque dentro de poco tiempo se de un cambio de gobierno, desde algunas organizaciones manifestaron que “Si el gobierno entrante va a hacer la plancha con eso de los 180 días de paz social significa que nuestra hambre va a continuar. Si no hay cupos laborales ahora, y los compañeros ven que no los va a haber, tampoco van a estar en el próximo gobierno. Por eso van a salir a la calle si o si” dijo Leandro de la Federación de Organizaciones de Base de Buenos Aires marcando la cancha para el futuro.
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